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Temas para el diálogo

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Temas para el diálogo

El régimen menguante, camarita, colocó sobre la mesa, como si fuesen platos de pabellón criollo con sus respectivas barandas, tres temas de su propia cosecha y particular interés para el diálogo: instalar una comisión de la verdad, abordar un debate sobre el respeto y autonomía que debe existir entre las instituciones del Poder Público Nacional (Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral) y la renuncia de la oposición a toda forma de violencia política y social. Es decir -para que no queden dudas en los tendidos-, aquellos que no reciban regularmente su bolsita de comida provista por los CLAPS deberán renunciar voluntariamente a su insensata-enloquecida aspiración de convocar, por lo menos este año, el referendo revocatorio presidencial.

 

 

 

 

Sostienen desde la cúpula del rojo poder supremo que dichos temas son para debatirlos, a falta de friítas, ingiriendo un gustoso juguito de papelón con limón. La invitación a ese diálogo, abierta, sin condiciones ni segundas intenciones (otras que no sean hablar gamelote parejo), es para la oposición apátrida y golpista. Sí, para los lacayos pitiyanquis. Además convidan a compartir mesa y condumio a los expresidentes -¿facilitadores imparciales? – Rodríguez Zapatero, Fernández y Torrijos y al acomodaticio y malmirado secretario general de Unasur, Ernestico Samper.

 

 

 

Derrotadas por todo el cañón por las fuerzas patriotas,  revolucionarias y antiimperialistas las causas y consecuencias inducidas de la guerra económica, la ofensiva sicológica, el saboteo eléctrico, la campaña nacional e internacional desplegada por la canalla mediática, la conspiración de los pelucones, las acciones terroristas de la derecha maltrecha y, sin el peligro de una eventual invasión del imperio y sus aliados intergalácticos, causantes de la escasez de alimentos y medicinas, la inflación, el bachaquerismo, las colas frente a las farmacias y supermercados, las protestas, los saqueos de comercios y camiones con comida, la inseguridad, el deterioro de los hospitales, escuelas y carreteras, de los apagones, del racionamiento de agua y de fijar el especulativo precio del dólar paralelo, se abren espacios para debatir otros temas de interés para los millones y millonas de colectivos y comunas que siguen respaldando, a pies juntillas, este modélico proyecto humanista, socialista y chavista, es decir, a esta máquina de destrucción masiva y fábrica de hacer pobres.

 

 

 

Por ejemplo, podría plantearse un análisis sesudo sobre la posibilidad y conveniencia histórica de aumentar los motores productivos con proyectos como la fabricación de carruchas impulsadas por energía solar. Se exportarían a los países de la  Alba, Petrocaribe, Caricom, el cuerno de África, el Principado de Dorne y el Reino de las Tormentas, todos aliados de la revolución instituida por el Supremo Eterno. Con ello la revolución castrochavista haría otra invalorable aportación al desarrollo científico y tecnológico de la humanidad y contribuiría, adicional y significativamente, a incrementar los ingresos en divisas de la Patria-patria-querida.

 

 

 

Otro tema supremamente importante y de interés táctico-estratégico dado sus alcances humanistas, cívicos y patrióticos para ser debatido en la antes citada mesa de diálogo, siempre con el acompañamiento cualificado de los “conciliadores” puestos (de adorno) por el régimen es la urgencia que debe darse a la finalización de varios macroproyectos socioproductivos fundamentales, suspendidos en el tiempo por el saboteo crónico de la derecha maltrecha. En efecto, la expectativa es mundial. El tema se ventila por igual en La Habana, Managua, Quito, La Paz, Moscú, Pekín, Minsk, Teherán y otras muchas capitales. Curiosos y entendidos, indistintamente, entablaron acalorados debates. Así de controversial es el asunto. Unos se pronuncian por impulsar el gasoducto del Sur. Otros, en cambio, prefieren adelantar la ejecución de la ruta de la empanada, los gallineros verticales y los cultivos organopónicos. También están los que se decantan por asignarle recursos al túnel ferroviario submarino entre Maracaibo y Cabimas y están los que prefieren culminar el balneario (sueño del Supremo Eterno) proyectado por él en las márgenes del río Guaire.

 

 

Asimismo ingresó con fuerza a ese diálogo nacional el destino de quienes golpearon y robaron equipos a periodistas durante una reciente protesta por comida en la avenida Urdaneta y los agresores de los diputados Julio Borges y Alfonso Marquina en el CNE. Por supuesto, hay un sector de la sociedad opinando que deben ir presos y ser enjuiciados como aquellos vándalos que “cayapearon” a la funcionaria de la PNB en la avenida Libertador. Sin embargo, en la otra esquina, la roja, claman por la exaltación de estos “patriotas” guardianes del “proceso” al Salón de la Fama de la Revolución Castrochavista compartiendo altares con los paladines de Puente Llaguno, los heroicos pranes y los protectores colectivos del 23 de Enero.

 

 

En este primer tramo del diálogo -habrá más debates, claro está- las partes dedicarán otro segmento crucial a considerar y elegir la “genialidad” que será emblema de la revolución bonita (sustituirá la consigna Mar de la Felicidad) durante el próximo milenio: “Multiplicarnos así como Cristo multiplicó los penes” (Nicolás Maduro).  “No dudé ni un milímetro de segundo” (Nicolás Maduro). “Si quitamos el control de cambio nos tumban” (Aristóbulo Istúriz). El objetivo de los CLAPS es acelerar el proceso de concientización de nuestro pueblo” (Aristóbulo Istúriz). “Si hay escasez es porque la gente se cepilla los dientes tres veces al día cuando una vez es más que suficiente” (Luisana Melo, exministra de Salud). “Si un gringo se presenta  y tenemos un lapicero hay que puyarle los ojos y espicharle las bol…”. (Emma Ortega, exministra de Agricultura Urbana). “La inflación no existe en la vida real” (Luis Salas, exministro de Economía).

 

 

La agenda para el diálogo es tan densa que temas secundarios como el referendo, los presos políticos, la recuperación económica, la crisis humanitaria por falta de alimentos y medicinas, la inseguridad y el conflicto entre Poderes Públicos se difiere, si acaso, para (bien entrado) el año próximo.

 

 

 

msanmartin@eluniversal.com

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