Naciones desunidas

Posted on: septiembre 25th, 2023 by Lina Romero No Comments

 

Estas dos semanas se celebra en Nueva York el coctel más grande del mundo, la Asamblea de Naciones Unidas. Si, finalmente es un gran coctel donde todo el mundo se encuentra, se toman un trago y charlan, pero de ahí no pasa. Muchos negocios se hacen alrededor de esa gran reunión social y mucha carreta botan los presidentes de todos los países que con discursos grandilocuentes de los que nadie se acuerda se dan gran importancia frente a un auditorio vacío o semi-vacío.

 

 

Es más, a esta sesión los líderes de Francia, Inglaterra, Rusia y China no van a asistir. Cuatro de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad tienen cosas más importantes que hacer. Un indicador claro del momento que vive ese organismo multilateral que la verdad si desapareciera hoy nada cambiaría en el mundo salvo los grandes salarios y pensiones de quienes allí trabajan o trabajaron.

 

 

¿Mejores derechos humanos? Ciertamente no. Cuba, China, Rusia, Venezuela, Nicaragua -para solo mencionar los países que afectan la región- siguen tan campantes haciendo lo que les da la gana en esta materia. Eso sí, si es una democracia esos mecanismos actúan de manera rígida y estricta mostrando un doble rasero que solo beneficia a las dictaduras.

 

 

Lo mismo se puede decir con los derechos laborales, la infancia y cada uno de los temas que esta organización toca. La disfunción que hoy existe en este organismo y que quedó demostrada a más no poder con la pandemia y la crisis de la OMS y su mecanismo de vacunación, Covax, que no sirvió para nada es muestra de cómo esta institución que nació de la Segunda Guerra Mundial hoy no está a tono con el mundo moderno y cada día se vuelva más irrelevante.

 

 

Los países en este nuevo momento geoestratégico crean sus nichos de poder. China refuerza los BRICS, el grupo que se inició con Brasil, China, India, Rusia y Suráfrica, y amplía sus miembros. India por su parte, y a pesar de estar en los BRICS, al ser democracia y tener una rivalidad marcada con China prefiere reforzar el G20, última reunión a la que no asistió el líder chino. Los países desarrollados con el G7 y la OTAN tienen su espacio. Además, China que ha sido imperio gran parte de su historia creó su Iniciativa de Seguridad Global (GSI) y su Iniciativa de Desarrollo Global (GDI) para hacerle contrapeso a Estados Unidos y al mundo occidental. Por su parte los países del medio oriente llenos de dinero buscan un nuevo espacio político, económico y diplomático por fuera de la ONU.

 

 

En este nuevo mundo donde ya hay que hablar de una nueva guerra fría que no es entre dos países sino entre dos bloques, el de la libertad y el de las dictaduras, las Naciones Unidas con sus vetos en un consejo de seguridad cada vez más paralizado y con las disputas políticas en cada escenario y en cada entidad que la componen, hacen que así sea la única organización que agrupa a todo el mundo su capacidad de acción sea meramente retórica.

 

 

La guerra en Ucrania de nuevo muestra lo irrelevante que es la ONU. El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pide que no se acepte un proceso de paz que despedace al país y Zelenski pide apoyo para Ucrania y condena al país invasor, Rusia. Ni lo uno ni lo otro importa y el Consejo de Seguridad menos. No funciona y es un observador más. Con el cambio climático sucede lo mismo, la ONU no pasa de ser un gran lugar de reunión y de discursos, pero de acción real, poco o nada.

 

 

Se trató de reformar el sistema y se quiso ampliar el Consejo de Seguridad dándole a cada región una silla permanente. Ninguna región se pudo poner de acuerdo y en América Latina la pelea entre México y Brasil era como para alquilar balcón. Ninguno de los países del hoy Consejo de Seguridad va a entregar su poder de veto así el mundo haya cambiado luego es casi imposible una reforma de fondo a esta institución.  De ahí que veamos una alineación por fuera de la ONU entre los grupos antes mencionados con otros como el Cerlac en América Latina al que China le ha puesto el ojo o el G77 -un derivado de los no alineados que suma 135 países en vías de desarrollo y que en el 2023 preside Cuba- que ahorita tienen un +China.

 

 

¿Y la región qué? Primero convive con una OEA debilitada a la que ya pocos prestan atención, una Unasur que tiene peso limitado y un Cerlac que busca protagonismo pero que tampoco tiene mayor impacto. A esto hay que sumar que el gran poder de la región, Estados Unidos, está ausente y sin política mientras China gana presencia, peso y negocios y Rusia utiliza sus fuerzas de inteligencia y sus aliados, yo diría lacayos, Cuba, Venezuela y Nicaragua para crear inestabilidad en las democracias de la región.

 

 

En estas dos semanas los presidentes, que cada vez asisten menos, sacarán pecho ante unos discursos para el olvido, los amigos se verán en los pasillos y en los hoteles de la ciudad y la burocracia, repito, muy bien pagada, de la ONU se felicitará por un trabajo bien hecho.

 

 

¿Y el resto del mundo? Bien gracias: en guerra, con migración masiva en todos los continentes y con un calentamiento global desbordado.

 

 

 Francisco Santos

 

Narco-México y lo que viene

Posted on: septiembre 12th, 2023 by Lina Romero No Comments

Siempre hay que seguirle con detalle la pista a México y el narcotráfico, pues esa enfermedad hoy se está contagiando por todo el continente. Si bien en los ochenta los reyes del negocio eran los colombianos con Pablo Escobar a la cabeza, hoy son los carteles mexicanos los que mandan la parada.

 

El narcotráfico se toma México como nunca llegó, incluso en los peores momentos, a tomarse a Colombia. Las redes criminales, el control territorial y el poder político que tienen son de tal dimensión que hoy se puede decir que hay muchos estados mexicanos –por lo menos la mitad– que son narcoestados absolutos, donde el Estado mexicano es un observador pasivo y muchas veces cómplice.

 

 

El New York Times sacó una investigación sobre el asesinato y desaparición de 43 jóvenes estudiantes en el 2014 en el estado de Guerrero que muestra el nivel de penetración y captura política y de seguridad del estado por parte del cártel Guerreros Unidos, no propiamente uno de los carteles grande de ese país.

 

 

La investigación con más 23.000 textos de intercambios entre criminales y funcionarios del Estado muestra una policía y un ejército al servicio de los narcos. No unos pocos, no, las instituciones al servicio –pagadas obviamente– de esta organización criminal. La policía inició el secuestro y asesinato de los buses con los estudiantes y luego los entregó a los narcos para terminar la tarea. El ejército encubrió a la policía y estaba al tanto de lo que pasaba. Y además quedó claro que medicina legal y los servicios de emergencia están al servicio de los narcos.

 

 

Hasta hoy no hay nadie en la cárcel pero todo se empezó a saber cuando la DEA entregó esos 23.000 textos entre narcos, militares, policías y civiles que mostró ese complot que casi se sale con la suya. La DEA investigaba al cartel y no las entregó precisamente al ver esa complicidad que existía y al ver un Estado al servicio de la criminalidad.

 

 

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al poder en México, como con la llegada de Gustavo Petro en Colombia, esos narcos ven esa posibilidad de aumentar su poder, su captura del Estado y la rentabilidad de sus negocios. López Obrador comenzó con la política de abrazos y no balazos, mientras Petro tiene una idéntica que llama la paz total.

