El «guacho» de la transición

Posted on: marzo 8th, 2013 by Super Confirmado 1 Comment

El mensaje emitido por el presidente Hugo Chávez el 8 de diciembre de 2012, anunciando su cuarta intervención quirúrgica en menos de dos años, tendrá que ocupar algún día un lugar destacado en los estudios politológicos. Fue una joya de la visión y la oportunidad política pronunciada por un hombre plenamente consciente de la inminencia de su muerte.

 

Ese rasgo dramático anula por completo cualquier intención de confundir el sentido de la oportunidad con el mucho más corriente oportunismo. El desenlace de la historia personal del comandante ha demostrado que aquel fue el gesto extraordinario de un líder convencido de que le estaba hablando a sus seguidores por última vez. Póngase cualquiera en su lugar y verá que es una circunstancia escalofriante.

 

Viendo el país desde el ahora, aquella cadena de radio y televisión surge como la pieza clave de la tan cacareada transición, sobre la que muchos analistas, dirigentes opositores y hasta asomados gobernantes de otros países han pretendido dictar pautas. Chávez dibujó el mapa (el «guacho», como él solía decir, apelando al léxico militar) de su obligada salida de escena. Algo para lo que, por cierto, debe ser necesario tener bastante guáramo.

 

Chávez puso los puntos sobre las íes aquel «sábado por la noche», en el que a pesar de la tragedia implícita en su declaración, se permitió matizar con chanzas acerca de la añeja película de John Travolta y Olivia Newtton-John y elogiar la manera de bailar lambada de algunas de sus más cercanas colaboradoras. A quien no le quedó claro lo que el comandante quiso expresar en esa ocasión fue porque se negó tercamente a entender el mensaje.

 

Las precisas instrucciones que dejó el presidente ese día son la causa de que hoy el dolor de una enorme porción del pueblo esté inequívocamente canalizado. Es algo que hasta los antichavistas más rabiosos -esos que han hecho impúdicas celebraciones de la muerte- tendrían que agradecerle. Si el líder no hubiese marcado el rumbo de una manera tan definida y definitiva, es probable que las fuerzas telúricas del chavismo se hubiesen tornado incontrolables, incluso durante el período de silencio absoluto del mandatario, pero más ahora que ya no se encuentra entre nosotros.

 

Caminando el miércoles entre la multitud, compartiendo lágrimas y lemas, se podía comprobar que aquel mensaje del 8 de diciembre caló profundo en los chavistas. Todos entienden cuál es el rumbo que ha de seguir la verdadera transición -no la cacareada-. Cada uno sabe lo que tiene que hacer para que Chávez siga gobernando, aún después de muerto. Su última decisión política fue magistral. Algún día hasta sus enemigos se lo reconocerán.

 

clodoher@yahoo.com

Fuente: EU

 

Por Clodovaldo Hernández

MUD: peleas de ricos y famosos

Posted on: marzo 1st, 2013 by Laura Espinoza 2 Comments

La pugna interna de la MUD debería ser tratada por la prensa especializada en celebridades, no por las secciones de política, que siempre son medio aburridas. En sentido estricto, las controversias opositoras tendrían un espacio perfecto junto a los chismes y las frivolidades, pues son intrigas y tramas típicas de los ricos y famosos, con algunos pobres diablos en calidad de coleados, como siempre.

 

Una parte de las noticias alcanzaría incluso a tener un sabor comparable con esas informaciones sobre la nobleza europea que nutren las revistas de peluquería. «Henrique sale de nuevo a recorrer el país», por ejemplo, es un excelente titular, para un reportaje con fotos del príncipe luciendo safari y sombrero hongo, salpimentado (el reportaje, no el príncipe) con algún comentario filoso, al estilo de «asegura que esta vez sí va en serio con lo de conseguir su primera dama».

 

Por supuesto que tratándose de asuntos nobles (esta palabra, ya se sabe, tiene dos significados), uno de los personajes estelares de esta novedosa modalidad de cobertura periodística sería siempre Leopoldo López, la versión más cercana que tenemos del hijo de una reina. La prensa farandulera-política habría hecho de las suyas, por ejemplo, con este asunto de su peleíta pública con otra gran figura de la realeza (y del realero), Lorenzo Mendoza, con quien comparte algunas ramas de su frondoso árbol genealógico.

