Pensar en sexo en tiempos de crisis puede ser una locura para muchxs, e incluso hasta una agresión. Y es que cuando hay situaciones de tensión que deprimen, que disparan la rabia o la tristeza, la sexualidad es uno de los primeros placeres que suele sacrificarse, porque hay cosas “mas importantes”.
Las crisis producen estrés, un factor de riesgo que -a su vez- genera una serie de alteraciones biológicas y emocionales que logran afectar el funcionamiento sexual.
SEXO EN TIEMPOS DE CRISIS ¿CÓMO TRATARLO?
Lo primero para afrontar una crisis “de habitación” es llevarlo a nivel consciente; es “darse cuenta” aunque no siempre se tiene esa habilidad. Lo siguiente es hablarlo con la pareja. Entre ambxs pueden buscar alternativas para funcionar.
Aún cuando no exista deseo de tener relaciones sexuales, o disfrutar del sexo en cualquiera de sus prácticas, creo que es conveniente no descuidar la intimidad. Y cuando menciono esto, hablo de momentos como un baño juntos, dormir desnudos o disfrutar de una sesión sólo de caricias… En fin pasar como quieras un tiempo con la otra persona. Que sea una especie de “ansiolítico”.
Cuando hay crisis, dependiendo de cada quien, se vive de forma más o menos agobiante; pero tener pareja o amigxs especiales pueden ser una manera de drenar, de recargar de forma positiva a nivel espiritual, afectivo y si ambos tienen voluntad: a nivel erótico.
Que la crisis no invada los espacios íntimos, porque aun cuando el exterior esté colapsado, que la pareja esté unida y fortalecida es un aliciente para continuar con fuerzas y afrontar situaciones difíciles.
Eme de Mujer/Michela Guarente