 

 

En el caso de México el fracaso es evidente aunque AMLO no lo acepte. Hace unos días en su discurso anual a la nación, AMLO sugirió que la criminalidad no era un problema y que la corrupción en las fuerzas de seguridad eran apenas casos individuales. El ex embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, contestó por X con unas escalofriantes cifras, las de homicidios por 100.000 habitantes en distintas ciudades de ese país. Fácil darse cuenta de que muchas van en camino a ser Medellín en sus días más aciagos. Es más, el mismo embajador, un hombre serio ciertamente, publicó un artículo en Reforma –uno de los diarios más serios de México– cómo hoy las autoridades del estado de Guerrero hablan de una posible guerra civil entre organizaciones criminales.

 

 

Pero vale la pena mirar las cifras de homicidios que son espeluznantes: Colima 181,9 por 100.000 habitantes; Zamora 177,7; Ciudad Obregón 138,2; Zacatecas 134,6; Tijuana 105,1; Celaya, 99,6; Uruapan 78,3; Ciudad Juárez 67,7 y Acapulco 65,6. No son pequeños ni remotos pueblos, son ciudades importantes de México que hoy tienen esos altísimos índices de violencia.

 

 

Lo de Colombia va para allá, con un agravante que se develó esta semana en una entrevista del hermano del presidente Petro a unos medios. Juan Fernando Petro contó que ellos ganaron con los votos que se lograron en zonas donde operan las organizaciones criminales que hoy hacen parte deI plan de paz total el gobierno. Yo te elijo y tú me proteges parece ser el quid pro quo que se cuadró con las visitas a las cárceles que hicieron personas muy cercanas a Petro antes de las elecciones y que fue denunciado en su momento.

 

 

Colombia y México no son dos países menores. Son países con institucionalidades fuertes cuyos descuidos, en especial en materia de justicia y seguridad, los ha debilitado y ha creado las condiciones en las que se nutre esa criminalidad. Colombia, después del esfuerzo del gobierno de Alvaro Uribe en esas materias, que sin duda fueron un gran éxito que la izquierda quiere a toda costa demeritar, entró en el marasmo de la paz que solo fortaleció a los criminales y debilitó y desmoralizó a las fuerzas de seguridad que además son las que ponen los muertos. Hoy con el actual gobierno solo veremos ese camino acelerarse pues esa izquierda llámese AMLO, Boric, Fernández, Lula o Petro sienten una urticaria brutal con los organismos de seguridad a los que ven como enemigos de su proyecto político o como un mal necesario que debe permanecer débil.

 

 

Quienes creemos que la seguridad es un bien público absoluto e innegociable en una sociedad democrática, debemos prender esas alarmas. Así a veces sonemos como un disco rayado, pues los delincuentes y las potencias extracontinentales utilizan esa debilidad y el temor ciudadano para crear caos en nuestro países y abrirle paso a sus negocios criminales, o a esos proyectos políticos afines como el de Petro en Colombia.

 

 

Nayib Bukele, presidente de El Salvador, no crece y se convierte en un símbolo político en la región de la nada. Si seguimos como seguimos veremos otros Bukeles en la región con el consabido costo a la democracia. La verdad nadie quiere democracia si ella le cuesta la vida.

 

 

En fin, veremos qué pasa en América Latina en materia de crimen organizado e inestabilidad. Por eso debemos seguir lo que pasa en México y en Colombia con mucho cuidado pues son los dos tumores más agresivos de ese cáncer que como el del marxismo en los sesenta que tanto daño le hizo a la región, hoy tiene a Ecuador en cuidados intensivos.

 

 

Francisco Santos

Artículo publicado en La Silla Rota

¿Revive la doctrina Monroe? No creo

Posted on: septiembre 4th, 2023 by Lina Romero No Comments

¿Revive la doctrina Monroe? No creo

Latinoamérica nunca ha sido prioridad para Estados Unidos. Siempre ha estado ligado a Europa y solo cuando hay una amenaza como la de los misiles rusos en Cuba se despiertan. El Plan Colombia, una política que duró cuatro presidentes estadounidenses, es la excepción. Ni cuando James Monroe en 1823 expuso su doctrina –América para los americanos– pensaba en nosotros. Pensaba más bien en la posibilidad de una invasión de un poder europeo a Latinoamérica.

 

 

¿A qué viene este comentario? A un escrito de un precandidato republicano a la Presidencia, Vivek Ramaswamy, en The American Conservative sobre su política exterior. No es que vaya a ganar aunque le ha ido bien en los debates, pero su escrito no solo muestra esa absurda tendencia aislacionista prorrusa que hay en ese partido –y de la que Donald Trump es la cabeza– sino que revive la doctrina Monroe.

 

 

Dice el político que si es presidente arregla con Rusia, más o menos le entrega Ucrania, y no deja entrar ni a los rusos ni a los chinos a América Latina y crea una región exclusiva de desarrollo y beneficios mutuos. Suena más o menos bien pero no va a pasar, ni toca los temas de fondo como migración y narcotráfico aunque sí plantea otros como el comercio y el nearshoring –relocalización de empresas– en países aliados en la región.

 

 

Sería una política sensata, por lo menos la que tiene que ver con la región pues lo primero que uno cuida es el vecindario, pero como dijo Churchill “siempre puedes contar con los estadounidenses para hacer lo correcto, después de haber intentado todo lo demás”. Y la verdad los vecinos todavía están lejos de hacer lo correcto en lo que a la región se refiere. Al contrario, no somos prioridad, solo ponen atención con los temas de migración y narcotráfico y castigan y sacuden a los aliados mientras le abren las puertas y apaciguan e incluso cohonestan con enemigos que solo traen caos a la región como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

 

 

En cambio para la Unión Soviética de entonces y la Rusia de hoy y para China, Latinoamérica sí es prioridad estratégica por distintas razones. La política exterior de ambos países hacia la región es coherente, es permanente y no varía con el cambio de un presidente. No está al vaivén de la política. Rusia no dejó de lado a sus amigos cuando cayó la Unión Soviética y mantuvo sus redes de conspiración y de apoyo político legal e ilegal. Hoy usa ambos para crear esa disrupción que vimos en la región y que llevó a Boric y a Petro al poder.

 

 

Rusia ve a la región como el espacio para crearle caos a su gran rival Estados Unidos en su patio trasero. Es la misma política que llevó a la crisis de los misiles de 1963 pero con otros medios. Ya Rusia no es un rival económico ni ideológico pero necesita tener un asiento con los grandes, y para eso usa su capacidad de disrupción a lo largo y ancho del mundo, llámese Siria, Chile, Colombia o Ucrania. Es la combinación de las formas de lucha con un solo objetivo: mantener su estatus de potencia que ya no es.

 

 

China por su parte juega a otra cosa pero con el mismo objetivo, derrotar a Estados Unidos. El fin es la supremacía hegemónica que China tuvo en el mundo durante siglos y quiere recuperar. Por eso está en lo que está, y tiene a África y Latinoamérica como objetivos estratégicos de política exterior. Pero China no tiene afán, por ahora, pues sus condiciones económicas no son tan buenas y su futuro menos, y por ello hoy compra y compra –primer socio comercial de Brasil, Argentina, Chile y Perú– para alimentar su mercado y vende y vende a todo el mundo para alimentar sus finanzas y generar empleo.

