La Casa del Lápiz

Posted on: junio 28th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Lo que más me llama la atención es que los hallazgos de una investigación que estamos haciendo apuntan a que la experiencia contribuye al desarrollo integral de la persona

 

 

 

La Casa del Lápiz es uno de los programas de la Fundación Arturo Uslar Pietri; de la que me honro de ser director y padrino de su próxima graduación. Este programa está orientado a enseñar oficios para que la gente pueda ganarse la vida de la manera más digna posible. En cinco años de actividad, cuenta con 3.000 graduados; más 250 que se graduarán el próximo sábado; cuatro sedes y 20 más que están en instalación, en alianza con Fetramagisterio. Todo el aprendizaje es práctico-teórico. El formato de los talleres es de corto tiempo y la mayoría de los oficios (computación, peluquería, preparación y conservación de alimentos, inglés, electricidad, plomería, etc.) se aprenden modularmente. Estos talleres son pagos; no son ni deben ser gratuitos.

 

 

 

Pero lo que más me llama la atención es que los hallazgos de una investigación formal que estamos haciendo apuntan a que la experiencia contribuye al desarrollo integral de la personalidad del cursante: el graduado comienza a identificarse como profesional de un oficio; cuando antes era “un todero” o un pirata. El nuevo oficio le genera al graduado mayores ingresos, capacidad para mantener a sus dependientes y, por ende, autoestima y respeto. El graduado pide más conocimientos dentro del oficio aprendido; cursando módulos complementarios. Los puntos anteriores convergen hacia la percepción de los graduados de que en la vida si se puede salir del círculo vicioso donde los problemas y las autolimitaciones se repetían, pasando a ver la vida como una línea recta de cambios virtuosos. El 15% de graduados ha establecido su propia empresa y genera trabajo para otros. En los focus groups ya realizados ha sido común escuchar la expresión “es que ahora siento que soy mejor persona”.

 

 

 

Bien pudiera ser este modelo de aprendizaje modular de oficios, combinado con acreditación de la experiencia, una ruta alternativa para alcanzar el grado de bachiller de manera mucho más cónsona con las premuras por ganarse la vida que sufren los pobres; en vez de pasar por esa experiencia poco útil y con un alto costo de oportunidad que es el bachillerato.

 

 

José Antonio Gil Yepes
@joseagilyepes

 

 

Destruyendo el socialismo

Posted on: marzo 10th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

Impresionan el deterioro de la imagen del socialismo y el crecimiento de la aceptación del capitalismo ocurrido entre 2008 y 2018. En ambas ocasiones, la Encuesta Ómnibus de Datanalisis ha preguntado: “¿Si le digo la palabra ‘socialismo’ (ídem ‘capitalismo’), qué es lo primero que le viene a la mente?”.

 

 

Las respuestas en 2008 fueron muy reveladoras. Las expresiones positivas sobre ambos modelos fueron 43% para el socialismo y 48% para el capitalismo; mientras que las negativas fueron cercanas ambas a un 25% y los ‘no sabe-no contesta’ otro 25%. Obviamente, estas coincidencias son casualidad. Las caracterizaciones predominantes del socialismo eran “igualdad, solidaridad, oportunidad para todos, bienestar, libertad”; mientras que las caracterizaciones del capitalismo eran “riqueza, libertad, democracia, cooperación”. Estas opiniones populares no ven a ambos sistemas como excluyentes, como, los presentan sus respectivos activistas, sino como complementarios; cómo se manejan ambos modelos en las sociedades más evolucionadas en las cuales la libertad y la igualdad coexisten a través del apoyo a la empresa privada para resolver el problema económico y los programas sociales dirigidos a resolver la pobreza.

 

 

 

Pero, las respuestas de 2018 revelan que las apreciaciones negativas sobre el socialismo se disparan de 22 a 61%: “corrupción, inflación, discriminación, dictadura; coincidiendo con un mal gobierno que dice ser ‘socialista’. En cambio, las valoraciones positivas del capitalismo suben del 48 al 57%: “Democracia, libertades, riqueza, oportunidades, producción; avance que también revela el fracaso de la propaganda oficialista contra el capitalismo.

 

 

 

De este fracaso, se desprenden tres opciones para el gobierno: Entenderse con el capitalismo para recuperar el bienestar y re estabilizarse (todavía puede reconectar con la gente porque la oposición no ocupa suficiente vacío); seguir avanzando en el ataque al capitalismo para empobrecernos y dominarnos, teniendo que reprimir, y que esto último lo desestabilice; o aprovechar las próximas elecciones para entregarle el poder a otro antes de estrellarse.

