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Venezuela y nuestros roles laborales

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Venezuela y nuestros roles laborales

¿Qué nos importa más hoy en día?; ¿es el sueldo que percibimos?; o ¿el rol laboral que interpretamos?

 

Son preguntas que se hace un politólogo con poca experiencia en la vida, pero que en fin; de la misma forma observo día a día. Muchas veces al preguntar que quieren las personas en situación económica, y responden “solo lo normal”; como también cabe quienes quieren hacer mucho dinero o ser grandes profesionales en la vida.

 

Lo que se cuenta en esta Venezuela, tan acontecida de problemas económico-sociales, es que no se da abasto para todas estas cosas: 1) lo normal: parece ser tener una familia; casa y un empleo que pueda sustentar eso; 2) Ganar mucho dinero: parece implicar ser un sujeto que no escatima en valores éticos, puesto que mientras más dinero produzca, más puede gastar en bienes muebles e inmuebles que no son costeables en tiempos laborables normales, como por ejemplo lo que puedes alcanzar en 30 años, lo realizas de la noche a la mañana; y 3) Ser grandes profesionales: querer ejercer la profesión de los sueños en la medida que se puede, seguir aprendiendo y escalando en el rol profesional; a sabiendas que el pago quincenal no es suficiente para obtener lo “normal”, en términos de calidad de vida.

 

Muchos no están dispuestos a migrar de este país, porque no quieren trabajar en una cafetería, ya siendo “contadores” o “médicos”; puesto que más valor le dan a sus trabajos y roles; otros sencillamente no vacilan en tomar una oportunidad que de mayor calidad de vida.

 

Todo esto es relevante, cuando nos hacemos una pregunta básica: ¿Qué es lo que realmente queremos?

 

Quienes quieren más calidad de vida; y quienes quieren ejercer sus roles de preferencia, tienen en común, que las condiciones para establecer una buena calidad de vida en Venezuela, en este momento, no es tan viable; pero las preguntas que interpreten: dinero y capacidad adquisitiva en una sola premisa, quizá no sea algo que cruce por la mente de muchos.

 

Un punto que puede establecer la unión de estos dos criterios mayormente éticos; salvo quienes no vean esta necesidad por otras condiciones previas no mencionadas aquí; deben comprender, que en este momento no es más dinero lo que realmente se quiere (aunque muchos piensen que sí), la idea que muchos persiguen es el “aumento de la calidad de vida”; ¿y qué haces con un sueldo de 30.000mil bolívares, que no sea solamente parrandear o salir de fines de semana!?, la respuesta difícilmente sea comprar una casa de 7millones o un alquiler de un apartamento en 12millones; ¿realmente no vale la pena la inversión en el país?; la respuesta es compleja: requiere de mejores condiciones de la gerencia del Estado, pero en este momento la reflexión versa sobre: ¿realmente es dinero lo que se busca?; que pasa si es inflar la capacidad adquisitiva, tiene más sentido; todo este proceso engorroso socio-político y económico, debe obligatoriamente dejar una reflexión en cada uno de nosotros.

 

Es que acaso invertir en otro país es más caché que invertir en el nuestro?; o acaso transar con otras economías da más estandart que transar en el interior de nuestra región?; si algo puedo observar de nuestros países vecinos, es que cada quien se cuida las espaldas como grandes familias, de los demás países (incluyendo del nuestro); y Venezuela solo se ha encargado de acoger a todas las necesidades de otras comunidades externas a las nuestras.

 

Mi pregunta real puedo ahora formular: es que tanto nuestra orientación pública; como la privada, más importante es laborar e invertir afuera?; o es que como comunidad, no nos damos el valor real; que considero merecemos.

 

Ser empresario aquí; como rol, es lo mismo que ser empresario en otro país (solo como rol); por ende las condiciones las establecemos nosotros mismos; y desde el año 1960, es lo único que hemos hecho; gastar el dinero, sin vernos a nosotros como comunidad.

 

Un gran problema que nos aqueja es lo joven de nuestra democracia; creo que problemas tan graves como el que tenemos; han sido la única forma de ver realmente, que es más importante: el rol que tenemos en nuestro país; que en contribución con una buena labor colectiva inflemos poco a poco la capacidad adquisitiva; o es el dinero, lo que más nos importa.

 

Este escrito es evidentemente holístico; pero no deja de ser personal al saber que todos somos culpables de la gran nube que hicimos de nuestras vidas para con la comunidad, es cierto que la praxis política ha hecho un desastre; pero realmente que hacemos nosotros contra ello; es que permitimos a generación de relevo en las diversas disciplinas tomar su lugar; o la envidia puede más; es que, queremos un “culito”, o necesitamos ocho para vernos mejor; acaso, necesitamos un celular de última generación “precisamente ahorita”; o la cabeza no nos da para entender que nosotros siquiera producimos el aparato como para darnos ese lujo; y necesitamos que otra comunidad lo haga por nosotros, a veces son nuestros malos hábitos que hacen que nosotros confundamos la economía con lo realmente necesario; la verdadera pregunta es; ¿realmente necesitamos todo?; o quizá lo necesario nos baste para planificar un futuro juntos y con mejores condiciones, y quizá aquel aparato electrónico que tanto se anhelaba sea hasta de marca venezolana.

 

Miguel S. Zanella

@mialsan

 

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