La producción general de alimentos, bebidas y tabaco en el país cerró con crecimiento de 5,9% en el cuarto trimestre de 2012, el primer resultado positivo luego de haber cerrado en negativo durante seis trimestres consecutivos.
Sin embargo, el comportamiento de la manufactura privada fue inferior al registrado en el año previo. Las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) indican que la producción privada de alimentos, bebidas y tabaco cayó 3% en 2012, luego de que había crecido durante tres años consecutivos.
Si bien la producción mes a mes se mantuvo en ascenso, se registraron momentos difíciles en abril, junio, julio y diciembre cuando los volúmenes de producción registrados fueron los más bajos del año.
Al comprar las estadísticas del BCV sobre la producción interna de alimentos, se observa que la manufactura del año pasado es 5,02% inferior a la registrada en el año 2008.
Mientras la producción interna disminuye el consumo avanza a paso redoblado, y la demanda de la población está centrada en bienes prioritarios como los alimentos.
Las razones
El acceso a los insumos y materias primas fue el principal obstáculo que tuvieron que enfrentar las empresas privadas el año pasado.
La producción nacional fue insuficiente en rubros claves como arroz, maíz y café, y las importaciones dependieron del Estado, que es quien realiza las compras a través de la corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (CASA).
Las trabas en el acceso a las divisas y los cuellos de botella en la liquidación de las mismas también afectaron la reposición de inventarios de las empresas, lo cual tuvo impacto en los niveles de producción. Incluso, por retrasos en pagos a los proveedores internacionales se perdieron líneas de créditos y por ende los despachos.
El Banco Central reconoció en su informe que lo que sostuvo la producción de alimentos el año pasado fue «la mayor disponibilidad de materias primas e insumos importados», que «permitieron estimular la actividad productiva de las empresas».
Cavidea ha señalado en varias ocasiones que las empresas afiliadas a la cámara recibieron 14% menos divisas en 2012, con respecto al año previo. El rezago en la liquidación de dólares era de más de 200 días.
El control de precios fue un factor predominante en la producción de alimentos. Los rubros controlados tienen más de un año sin ser revisados (con excepciones como el azúcar, el café y la harina precocida de maíz). En ese período han aumentado costos como mano de obra, fletes, servicios e insumos nacionales e internacionales.
Los precios de las bebidas no alcohólicas también tienen casi un año congelados.
Tras la devaluación del pasado 8 de febrero, los sectores han pedido al Ejecutivo que revise los costos de producción y permita el desplazamientos de los precios. Sin embargo, el Gobierno ha sido tajante al señalar que no habrá ajuste mientras el Banco Central liquide divisas al cambio anterior de Bs 4,30 por dólar. Las paralizaciones de producción generadas por fallas eléctricas y conflictos laborales también tuvieron incidencia sobre la producción.
Escenario complejo
El panorama del sector de alimentos es complejo. Las empresas consideran que debe producirse un cambio en las políticas económicas y flexibilizarse los controles para que la industria se pueda reactivarse y aumentar su producción.
El flujo en la entrega de divisas será determinante para garantizar el abastecimiento. Los empresarios también han señalado que deben hacerse ajustes en la nueva Ley Orgánica del Trabajo (Lottt) que ya ha tenido incidencia sobre la producción. Señalan que la reducción en la jornada laboral y las limitaciones en horas extras, entre otros aspectos, generarán paradas en la producción.
Fuente: EU