 

 

China compra alimentos, compra minerales, compra puertos, compra tierra, compra empresas de energía, compra minas, compra ferrocarriles, compra autopistas y crea una dependencia que ya tiene efectos en la región. El imperialismo chino poco a poco se comienza a sentir –Brasil es un ejemplo donde hasta Bolsonaro se les entregó y son más poderosos que el gobernador de Sao Paulo– y su poder se extiende y lo comienzan a ejercer.

 

 

En este escenario es que se dan las declaraciones de este precandidato presidencial. Estados Unidos llega tarde a esta disputa económica y política, no tiene los instrumentos para enfrentarla y no está dispuesto a hacerlo. La administración Biden no tiene idea de qué hacer con América Latina y sus contrapartes mucho menos.

 

 

Al contrario, en vez de construir una propuesta, que por lo menos este candidato plantea, hoy varios precandidatos republicanos hablan de atacar a los carteles mexicanos como atacaron a Al Qaeda –y ojo que eso también va para los narcos colombianos que tanto consiente el presidente colombiano Gustavo Petro–.

 

 

Así las cosas en este nuevo debate electoral, a no ser que se dé un milagro, América Latina no puede esperar nada distinto a más de lo mismo. Primero, un Joe Biden, que dizque sabía de la región, perdido en el ego y en la locura de una reelección y sin grandes asesores que además no entienden ni conocen América Latina.

 

 

Y los republicanos destinados a tener que votar por Donald Trump que ya sabemos cómo va a actuar y que espacio tiene la región en un posible gobierno: cero con excepción de México. Colombia perdió la oportunidad de ponerle fin al drama venezolano –que era una obsesión de Trump y estaba listo a jugársela en enero del 2019– cuando se creó la posibilidad de armar un corredor humanitario.

 

 

Por ahora nos tocará, como dijo Churchill, esperar a que Estados Unidos la embarre en la región todas las veces posible hasta que al fin haga lo correcto. Ojalá no sea demasiado tarde.

 

 

Artículo publicado en La Silla Rota

 

Francisco Santos

Dos elecciones y una luz

Posted on: agosto 29th, 2023 by Lina Romero No Comments

 

 

Dos de los países en un momento muy difícil de seguridad, de corrupción, de gobernabilidad –descartando Venezuela, Haití y Argentina, quizás la peor en América Latina– tuvieron elecciones que sorprendieron a sus élites políticas por un lado y al continente por otro. Nadie, nadie los veía venir hace apenas unos meses, en el caso de Guatemala y Bernardo Arévalo y hace una semana en el caso de Daniel Noboa en Ecuador.

 

 

Guatemala hoy es casi un narcoestado. El narcotráfico controla más de 60% del país y el otro 40% está en manos, muchas veces en connivencia con los narcos, de una élite corrupta que gobierna para ellos. El nivel de corrupción sistémica los llevó a tener una justicia paralela a cargo de Naciones Unidas –la Cicig– que en vez de reconstruir la justicia la reemplazó y por abusos de poder fue expulsada tras 12 años de trabajo. Lo triste es que si hacemos una evaluación de la Cicig hoy, cinco años después, no dejó nada sino un rechazo a un instrumento que pudo ser de gran servicio a esta y otras democracias con el mismo problema.

 

 

La elección de Bernardo Arévalo, una reivindicación histórica pues su padre Juan José Arévalo fue el primer presidente democrático de Guatemala y le tocó exiliarse con su familia tras el golpe promovido por la CIA contra su sucesor Jacobo Arbenz en 1954, muestra una gran reacción de los guatemaltecos contra el estado de cosas que dejaron los anteriores gobiernos.

 

 

Un hombre moderado de centro izquierda va a tener que gobernar contra un establecimiento empeñado en no dejarlo y contra unos narcos que se nutrían con el anterior statu-quo y que obvio no quieren que cambien las cosas. La criminalidad organizada que hoy se beneficia del caos y de la corrupción que fomenta el negocio de la migración ilegal –en la que también están– son enemigos de gran calado que con una institucionalidad permeada y débil será difícil de contrarrestar.

 

 

Pero tiene un gran mandato popular. 58% de los votos no es cifra despreciable y le da un margen de maniobra amplio para comenzar a recuperar a ese país. No sé qué tanto pueda recibir ayuda de Estados Unidos –que la verdad no entiende lo que sucede en la región y tiene poco capital político que gastar– pero sí tiene a México y otros países como Colombia prestos para darle la mano.

 

 

En el caso colombiano la policía nacional puede ser un gran aliado y hasta muchos de los mejores expolicías entrenados en lucha contra las drogas, inteligencia y judicialización pueden hacer parte de un programa institucional de largo plazo y gran calado para fortalecer la seguridad en ese país. Eso sí, ojalá Arévalo no escuche los cantos de sirena de abrazos y no balazos de AMLO, pues el problema que enfrenta es de tales dimensiones que si se busca contemporizar o apaciguar a los narcos como lo hace el presidente Gustavo Petro en Colombia no le va a quedar país para gobernar.

 

 

Sin duda una gran bocanada de decencia y oxígeno político el que los votantes de Guatemala le dieron a la región. Algo similar sucedió en Ecuador, donde un desconocido por el que nadie apostaba acabó con el sueño del condenado expresidente Rafael Correa de regresar a gobernar a Ecuador por interpuesta persona. Para nadie es un secreto que Luisa González es un títere de Correa y que estuvo hace unos meses a punto de ganar en la primera vuelta gracias al desastre de gobierno de Guillermo Lasso.

 

 

Hoy el anticorreísmo casi que garantiza que el próximo gobierno no sea el de la monigote del expresidente sino uno de un emprendedor de 35 años con características antipolíticas. Noboa logró recoger el voto joven aburrido con la política tradicional, de derecha y de izquierda, y también representa una mano dura contra la criminalidad algo que suma votos en el vecino país.

 

 

Lo más difícil para el próximo mandatario no solo es la gravísima crisis económica que vive el Ecuador por cuenta del endeudamiento brutal e impagable que dejó Correa y el crecimiento de la delincuencia que hoy tiene a partes importantes de ese país de rodillas, sino el poco tiempo para dar resultados. Este gobierno debe terminar el período de Lasso que va hasta 2025. Poco más de año y medio para mostrar un cambio.

 

 

Con el muy probable triunfo de Noboa los demócratas del continente tenemos que activarnos para ayudar a mostrar resultados en el corto plazo. NO podemos seguir con esa mirada pasiva con que han dejado sola a la presidenta del Perú que evitó que un golpista del populismo del siglo XXI llegara al poder. Su tránsito solitario bajo presiones diplomáticas e intervencionistas importantes de AMLO, de Petro, de Fernández y de Lula no puede ser el común denominador del respaldo político –o mejor la falta de– a quienes se oponen a esa izquierda que quiere destruir a la región.

 

 

Por eso el nuevo presidente de Ecuador, que tiene que hacer la tarea, pues gran parte de la inseguridad tiene nombre propio Guillermo Lasso, debe encontrar un gran respaldo continental para tomar las duras medidas necesarias para recuperar la seguridad y la gobernabilidad económica del país. El correísmo con sus amigos Petro, AMLO, Ortega, Maduro y compañía va intentar frenar cualquier propuesta y acción de Noboa a la espera de las elecciones del 2025. Correa necesita que fracase este gobierno transitorio para tener alguna opción, seguramente la última, de volver a gobernar el país a través de otros como lo quiere hacer ahora con su candidata.