 

 

José Antonio Gil Yepes

Directivo Datanalisis

 
@joseagilyepes

Yo me acuso

Posted on: enero 19th, 2018 by Laura Espinoza No Comments

 

Hace días fui al supermercado. Estaba menos abastecido. Iba tomando lo que conseguía. Por fin llegué a los quesos y jamones empaquetados y tomé uno de cada uno. Ya cuando iba a continuar, vi que había un papel con nombres y precios anotados. Allí me pregunté: ¿y para qué ponen los precios de productos ya empacados si cada bandejita lo tiene? Buscando la respuesta, decidí superar el síndrome masculino de no leer instrucciones y empecé a releer, desde el principio, donde un texto que me había saltado decía: “Los precios de estos productos serán ajustados en la caja registradora”. ¡Diablo, yo nunca había visto semejante disparate! Pero, luego entendí que eso de ajustar los precios en la caja estaba ligado a la campaña del Gobierno que obliga a los comerciantes a bajar los precios en grandes porcentajes.

 

 

 

Y, ¿qué cree usted que hice? Pues tomé dos paquetes más de cada producto, y seguí comprando. Hice la cola para pagar respondiendo mensajitos. Pagué, salí y llegué a casa. Pero, cuando fui a colocar lo comprado en la nevera, fue que caí en cuenta de que yo había contribuido a confiscar al supermercado. Entré en una espiral descendente de culpa tratando de entender por qué había hecho eso. Lo mejor que pude quedar conmigo mismo fue decirme que había caído por sorpresa en una trampa más del Tío Conejo.

 

 

 

Primero vi que fui cómplice de la confiscación a los dueños del local; luego que había perjudicado a sus empleados porque no habrá con qué pagarles mejores sueldos y ni hablar de emplear más gente; y por fin vi que había perjudicado al pueblo porque cualquier negocio obligado a vender a pérdida no puede reponer el inventario; y, a menor oferta, mayor será la inflación.

 

 

Cierto que Jorge Giordani le dijo a Guaicaipuro Lameda: “Se trata de mantener a los pobres en la pobreza porque ellos  son quienes votan por nosotros”. Pero, si bien ésta es una de esas deformaciones que “legitiman” los fanatismos, el hecho de que lo sean no excusa la crueldad del daño ni del engaño.

 

 

 

¡Y pensar que, si necesitamos comer, no nos queda otra que seguir comprando a descuentos forzados y continuar siendo un país de tío conejos y perdedores!

 

 

 

@joseagilyepes

Negociación y elecciones

Posted on: diciembre 21st, 2017 by Laura Espinoza No Comments

La causa de la democracia iba bien encaminada en Dominicana dado que los cinco cancilleres allí presentes redactaron un documento en el cual le proponían a las partes un conjunto de acuerdos que armonizaba sus posiciones. Esto incluía las elecciones presidenciales en condiciones transparentes. Sin embargo, las discusiones que siguieron a la presentación del documento resultaron en que ninguna de las dos partes estaba de acuerdo con él y que se postergaran las conversaciones para mediados de enero de 2018. Hasta ahí no ha pasado nada porque las negociaciones son así: avances y retrocesos. Sin embargo, el tiempo es una variable clave en cualquier negociación que juegue a favor de una de las partes.

 

 

 

Las elecciones presidenciales deben realizarse en diciembre de 2018 o abril de 2019 porque el Artículo 42 de la Ley Electoral señala que… “La convocatoria a elecciones es el acto público mediante el cual el Consejo Nacional Electoral fija la fecha de elección para los cargos de elección popular, en concordancia con los períodos constitucionales y legalmente establecidos”. En este caso, el tiempo beneficia a la oposición porque no es probable que Maduro sea reelecto después del 2.000% de inflación esperada para 2018. Sin embargo, es harto conocido que las directivas del Consejo Nacional Electoral, bajo mayoría chavista, han cambiado los lapsos electorales a su conveniencia. Por ejemplo, si las últimas elecciones de gobernadores no se hubiesen postergado, los resultados hubiesen sido lo contrario a lo que acaba de suceder.

 

 

 

En las próximas elecciones presidenciales, el interés del gobierno es adelantarlas para evitar el deterioro del apoyo al Presidente, aprovechar la desarticulación de la oposición y el repunte del abstencionismo opositor. De allí que el tiempo que inocentemente se está dejando correr en Dominicana beneficia al gobierno porque es harto conocido que está planeando adelantar dichas elecciones; mientras que la oposición no ha electo candidato ni el método para escogerlo y el gobierno le puede estimular a varios de ellos para que se lancen en paralelo.