 

Esa controversia es el clásico correveidile de las altas esferas. Como se sabe, el duque Leopoldo de Chacao se puso de frasquitero (algo típico de los duques) a utilizar paquetes de harina precocida en un acto político que, a fin de cuentas, resultó ser bastante «majunche». El barón Lorenzo de Polaris, quien está muy consciente de ser el dueño de buena parte de la comida y la bebida del reino, montó en cólera y le dijo «¡te pasaste!».

 

La pelea con el primo cervecero-harinero-arrocero-maltero no sería la única noticia que protagonizaría el duque de Chacao en esa versión fashion (y hasta ahora hipotética) de la crónica política, pues igualmente daría grandes titulares el súbito reverdecer del caso del cheque de Pdvsa, en el que también aparece enredada la reina madre. Ligar nobleza con turbiedades de corrupción menor es una de las características de la gente de rancio abolengo que trae más portadas de revistas, tal como puede certificarlo la familia del monarca exterminador de elefantes.

 

Por eso es que el mozo de espadas Juan Carlos Caldera y el gentilhombre de Maracay, Richard Mardo, ni se ruborizan al verse envueltos en líos de cheques y sobres manila llenos de billetes. Han entendido que esa es la manera de destacar entre tantas celebridades políticas.

 

Nobleza obliga, dicen.

 

clodoher@yahoo.com  // RJSB

 

Por Clodovaldo Hernández

Fuente: EU

Pa’ mí que la MUD está loca

Posted on: enero 23rd, 2013 by Super Confirmado No Comments

Que Chávez los tiene locos es una noticia vieja, un caliche, como se dice en el argot de los periodistas. Lo nuevo es el nivel de locura y la causa desencadenante: si antes los tenía locos con tantas palabras, ahora los tiene requetelocos con tanto silencio.

 

Alguien lo resumió por ahí, en un texto tamaño Twitter: «Los que ayer exigían que Chávez se fuera a Cuba y se callara, hoy claman porque vuelva de Cuba y les eche el cuento del caimán patrullero».

 

Claro que muchos de esos comportamientos no son cosa de locura sino de cinismo extremo. Por ejemplo, los firmantes del decreto de Carmona que denuncian a Nicolás Maduro como «el usurpador» no necesitan recuperar la razón, sino la vergüenza. Padecen una enfermedad moral que no podría curar ni el mejor especialista en personalidades psicopáticas.

 

Hablemos más bien de la elevación del nivel de locura de la oposición como colectivo. Asumiendo que el antichavismo sigue siendo un organismo unificado, cuya cabeza es la Mesa de la Unidad Democrática, no hace falta ser psiquiatra para observar que esa mente no está controlando la totalidad de ese cuerpo. Mientras el «cerebro» se empeña en presentar a la oposición como defensora de salidas pacíficas, algunas de las patas (de la Mesa, entiéndase) muestran síntomas de agitación catatónica con marcada tendencia a la guarimba. Los ojos que parecen salirse de las órbitas y las venas del cuello hinchadas sirven para identificar a quienes sufren este trastorno de la voluntad ¿popular?

 

Un mal que sí parece haberse apoderado de mente y cuerpo opositores es la esquizofrenia paranoide anticubana. La manía persecutoria enfocada en los Castro y el G2 ataca por igual a los viejos socialcristianos -que han sido así desde chiquitos- y a tipos que hasta no hace nada eran de izquierda y andaban de paños y manteles con los jerarcas de la Revolución Cubana. En esta nueva oleada de demencia política, el trastorno delirante llega a tales extremos que en estos días un buen señor me juró por su madre que hasta para conseguir trabajo como obrero de mantenimiento en una alcaldía estaban exigiendo una recomendación del camarada Fidel.

 

El silencio del presidente ha agudizado las viejas manías de algunos líderes, en especial, los delirios de grandeza de ciertos loquitos que llaman a la desobediencia civil, el 350, la mamá de todas las marchas y el gran paro cívico nacional, todo ello desde su condición de «líderes» de partidos, movimientos y ONG cuya militancia cabe en un apartamento de tres habitaciones.

 

Como homenaje al gran Joselo -quien acaba de dejarnos en este valle de lágrimas y risas- podríamos diagnosticar el estado mental opositor con una frase suya: «Pa’mí que tú estás loco».

 

clodoher@yahoo.com/DO

Fuente: EU