 

 

¿Será que Pastrana, Macri, Uribe, Piñera, Aznar y tantos otros que saben lo que está en juego asumirán esa responsabilidad? En Perú, les quedó grande y en Ecuador no hay margen de error. Los ecuatorianos dieron una lección de grandeza, no los dejemos solos en este momento tan vital.

 

 

 Francisco Santos

Artículo publicado en La Silla Rota

 

Milei, Bukele y lo que viene

Posted on: agosto 20th, 2023 by Lina Romero No Comments

Nayib Bukele y Javier Milei son la misma cara de una moneda. Representan el hastío del ciudadano con una clase política desgastada, y en algunos casos que ha fracasado, y con un deterioro inmenso en seguridad y en calidad de vida. Gustavo Petro, Pedro Castillo y Gabriel Boric son la otra cara de esa misma moneda, pues también representan ese hastío pero con diferentes soluciones a los mismos problemas.

 

 

El fracaso evidente de Petro, Boric y Castillo abre las puertas de par en par a un regreso del péndulo hacia una derecha radical o un centro derecha que aún tiene que mostrar resultados reales. Bukele, con una popularidad del 80 por ciento, ha logrado crear un imaginario que le ha funcionado pero que ha tenido como costo último las libertades democráticas. Pero no nos digamos mentiras, al ciudadano de a pie que ve cómo peligra su vida cuando sale a la calle esas libertades poco le importan si se siente seguro en su ciudad.

 

 

Milei por su parte representa la solución fácil y práctica a una crisis económica que quebró a Argentina y que empobreció a sus ciudadanos. Lali Espósito, una cantante argentina escribió en twitter ante el resultado electoral “Qué peligroso. Qué triste”. Y la respuesta, masiva por cierto, muestra lo que siente el argentino promedio. “Lo peligroso es que tus hijos no coman”. “Triste es que la gente muera de hambre”. “Triste es que te maten por un celular”.

 

 

La verdad es que tanto El Salvador como Argentina representan los dos extremos de la problemática de violencia, el primero, y de empobrecimiento, el segundo, exceptuando a Venezuela que ya es la Haití del continente. Y el debate político en la región con la amplificación de las redes sociales por ahora se va a mover en esos parámetros.

 

 

Los dos meses que faltan para la primera vuelta de la elección presidencial van a ser muy interesantes. Sergio Massa, el candidato de los Kirchner, va a radicalizar el escenario hasta más no poder. Y veremos si los argentinos se asustan con el futuro o deciden que no quieren más el desastre que llevan viviendo durante las dos últimas décadas. El objetivo del candidato del gobierno es pasar a segunda vuelta para radicalizar aún más y tratar de pescar votos en un centro diluido.

 

 

La crisis económica que se está profundizando le va a costar a Massa y ahí está el espacio de la candidata de centro derecha Patricia Bullrich para buscar pasar a segunda vuelta. La verdad Milei ya ocupó el espacio que Bullrich necesitaba para ganar las elecciones y ahora tiene que jugar a lo mismo que Massa, buscar votos en ese centro y en el peronismo blando pues el discurso radical ya tiene nombre propio.

 

 

¿Y el resto de la región qué? José Antonio Kast ya tiene un camino recorrido y es el gran representante de la derecha en Chile. En Colombia aún no hay un heredero de Alvaro Uribe y en Venezuela María Corina se ganó el espacio que la oposición dejó vacío. Vamos a ver qué pasa en Ecuador este domingo y en Perú el sentimiento contra la izquierda está pero nadie lo encarna. México tiene una gran candidata Xochitl Gálvez que tiene a López Obrador loco, tanto que no para de insultarla en su programa mañanero. Y Brasil, a pesar de todas las acciones legales contra Bolsonaro, ese sentimiento contra la izquierda existe y representa casi la mitad de los electores. Lula anda creando la OTAN del Amazonas para distraer la atención dentro de su país.

 

 

Lo cierto es que el populismo del siglo XXI le está dejando una gran herencia al continente, la legitimación de la derecha y la extrema derecha política. Durante décadas gobernaron y dejaron al continente en caos económico y de seguridad, y en los dos países donde no lo hicieron, Chile y Colombia bastaron dos años y un año, respectivamente, para mostrar que esa izquierda es buena para echar cuentos y hacer oposición pero es pésima para gobernar. El espejo de Venezuela y de Argentina hoy reflejan una realidad que Latinoamérica rechaza con contundencia y que en el caso de Milei le dice con claridad “para la mierda”.

 

 

En Colombia las elecciones regionales van a ser un plebiscito contra el gobierno y en las cuatro principales ciudades, tres de ellas hoy con alcaldes de izquierda, la reacción va a ser contundente. Sus candidatos hoy ni aparecen en las encuestas. Y sin duda el deterioro de seguridad solo va a empeorar las cosas. Claro, en tres años todo puede pasar pero Petro ha demostrado tal incapacidad de gobernar que es muy posible que su situación política solo se deteriore.

 

 

No hay que olvidar que ese péndulo regresa. Y la derecha tiene que dar resultados. Pero los resultados no bastan. No es sino ver cómo la izquierda acabó con la reputación de Alvaro Uribe para entender lo que viene, y lo que hay que contrarrestar. Hay que aprender de Bukele y su narrativa –el qué y el cómo– que es exitosísima pues esa izquierda populista sabe de eso, la verdad es lo único que saben hacer. Como será que aún hoy venden uno de los países más pobres del continente, Cuba, como un paraíso.

 

 

La batalla política poco a poco se está ganando, más por la corrupción e ineficacia de los dirigentes de izquierda que por una acción estratégica y coordinada de la derecha. La división de la derecha en Argentina es una muestra de las grandes debilidades que hoy existen. Pero Milei y Bukele muestran un camino.

 

 

Quedan tres años para las elecciones en Perú, Colombia y Chile. No se puede bajar la guardia pues China, Rusia y Cuba están muy presentes en la región y tienen gran capacidad de disrupción. Por eso lo de Milei es apenas una batalla en esta guerra por las libertades, la democracia y el desarrollo de la región.

 

Francisco Santos

Artículo publicado en La Silla Rota

Y quedan tres años

Posted on: agosto 14th, 2023 by Super Confirmado No Comments

 

 

Colombia, la democracia más antigua y más estable de América Latina, cumple su primer año bajo el yugo del populismo que desde México hasta Argentina ha sido la constante política en la historia de la región con especial énfasis en estos últimos 20 años. Solo Uruguay se ha salvado de esta epidemia gracias a que cuando eligió como presidente a un miembro del grupo guerrillero Tupamaro, José Mújica, este resultó ser un gobernante de una sensatez y una humildad sin par.

 

 

¿Y cómo va Colombia en este experimento que por primera vez vivimos en nuestra historia? La verdad podía ser mucho, mucho peor. No quiero con esto excusar el desastre que ha sido este primer año de Gustavo Petro pero su ego, sus manías y su pésima capacidad de gestionar han evitado que este gobierno destruya a Colombia.