 

 

José Antonio Gil Yepe

@joseagilyepes

¿Por qué tender puentes?

Posted on: noviembre 24th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

En mi artículo, “Empresarios y Partidos” propuse que estos sectores están atados por el binomio empresa privada-democracia. Sin embargo, en la medida que fueron desapareciendo los grandes capitanes de empresas a partir de los 80, este binomio se desarticuló, simultáneamente con la atomización de los partidos y la caída del régimen democrático.

 

 

Esos capitanes de empresa tenían cierto acceso a la toma de decisiones en políticas económicas, aunque no lo suficiente como para haber evitado que el régimen anterior se autodestruyera por el 50% de pobreza generada por el ya excesivo intervencionismo. Esos capitanes también tenían cierta influencia en las candidaturas partidistas, cuando se ponían de acuerdo en financiar a un candidato.

 

 

Como el régimen actual es más agresivo contra el empresariado, la pobreza ha crecido hasta el 86% y, como los partidos de oposición siguen atomizados y tratando de llegar solos al poder, tampoco le dan beligerancia a los empresarios. Sólo los contactan para pedir financiamiento, pero ninguno divulga una propuesta pro empresa privada ni nos pinta un país bonito.

 

 

De allí que sugerí que el empresariado influyera sobre los partidos identificando candidatos democráticos salidores y canalizando sus aportes hacia ellos; a cambio de que adopten programas que les lleven a reconectarse con la población y a reivindicar a la empresa privada como actor valioso y legítimo; y, finalmente, propuse que, si identificaban un candidato chavista democrático, lo financiaran también.

 

 

Las primeras sugerencias cayeron bien, pero algunos rechazaron la propuesta de entendernos con los chavistas porque ninguno, según ellos, sería democrático. Mi propuesta se basa en que el chavismo no está muerto: Si Chávez tiene hoy el 55% de aprobación de gestión, el movimiento tiende a quedarse como el peronismo. Es preferible un Menem que un Kirchner y la opción democrática del chavismo puede consolidarse como diferente a la totalitaria porque representa el 80% de ese movimiento. Y, si somos tan demócratas y detestamos el odio resembrado por Chávez, es impráctico pagar con la misma moneda.

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

¿Fraude y/o Abstención?

Posted on: noviembre 3rd, 2017 by Laura Espinoza No Comments

El “fraude” del oficialismo del 15 de agosto de 2004 no fue una manipulación de votos el día de la votación; fueron decenas de violaciones de la ley y trampas que hizo el chavismo por casi dos años lo que explicó su victoria. Pero la dirigencia opositora siempre partió de una falsa conseja: no hay que protestar esas violaciones, ”porque esto está ganado”. Entonces, creo que la pérdida del revocatorio se debe a las trampas y a una mala estrategia opositora.

 

 

 

Cuando los partidos opositores no participaron en las elecciones de diputados de 2005, lo decidieron pocos días antes, alegando que no había condiciones. Pero eso se sabía desde el comienzo de la campaña. Creo que el alegato de fraude sirvió para tapar que esas elecciones se perderían porque el promedio de candidatos por curul del oficialismo era de 1,1, mientras que el promedio de la oposición era casi 8 por la descoordinación opositora.

 

 

 

En las elecciones de gobernadores de 2017 el gobierno jugó sucio y puede haber inflado su votación entre 0,5 y 1,0 millón de votos. Pero creo que esa derrota también se debió a la interpretación de 3 millones de opositores que decidieron no ir a votar, “porque les iban a hacer trampa”. Esa pésima conseja (¿qué te pasó Almagro?) cundió por la falta de conexión y credibilidad de la dirigencia de los partidos opositores que no convencieron a su gente de salir a votar.

 

 

 

Para estas municipales, los partidos de oposición están solicitando abstención porque no hay condiciones. Pero también es cierto que ellos están anonadados, divididos por apetencias individuales y porque son demasiados, muy pequeños, cambian estrategias sin consenso ni explicaciones y se ocupan de sus elecciones pero poco de acompañar al ciudadano en su tragedia diaria. Pero no se acusan a sí mismos por sus debilidades, sino al gobierno; por lo que le regalarán las alcaldías y una buena dosis más de legitimidad. Ojalá le hagan caso a Andrés Velásquez en lo de elegir al candidato presidencial de una vez, porque para marzo se les vienen esas elecciones encima y los pueden agarrar con los pantalones abajo y no queremos que nos vuelvan a decir que no hay condiciones.

