«Grecia saldrá este año de la recesión», aseguró el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso
Grecia asumió hoy formalmente la presidencia de turno de la Unión Europea, mientras lucha por dejar atrás su crisis económica en un semestre marcado por las elecciones al Parlamento Europeo (PE) y el auge del euroescepticismo.
«Grecia saldrá este año de la recesión», aseguró el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, durante una breve conferencia de prensa junto al primer ministro heleno, Andonis Samarás, quien mantuvo que su país «está dejando atrás la crisis y ahora se mantiene en pie por sí mismo».
Samarás y su Gobierno se reunieron en Atenas con el Ejecutivo comunitario para lanzar la presidencia helena de la UE, que contará con cuatro meses de trabajo efectivo ya que a finales de mayo se celebran elecciones a la Eurocámara, que por primera vez permitirán a los ciudadanos europeos elegir al presidente de la CE.
Barroso respaldó a la presidencia de turno helena en un momento en que el país aún afronta desafíos importantes y subrayó las aportaciones de Grecia en anteriores presidencias.
Grecia preside por quinta vez a los socios comunitarios, desde su incorporación al club europeo en 1981.
El presidente del Ejecutivo comunitario valoró «estar aquí, en Atenas, celebrando la presidencia de Grecia como miembro de pleno derecho de la zona euro», lo que consideró una «muestra de la resistencia de Grecia y de que va por el buen camino».
Resaltó también que Irlanda, otro país que recibió asistencia financiera, esté ya en los mercados «financiándose mejor que algunos que no tuvieron asistencia técnica», y de España destacó que recibió la ayuda para sus bancos en dificultades y que esperaba la salida de su programa este mes.
«Mientras otros tenían dudas acerca de Grecia, la CE siempre estuvo a su lado», agregó Barroso, que también aseguró que la presidencia de turno de la UE está «muy bien preparada» y que ve «una determinación real de que sea un éxito para Grecia y Europa».
No obstante, animó al país a seguir las reformas pendientes y a aplicar «con determinación» su programa de reajuste fiscal.
«Aunque el cielo se está despejando, todavía hay nubes, por eso es el momento de aplicar con determinación el programa fiscal, avanzar en las privatizaciones y la liberalización de las profesiones», demandó.
Samarás, por su parte, reiteró el compromiso de su país con las reformas y reconoció que es un momento «especialmente duro para los ciudadanos griegos. Hemos tenido muchas dificultades, hemos perdido nivel de vida como nadie desde que terminó la Segunda Guerra Mundial».
Frente al auge del euroescepticismo y de los movimientos populistas en Europa, ambos admitieron la amenaza que representan de cara a las europeas, y reiteraron que la respuesta «es más Europa».
«Apelo a los europeos al debate, a los partidos a que abandonen su zona de confort… No dudo de que las posiciones europeístas ganarán las próximas elecciones europeas», porfió Barroso.
Las elecciones europeas de mayo, en las que podrán votar más de 500 millones de ciudadanos europeos, se consideran como el primer plebiscito a nivel comunitario de la gestión de la crisis, y en ellos se espera un ascenso de los representantes del euroescepticismo, así como de algunas formaciones de extrema derecha.
También se espera que en esos comicios salgan castigadas las dos grandes fuerzas políticas de la Eurocámara, como son el Partido Popular Europeo y la Alianza de Socialistas y Demócratas.
«En toda Europa hay extremistas y fuerzas populistas, incluidos los países más avanzados, y en todos hay discursos xenófobos y racistas», lamentó Barroso, que consideró que esos políticos «no están comprometidos con los valores europeos… En democracia se gana con argumentos racionales».
El presidente del Ejecutivo comunitario dijo «no ver» en esos movimientos «problemas de estabilidad en Europa. Europa seguirá siendo estable», pero también recordó que la inestabiliad política puede agravar situaciones de crisis a nivel nacional.
«Las fuerzas políticas responsables han de entender que todavía no estamos fuera de la crisis», agregó.
En Atenas, mientras tanto, varias organizaciones de izquierda, movimientos sociales y sindicatos convocaron una protesta contra las políticas europeas de austeridad y agentes de la Policía reprimieron con gases lacrimógenos a una treintena de manifestantes.
El Gobierno de Samarás suspendió este miércoles el derecho de reunión pública y de manifestación en una amplia zona del centro de Atenas apelando a razones de seguridad por la presencia de los dirigentes comunitarios.
Fuente: Agencias