 

 

Como todo populista Petro propuso en su campaña, y a lo largo de su historia en la oposición, una ruptura con el pasado. Pero si miramos bien lo que hizo cuando fue electo alcalde de Bogotá, o dejó de hacer después de todo lo que prometió, no nos deberíamos sorprender con la forma como ha manejado el gobierno nacional. Claro el impacto mediático es muchísimo mayor, y quizás lo más grave es la desinstitucionalización que deja a su paso ese huracán populista, pero si en Bogotá no cambió absolutamente nada en cuatro años es muy posible que pase lo mismo en la Presidencia.

 

 

El escándalo de la penetración de dineros de los narcos a la campaña es quizás el símbolo más evidente de lo que ha sido este año, un retroceso inmenso en política en economía y en seguridad. Este escándalo nos lleva al año 1994 cuando se comprobó que a la campaña del presidente Ernesto Samper entraron cinco millones de dólares del Cartel de Cali. El gerente de campaña fue a la cárcel pero a Samper no le pasó nada. Con el famoso “fue a mis espaldas” absolvió su responsabilidad pero su gobierno de ahí en adelante apenas navegó y la única herencia que Ernesto Samper Pizano deja a sus hijos es esa, la de haber sido elegido con dineros de la mafia.

 

 

De la misma manera su gobierno ha estado rodeado de políticos tradicionales que han militado en distintos partidos durante los últimos 20 años y que han llegado al partido de Petro y a su administración por puro oportunismo político. La famosa renovación política nunca llegó y a los ministros nuevos que nombró, la renovación eso sí, resultaron aún peores que lo que el país había tenido que vivir en gobiernos del mal llamado establecimiento. Entrar en los detalles de los contratos con familiares, ilegales por cierto, o de corrupción para solo hablar de unos temas no vale la pena. Lo cierto es que esa ansia de renovación se desinfló como se ha desinflado su electorado. La imagen de Petro pasó del 62 por ciento a favor hace un año al 33 por ciento hoy. La caída más rápida en popularidad de un Presidente en su primer año en América Latina en las pasadas tres décadas.

 

 

Quizás lo más grave de este primer año tiene que ver con el tema de seguridad. Ya se comienza a ver la subida del secuestro y la extorsión, la criminalidad urbana adquiere una visibilidad aún mayor y la producción de droga, la gran financiación de la criminalidad organizada en Colombia, aumenta de manera desenfrenada. Es más, en un retroceso de 33 años cuando el narcotraficante Pablo Escobar pagaba por el asesinato de cada policía, volvimos a esas prácticas cuando sicarios de las Farc asesinaron a una patrullera de la policía pues su jefe, alias Iván Mordisco, estaba pagando por la cabeza de cada policía asesinado.

 

 

Finalmente en un proceso de paz con todas las organizaciones criminales llamada paz total, el presidente les otorga beneficios a criminales individuales y a organizaciones sin contraprestación alguna. Dos ejemplos. El jefe paramilitar Salvatore Mancuso ahora es gestor de paz, aunque aún permanece en una cárcel en Estados Unidos, y al ELN se le regala un cese de hostilidades bilateral sin concentración y en el cual ellos dicen que seguirán secuestrando, extorsionando y traficando. Solo no atacan a los militares. Como si esto no fuera poco su plan de seguridad incluye pagarle 250 dólares a 100 mil criminales para que no asesinen. Es decir el mensaje del presidente es claro: el crimen paga. Un conocido analista político que compartió toldas con Petro en el M19, Carlos Alonso Lucio, dice que esta es la “milicianización de la política” lo que sí sería muy grave.

 

 

Es obvio que la economía se ha frenado y la confianza del consumidor y el inversionista están por el suelo. Nuevas inversiones no se van a ver y seguramente, a pesar de que las noticias económicas hasta ahora no son malas, con excepción de la inflación que no ha bajado como en otros países y sigue por encima del 10%, se viene un deterioro del crecimiento económico.

 

 

La lucha de estos tres largos años que quedan va a ser para impedir la destrucción de la institucionalización. El orden público se arregla, ya lo hicimos entre el 2002 y el 2010, y la confianza económica se recupera. Recuperar las instituciones es mucho más complejo y demora más tiempo. Por eso esta pelea, que es de los ciudadanos, debe ser por la preservación de la independencia de poderes en especial la rama judicial y la visibilización y responsabilidad ante sus electores de aquellos congresistas que se dejen comprar para aprobar reformas que Colombia rechaza.

 

 

Colombia cambió con la elección de Petro pero la izquierda democrática de nuestro país merecía algo mejor. Muchísimo mejor.

 

 

Francisco Santos

Artículo publicado en La Silla Rota

 

La debacle migratoria

Posted on: julio 13th, 2023 by Lina Romero No Comments

Lo que pasa en Francia o en el estado de la Florida en Estados Unidos son dos termómetros de un tema, el de la inmigración, que va a determinar el futuro político del mundo desarrollado y claro afecta al resto de países del mundo en desarrollo.

 

 

Hay que partir de una base: nadie emigra a Cuba, a Venezuela a Nicaragua o a Rusia y China. La migración se da hacia los países que generan oportunidades de una mejor vida y de libertad. Lo uno va de la mano con lo otro pero aquellos países autoritarios, dictatoriales aprovechan esta característica para sembrar caos y fomentar inestabilidad en los países desarrollados.

 

 

Cuba y Venezuela son el perfecto ejemplo del uso político y económico de la migración. Cuando Fidel Castro quiso generar un lío político con Estados Unidos en 1980 abrió las puertas de las cárceles y facilitó la migración a la Florida desde el puerto de Mariel. La crisis migratoria de los marielitos o la masiva migración por represión y pobreza de Venezuela le generan beneficios a ambos regímenes dictatoriales. Les reducen el gasto en servicios, les generan dividendos en remesas y les dan un instrumento de poder político geoestratégico.

 

 

Rusia, a donde nadie quiere emigrar e incluso sus ciudadanos billonarios prefieren Dubai lo que es una vergüenza, también juega a este caos para debilitar sus enemigos, las democracias de occidente. No es sino ver RT y toda su estrategia de desinformación para darse cuenta de cómo lo hacen. La información sobre migración ilegal en España o en Alemania tiene un foco distinto orientado a los sectores más recalcitrantes de cada país en este tema precisamente para crear más caos, más polarización y más enfrentamientos.

 

 

Ver hoy los twitters sobre Francia y la explosión de violencia muestran una parte de la realidad que no me cabe duda existe, pero la masificación del mensaje tiene en esas campañas de desinformación, en las que los rusos son expertos, un aliado y seguramente cuando se estudie un poco más, y el daño esté hecho, un agente activo. Esa narrativa es la que los rusos, y la izquierda radical populista o progre como se les dice en Estados Unidos, utilizan para sembrar esa deslegitimación del sistema político y esa crispación que, no nos digamos mentiras, solo va a crecer.

 

 

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, de origen italiano y bisnieto de una migrante que casi no dejan entrar a Estados Unidos por leyes como la que él acaba de promover, ha puesto a este estado en batalla legal contra la migración. Los efectos ya se comienzan a ver, en la construcción los obreros ya empiezan a escasear pues muchos eran migrantes ilegales que de todas maneras pagan impuestos y las empresas de jardinería y donde se requiere mano de obra ya ven su capacidad disminuida por la misma razón. Muchos migrantes ilegales han decidido moverse a otro estado donde no haya esa persecución.