 

 

José Antonio Gil Yepes
@joseagilyepes

Perspectivas del FMI

Posted on: octubre 13th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó el martes pasado sus proyecciones para Venezuela. Si bien el FMI estima un crecimiento mundial de + 3,5 y de + 4,5% para los países en desarrollo, para Venezuela espera un -12% este año y un -6% para 2018. Esto nos pone en un pésimo lugar: Venezuela ha perdido unos 35 puntos del PIB desde 2013, mientras países con mucho menos ventajas, como Perú, Bolivia, Panamá, República Dominicana, Nicaragua y Ecuador, entre otros, crecen de manera sostenida entre un 15 y un 6% interanual.

 

 

 

Obviamente, si somos uno de los países más recesivos, también debemos ser de los más inflacionarios porque la inflación se nutre de la falta de producción y de la falta de productividad. En este sentido, el FMI revisó su estimado de inflación para 2017 de 1.000 a 1.600% y para el 2018 estima que lleguemos a 2.500%.

 

 

Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro insiste en ignorar el problema y en descalificar a quienes lo planteen. Sigue hablando de una “Guerra Económica” en la que sólo cree el 17% de los venezolanos. Esta supuesta “guerra”  consistiría en una conspiración del imperialismo y los capitalistas para desestabilizar a  dicho gobierno saboteando la economía. Pero, en mi opinión, la guerra económica es la que le declaró esta administración a la empresa privada y a los trabajadores, a través de las estatizaciones, los controles de precios, de cambio, de las guías de distribución de la producción, de la monopolización de las importaciones y de negarse a aumentar la producción petrolera; además de la habladera de pistoladas en contra del capitalismo.

 

 

 

El ejemplo de la China, que sigue siendo comunista en lo político, pero adoptó al capitalismo como modelo económico, parece darle una pista al gobierno de Maduro si quiere seguir llamándose “comunista” pero salvarse de su propia desestabilización; más aún si el precio del petróleo no lo va a salvar porque tiende a mantenerse alrededor de US $ 50/B en 2018, lo cual nos obliga -a todos- a responder al reto de negociar para aumentar la inversión, la producción y el empleo nacional.

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

Cómo generar confianza

Posted on: agosto 31st, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Desde que publiqué El reto de las élites en 1978, me he referido a la confianza como el bien más escaso, pero el más necesitado en Venezuela para poder hacer realidad nuestras ilusiones de riqueza y convivencia. Convivimos porque no nos agredimos, pero somos pobres por la desconfianza que caracteriza las relaciones entre las élites y no porque no tengamos recursos. El reto de las élites era y sigue siendo ponernos de acuerdo en qué país queremos y cómo alcanzarlo.

 

 

 

La confianza es un factor cultural que se genera en las relaciones estructurales entre los miembros del grupo. Confianza es la convicción de que las reglas del juego son aceptables para todos y que dichas reglas se cumplirán. Para que estas condiciones se cumplan, se necesita una sociedad conducida por líderes sectoriales democráticos, quienes, en vez de decidir por los demás, consultan y luego buscan una decisión representativa de los intereses de los involucrados. Mediante este proceso de articulación se busca definir participativamente una visión de país (dónde queremos llegar); una misión (con qué mecanismos o instituciones alcanzar esa visión); los objetivos; la distribución del trabajo a realizar por cada participante según las capacidades y disposición de cada quien; y las remuneraciones monetarias y simbólicas que recibirán según se cumplan estas responsabilidades. En la medida que cada participante observe que estos términos de la relación social se cumplen, se generará la expectativa de que se seguirán cumpliendo. Esta expectativa es lo que llamamos confianza.

 

 

 

Si los liderazgos en la familia, la escuela, el trabajo, el partido, el sindicato y el gobierno son autoritarios o permisivos, surgirán la desalineación del grupo y la desconfianza porque las reglas de juego no serán reconocidas como propias o serán impuestas y cambiadas a discreción por individuos; lo cual resultará en un “sálvese quien pueda”, como el que, una vez más, estamos viviendo. De allí la conflictividad, la corrupción, el empobrecimiento; al margen de cuantos recursos naturales o financieros tengamos. ¿Y qué
tipo de líder es Ud.?