 

 

En Francia y en Europa tienen el mismo problema que en Estados Unidos la migración, legal e ilegal, se ha convertido en una papa caliente política que solo le sirve a los extremos. Esta crisis de Francia le sirve a los exponentes del discurso xenófobo en Europa y le da argumentos para radicalizar su discurso. Lo mismo sucede en Estados Unidos donde DeSantis es apenas un ejemplo.

 

 

Las víctimas al final son los migrantes serios, trabajadores y que han ayudado a construir tanto a Estados Unidos como a Europa. Los españoles no van a recoger las frutas de Huelva o los norteamericanos las de California para solo dar dos ejemplos. Pero la discusión sobre migración ya no es racional pues es la irracionalidad y la xenofobia lo que da es rentabilidad política. Claro el ejemplo de lo sucedido en Francia y tanto la violencia como el discurso agresivo contra su democracia y sus ciudadanos, van a justificar la reacción que viene, pues también hay que entender el otro lado de la ecuación. Un francés promedio piensa varias cosas: si no quiere estar que se devuelva, si nos detesta ahí está la puerta y por qué les vamos a dar con nuestros impuestos educación y servicio sociales si nos odian tanto. El mensaje de unos pocos desadaptados que no representa a millones de inmigrantes que cumplen la ley y se integran crea ese huracán político que se viene con el tema de la migración.

 

 

Increíble que la última vez que se dio una gran reforma al tema de migración en Estados Unidos fue durante la administración de uno de los presidentes más conservadores de este país, Ronald Reagan en 1986, ¡hace casi 40 años! Que Estados Unidos o Europa no hayan entendido que la migración es la base de su poder y de su futuro, en especial cuando su población cae de manera dramática es inentendible. China de 1300 millones hoy va a caer a menos de 800 millones de habitantes en el año 2100 pues nadie quiere ir a China, por ahora. Rusia de 146 millones hoy en el año 2100 tendrá según cálculos de Naciones Unidas cerca de 86 millones. Solo la migración puede revertir esa tendencia.

 

 

En Europa es igual. Italia de 59 millones va a pasar en el 2100 a 40 millones, España de 47 millones a 33. Las cifras claro que dan para todo y muchas de ellas pueden ser muy pesimistas pero lo cierto es que hoy el mundo desarrollado no genera crecimiento de población y la migración es fundamental. Pero esa realidad demográfica va en contravía con la realidad política que en el escenario de hoy con DeSantis y Francia como ejemplo pues va de mal en peor.

 

 

Australia y Canadá son hoy ejemplos de migración ordenada. Claro, su ubicación geográfica facilita, pero es un ejemplo de lo que se puede lograr. Y en este nuevo escenario geoestratégico de libertad contra dictadura la migración debería ser uno de los incentivos para estar en el lado de la libertad.

 

 

Una migración ordenada con condiciones políticas claras puede ser un gana-gana en todo sentido: demográfico, económico y político. Hoy, las cosas van en la dirección equivocada y solo cuando estos países y su represión contra la migración muestren el efecto económico dramático que va a tener, su política va cambiar y ser pragmática frente a una realidad que quieran o no va a continuar.

 

Con muro o sin muro.

 

 Francisco Santos

 

Artículo publicado en La Silla Rota

El libreto de Petro y los populistas

Posted on: julio 3rd, 2023 by Lina Romero No Comments

 

El presidente Gustavo Petro utiliza un libreto para acusar enemigos y defender posturas que no es nuevo. Es más, el presidente Vladimir Putin lo rescató de sus archivos y lo puso en ejecución para darle legitimidad a su invasión a Ucrania. Acusar a los ucranianos de ser nazis y por ende recordarle a sus ciudadanos ese brutal pasado y esa lucha heroica del pueblo ruso, le permite justificar el costo brutal en vidas y recursos económicos que conlleva esa invasión.

 

 

Petro hace lo mismo todos los días. Tremendas marchas pacíficas en contra de su gobierno: salió la clase media alta arribista. Se cayó la reforma laboral: el poder económico no quiere la dignidad del trabajador y necesita que el pueblo sea esclavo para obtener más ganancias. Y así podríamos citar infinidad de ejemplos donde el que no está con él es un enemigo paramilitar o su fracaso es culpa del otro.

 

 

La esencia es crear un enemigo que se debe destruir y que además justifica todo acto, incluso la represión, para defender un propósito. La Unión Soviética en la guerra fría no solo sofisticó ese modelo y lo utilizó en distintas ocasiones sino que lo transmitió por todo el mundo, la verdad con tanto éxito que hoy lo utilizan por doquier dictadores y líderes ‘democráticos’ como Petro, Kirchner, Lula o AMLO.

 

 

El libreto de la lucha contra el imperialismo y a favor de los oprimidos tuvo su primer gran escenario y prueba el 17 de junio de 1953 en Alemania del Este, si Alemania estuvo dividida durante la guerra fría y solo se unió en 1990 con la caída del muro de Berlín que tanto detesta Petro. Ese día más de un millón de trabajadores se levantaron contra el gobierno comunista exigiendo elecciones libres y la reunificación alemana. Bajo la premisa de lucha contra el imperialismo y en defensa de las clases trabajadoras la Unión Soviética, hoy Rusia, utilizó los militares y los tanques estacionados en ese país para reprimir ese movimiento con cientos de muertos, miles de arrestados y condenados a prisión durante años. Los tanques acabaron con ese sueño de libertad.

 

 

En ese entonces Occidente no apoyó las protestas por temor a una guerra nuclear y la represión no solo fue exitosa sino que le permitió a la Unión Soviética hacer lo mismo y reprimir otros levantamientos populares en busca de libertad. Así lo hizo en Hungría en 1956, así acabó de manera violenta la primavera de Praga en 1968 e incluso las protestas de Polonia que encabezó el líder sindical Lech Walesa y su movimiento Solidaridad en 1980.

 

 

El mismo libreto justificó la lucha armada por toda América Latina y la intervención de Cuba, un estado servil que la Unión Soviética financió hasta 1990, en muchos de los países de la región a través de su apoyo a esas organizaciones guerrilleras. Es más el libreto penetró la academia y su lucha contra el imperialismo, el americano y de occidente pero no el soviético de entonces y hoy el chino, y hace parte fundamental del discurso de esta izquierda populista democrática o dictatorial.

 

 

Pero el mundo ha cambiado y además de los enemigos tradicionales, hay uno nuevo: los medios que son los que crean las narrativas como la que Lula utilizó para tratar de justificar la atroz dictadura de Maduro. O son la matriz mediática la que no deja gobernar y genera la imagen ‘equivocada’ del gobernante. AMLO un día sí y el otro también ataca a los medios o a los periodistas en sus llamadas Mañaneras para justificar su falta de gestión u ocultar la corrupción en su gobierno cuando esta es develada. En el mundo moderno de hoy además de la lucha contra el imperio el otro gran adversario es la libertad de prensa, los periodistas y los medios independientes pues son la única amenaza a ese unanimismo que necesita la izquierda para imponer su discurso y su narrativa. No en vano en las dictaduras populistas de izquierda ese enemigo ya ha sido neutralizado, no existe y la narrativa del gobierno no tiene contrapeso o cuestionamiento de ninguna índole.

 

 

Eso si el gobernante y sus seguidores utilizan lo que ellos llaman matriz mediática para crear más lucha de clases para dividir más a la sociedad o para justificar sus equivocaciones o sus errores y culpar al otro de ese fracaso. Y la verdad lo hacen de manera mucho más efectiva que la contraparte. Encuentran nuevos enemigos con quienes luchar para distraer o justificar y nuevos temas para irrumpir y para dividir. El tema de género y de racismo sistémico son dos de los ejemplos más recientes donde la agenda que imponen es blanco y negro. En los grises esa narrativa y ese libreto se deshace. O estás conmigo o eres mi enemigo y la política de cancelación es el último instrumento, y muy efectivo, para imponer este discurso.

 

 

La izquierda populista, y la derecha aunque menos, tienen libreto, tienen narrativa, tienen historia y tienen inmensos aliados que saben manejar esas ‘matrices mediáticas’ para desinformar, dividir e irrumpir. El centro izquierda, el centro y el centro derecha tienen que aprender a jugar a ese mismo juego y crear un discurso que genere atracción y votos. La sensatez, la evolución, el esfuerzo, la libertad y el orden no son tan atractivos como la revolución, la gratuidad, el libertinaje. Pero si no se hace quedamos divididos en dos extremos que no son respetuosos de la libertad, de la democracia y sus valores.

 

 

El populismo utiliza la democracia para llegar, para dividir, para destruir y para mantenerse en el poder. El reto es cómo crear esa otra historia para evitarlo, antes de que sea tarde.

 

 

Artículo publicado en La Silla Rota

 

 Francisco Santos

Petro, lecciones de una crisis

Posted on: junio 14th, 2023 by Lina Romero No Comments

No es la primera vez que un escándalo de este tipo salpica a un presidente de Colombia. En 1994 Ernesto Samper fue elegido con dineros del narcotráfico que entraron a la campaña. Ese escándalo se llamó el proceso 8000 y lo triste es que ni Samper fue condenado, “fue a mis espaldas” dijo para salirse con la suya, y como ahora vemos Colombia y sus instituciones tampoco aprendieron la lección.

 

 

Era de prever que algo así iba a pasar en esta elección dada la podredumbre del sistema electoral colombiano, que incluso se ha deteriorado desde el 94, el crecimiento del narcotráfico y su mexicanización y la costumbre de Chavez y de Maduro, siguiendo el ejemplo de Cuba y de Rusia, de ayudar a los políticos y los partidos afines como ya lo han hecho con los Kirchner en Argentina, con Evo Morales en Bolivia, Zelaya y su esposa en Honduras y otros en la región.

 

 

Así que no nos deberíamos sorprender de lo que sucedió en la campaña presidencial de Gustavo Petro. Hace poco habían capturado a una senadora de su movimiento, Piedad Córdoba, con 62.000 dólares en efectivo en su turbante y existe el antecedente de Petro contando dinero en efectivo en bolsas negras durante una de sus campañas. La Corte Suprema archivó la investigación y por ende le abrió paso a lo que sucedió con la campaña presidencial del 2022. Como dice el dicho, blanco es, gallina lo pone y frito se come. No entendimos lo que nos corría pierna arriba y eso que tenemos una Misión de Observación Electoral hace años que la verdad para este caso no sirvió para nada.

 

 

El crecimiento del narcotráfico a lo largo y ancho de la región es una variable fundamental para entender el riesgo en el que están nuestras democracias. Y si México tiene por lo menos una tercera parte del país en manos del narcotráfico, ¿qué podemos esperar que suceda en países con instituciones más débiles? Lo que se está destapando de la campaña presidencial de Petro es apenas el principio, pues la mexicanización del negocio de la droga desde el río Bravo hasta Tierra del Fuego lleva como característica esencial el control político local y el control territorial militar.

 

 

A este mapa de riesgos, que hay que empezar a elaborar, hay que sumarle una narcodictadura en Venezuela que quiere ampliar su influencia y utiliza ambos canales, el político y el del narcotráfico, para lograr sus objetivos expansionistas en el continente. Habrá que sumarle a este delicado escenario una Rusia cada vez más agresiva que no dejó de lado la región, como sí lo hizo Estados Unidos, después de la caída del muro de Berlín. Para Rusia, América Latina es un objetivo estratégico por el efecto que tiene en Estados Unidos y con los cubanos y los narcos, una alianza que lleva décadas, la tienen servida para crear ese efecto de disrupción que tanto los beneficia.

 

 

Distinguir ya entre dinero de Venezuela o de los narcos es prácticamente imposible pues la alianza que en ese país hay entre un remedo de gobierno y las organizaciones criminales que allí se asientan está consolidada. Se complementan, se nutren y crecen al amparo de una impunidad total. Así que lo sucedido en Colombia, y repito aún falta mucho por saber, es apenas el principio de una captura del Estado por cuenta de esa alianza narcopopulista que va a crecer en la región.

 

 

La debilidad y corrupción de las instituciones electorales es uno de los elementos críticos en este nuevo balance de poder. Es más fácil comprar una elección que ganarla a través de amenazas o de violencia. No con ello quiere decir que no se utilice la violencia, en especial contra esos actores que son incómodos, como son los periodistas.

 

 

México es un gran ejemplo de cómo va a ser la pelea a futuro. La violencia contra los periodistas en ese país y la desprotección por parte del gobierno no tiene nombre. Y el cambio que quiere hacer el presidente López Obrador del sistema y la institucionalidad electoral hacen parte de esa agenda común que tienen los populistas y los narcos.

 

 

Latinoamérica, a pesar de los sucedido en las últimas dos décadas, es la región más democrática en el mundo en desarrollo. Y si Estados Unidos no quiere tener un barril de pólvora al lado o una región cooptada por una alianza de los narcos con Rusia y China (Cuba y Venezuela son unos peones) tiene que despertar a esa nueva amenaza. Es una verdadera lástima que quienes hoy manejan la política latinoamericana en el actual gobierno norteamericano sean de tan bajo nivel y no tengan el peso específico para promover una agenda que neutralice estos riesgos a la democracia.

 

 

La crisis en Colombia por los dineros mal habidos en la campaña de Gustavo Petro son apenas un síntoma de una debilidad mayor, la fragilidad de los sistemas electorales en nuestros países. Lo de Colombia no tiene nombre pues su registrador, quien maneja el tema electoral, tiene junto a su familia unos cuestionamientos enormes. Y el Consejo Electoral, la máxima instancia en estos temas, es un nido de politiquería de pequeña talla que solo vela por su interés personal y de partido entregando su verdadero ser, la defensa de la democracia.

 

 

Ya veremos cómo termina el escándalo en Colombia. No creo que pase a mayores pues este populismo no tiene ningún valor democrático. Al igual que en 1994, comprarán silencios y comprarán votos si los necesitan, pues están acostumbrados a la impunidad y a su ética perversa que les justifica. Basta escuchar a Lula hablar de Venezuela como una democracia para entender cómo se comporta esa izquierda tan nociva para las libertades.

 

 

A eso hemos llegado.