 

 

 

José Antonio Gil Yepes

@joseagilyepes

Objetivos constituyentes

Posted on: junio 5th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Es obvio que el principal objetivo de la nueva Constituyente es sustituir a la Asamblea Nacional por la Asamblea Constituyente en promulgación de leyes y eliminar el bloqueo a créditos públicos, aprobación de presupuesto y venta de activos que ejerce la Asamblea  vigente y que no les permite a inversionistas financiar al gobierno sin correr el riesgo de perder sus inversiones (petróleo, préstamos, concesiones del Arco Minero, etc.).

 

 

 

Segundo: Renovar otros poderes públicos. Ya está anunciado por el oficialismo la sustitución de la fiscal general por su postura crítica y constitucional ante la represión y la Constituyente. También puede resolver el escollo de la renovación de los rectores vencidos del CNE sin perder el control del organismo; y, en general, cambiar las reglas constitucionales sobre los requisitos y procesos relativos a los nombramientos de magistrados, rectores y miembros del Poder Moral de manera que puedan ser menos tecnócratas y más clientelares del grupo en el poder.

 

 

Tercero: Comprar tiempo. La convocatoria no establece un plazo. Si el presidente Maduro aceptó ir a un referendo aprobatorio de una nueva Constitución, es porque el objetivo no es tanto promulgarla sino comprar tiempo para evitar que las elecciones presidenciales se realicen a fines de 2018 y gobernar por decretos de la Asamblea Constituyente indefinidamente. Para justificarlo, ya está apareciendo en declaraciones oficialistas el tema de una supuesta agresión internacional contra Venezuela.

 

 

 

Cuarto: Establecer un Estado Comunal (soviet) pasando funciones y presupuestos de alcaldías y gobernaciones a los consejos comunales, comunas, etc., y sustituyendo el voto directo por elecciones de segundo o tercer grado de los diputados de la Asamblea Nacional y, probablemente, del Presidente de la República.

 

 

 

Otros cambios de fondo estarían orientados a replicar las reformas constitucionales que intentó Hugo Chávez, como reducir la autonomía del BCV, y que fueron rechazadas mediante el referendo popular del 02-12-2007; aunque no creo que vuelvan a intentar el tema de trasladar la patria potestad de los hijos al Estado.

 

 

Josè Antonio Gil Yepes

@jagilyepes

El significado de la calle

Posted on: mayo 15th, 2017 by Laura Espinoza No Comments

Cuando aparecen manifestaciones de calle, éstas han sido precedidas por expresiones mayoritarias de la opinión pública que no han sido escuchadas por el gobernante. La calle es una respuesta ante el descontento; la otra es la sumisión por miedo a la represión. La protesta de calle puede ser pacífica o violenta. Cuando es pacífica y es escuchada, cambian las políticas que generan malestar y el régimen se reestabiliza. Pero, cuando es pacífica y reprimida, tiende a tener un doble efecto: une y motiva a los reprimidos y divide y debilita a los represores. Ejemplos de esto último son las posturas de la Fiscal de la República, las defecciones de algunos militares y el deslinde del Comandante de la Policía Nacional Bolivariana de los Colectivos. Esta dinámica la enseñaron Jesucristo, Budha, Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela.

 

 

 

En cambio, si la protesta de calle es violenta, los que tienden a dividirse son los manifestantes, porque las mayorías rechazan la violencia. Agredir o saquear  favorece al gobierno y justifican la represión. Las protestas violentas tienden a unificar y fortalecer a quienes las reprimen.

 

 

 

La fórmula planteada por Charles Lindblom para salir de los regímenes autoritarios dice que hay que “imprimirle alto costo a la represión y bajo costo a la salida”. La calle es expresión de “imprimirle alto costo a la represión”. Nos falta una expresión del otro componente: “bajarle el costo a la salida”. El mejor ejemplo de este segundo factor fue el acuerdo de dejar salir a Chávez vía Cuba en 2002, a cambio de su renuncia. Pero, cuando unos exaltados exigieron que lo dejaran en Venezuela para castigarlo, se violó la fórmula y Chávez se quedó.

 

 

 

Hoy la pregunta obligatoria es ¿quiénes están negociado, bien la salida a bajo costo, bien el cambio drástico de las políticas que nos han arruinado? Alguien tiene que negociar sin ser llamado traidor, pero recordando que toda negociación es un juego dialéctico entre ofrecer y presionar, entre dar y recibir. Por eso, uno de los errores garrafales de la oposición en 2016 fue abandonar la calle para sentarse a dialogar.

 

 

José Antonio Gil Yepes

@jagilyepes