 

 

 Francisco Santos

 

Artículo publicado en La Silla Rota

Aprendamos de España

Posted on: junio 4th, 2023 by Lina Romero No Comments

La paliza electoral que recibió el PSOE y en especial su líder Pedro Sánchez en las elecciones regionales, de gobernadores y alcaldes, este pasado domingo deja unos aprendizajes que todos los políticos de América Latina deben mirar con cuidado, eso si, pues su realidad tiene muchos matices distintos a los de España. Pero, si se quiere aprender, vale la pena mirar.

 

 

En estas elecciones el partido Podemos de extrema izquierda, ese gran aliado de Maduro y de Petro, prácticamente desapareció. Ciudadanos, el partido de centro que tuvo gran éxito en las dos pasadas elecciones, desapareció también. Vox, el partido de derecha se fortaleció en toda España menos en Madrid, la ciudad y la comunidad. El Partido Popular se comió los votos de Ciudadanos y algunos de Vox en Madrid y el descalabro del PSOE fue brutal. El PSOE perdió en comunidades, departamentos o estados en nuestros países, donde tenía un poder consolidado. Sánchez, en general, se llevó por delante el partido y los movimientos que lo apoyaban.

 

 

¿Qué lecciones se pueden sacar de esta jornada electoral? La primera es para los medios. Hace unos días le preguntaban a una funcionaria del gobierno de Petro, Ana Teresa Bernal, que porqué había perdido Sánchez y respondió, “por la matriz mediática”. Así le llama esa izquierda a los medios. Se le olvida que la cadena radial Ser, la primera en España, y el periódico El País, el primero de España, estaban de manera descarada al servicio de Sánchez. Y la lección es clara: cuidado con esos apoyos irrestrictos a esos populistas, cuidado con dejarse comprar por una pauta y entregarse a ese populismo que la cuenta de cobro viene y a estos gobernantes les importa un pito lo que suceda con los medios. Los usan y los desechan.

 

 

Una segunda lección es la palabra del gobernante. Sánchez prometió no gobernar con Podemos o con Bildu, el partido de la ETA e incumplió ambas promesas, ni hablar de las veces que faltó a la verdad. España le pasó la cuenta de cobro como los colombianos se la pasaron al presidente Santos con el plebiscito, pues mintió a diestra y siniestra sobre las condiciones para la negociación. Esas mentiras hoy son la herencia política de Santos como las de Sánchez son las suyas. El ciudadano no es tan bobo y si bien ese 15% o 20% de barras bravas siempre se comen el cuento y las mentiras, el resto es más sensato y abierto a escuchar.

 

 

En España la alianza con Bildu una organización terrorista a la que no le costó nada reintegrarse a la sociedad, ni un perdón, tuvo un efecto inmenso en estas elecciones en contra de Sánchez. En Colombia quizás no sea así por ahora, dada nuestra historia, pero la violencia que hoy se vive con las mal llamadas disidencias de las FARC y con el ELN, producto de un proceso mal hecho, le va a pasar factura al gobierno, a la paz y las instituciones que se crearon en especial la JEP y la Comisión de la Verdad. Estas dos últimas hicieron y hacen hasta lo imposible por lavarle el rostro criminal a las FARC y el ciudadano está hasta la coronilla.

 

 

Una tercera es que el español se aburrió de que le impusieran esa mirada correcta a la sociedad. Hicieron una ley donde había decenas de modelos de familia menos la familia tradicional para citar un solo ejemplo. Se aburrieron de los elles y ellis y mandaron un grito de libertad. ¡No nos impongan, dejen que el ciudadano decida!, fue el mensaje claro. Y una cuarta es la soberbia. Sánchez gobernó para él y no para el partido, pensó en él y no en el futuro de España y le pasaron la cuenta de cobro. ¿Cuántos gobernantes de nuestra región son así? Con esa soberbia estoy seguro de que nada van a aprender.

 

 

Para Colombia en elecciones regionales hay muchos aprendizajes. Lo primero es que al liberalismo, al conservatismo y a la U, le van a pasar factura por estar con el gobierno de Petro. Venderse por un plato de lentejas tiene un costo y la sociedad debe hacérselos pagar con acciones en redes sociales contra los que se venden, con acciones en sus lugares de votación y contra quienes apoyan en las elecciones de octubre. Que el costo político sea mayor al beneficio debe ser tarea de todos.

 

 

Una segunda lección debe ser no olvidar el centro. En España Vox se quedó con la derecha pura y dura, y el PP se quedó con la centro derecha y una parte importante del centro. No hay que ser vergonzante con la derecha pero tampoco alejar a ese centro que es el que da el triunfo electoral. Contar con el desastre de Petro para ganar las regionales no es suficiente. Sirve para atacar a sus candidatos, lo que es bien rentable, pero hay que tener candidatos únicos y buenos para competirle. A menos de cinco meses de las elecciones no hay ese proceso que deje unión y a los mejores candidatos. No sea que el centro y la derecha por esos egos entreguemos esta gran oportunidad política, y el país de pronto.

 

 

Hay que abonarle a Sánchez que en una jugada inteligente asumió la responsabilidad y citó a elecciones para el 23 de julio. Sin duda el PSOE va a tratar de presentar la alianza PP-Vox, como lo ha hecho en estos cuatro años, como el regreso del fascismo al poder. ¿Les suena similar a lo que hacen Petro, Lula, Maduro y Ortega? Ellos viven del enemigo, no pueden construir de lo propio pues son muy malos gestores. Necesitan ese enemigo para movilizar y es lo que vamos a ver en las elecciones españolas y las elecciones regionales colombianas.

 

 

Si el PP logra mayoría absoluta queda claro el camino para muchos partidos conservadores: unión, mensaje contundente y movimiento al centro derecha. Si no, pero con Vox logra la mayoría absoluta, queda claro que la derecha y su partido está para quedarse y que se debe emprender un nuevo camino de unión para tener dos alas o de alianza que tiene un costo político que es más fácil de manejar.

 

 

Finalmente Argentina debe también mirar con cuidado estas elecciones y las del 23 de julio. Obvio el desgaste de Sánchez o de Petro no es ni de cerca el desastre de Fernández y de la mafiosa corrupta de la Kirchner. Ninguno se presenta por cierto, pero la derecha está dividida entre un sector muy radical, el de Milei, y la derecha que representa Macri, quien tampoco va a ir a las elecciones. En unas primarias deben decidir quién es el candidato de esa derecha menos radical, pero no pueden perder de vista el objetivo de recuperar el gobierno y deshacer los desastres del kirchnerismo.

 

 

Una derecha dividida puede perder con el candidato de izquierda y mantener a ese país en ese caos económico. Quizás la desesperanza que hoy existe en ese país no deje que eso suceda y se dé una unión o que incluso divididos ganen pero el riesgo es alto.

 

 

Lo cierto es que ese populismo pierde, por ahora, a un gran aliado en Europa, va a perder un gran aliado en el sur del continente, ya perdió a su aliado en Perú y puede tener muy debilitado a uno de sus principales exponentes: Gustavo Petro en Colombia.

 

 

El péndulo lentamente regresa. Lo clave es hacer las cosas bien, convertirse en verdadera alternativa, y esperar que el latinoamericano promedio entienda que ese populismo solo trae pobreza y quede con inmunidad de rebaño pues estos 25 años de destrucción a lo largo y ancho de la región ya son suficientes.

 

 

 Francisco Santos 

 

Artículo publicado en La Silla Rota