Los Padres y José Pirela viven un romance quinceañero, desde el primer momento que hicieron contacto visual se gustaron y se empezó a notar cierta química entre los dos, tanto, que ahora no pueden vivir separados.

Pirela ha tenido un inicio de temporada magnífico con San Diego, su fuerza y capacidad para batear lo han llevado a convertirse en este primer mes de acción en un bateador temible para cualquier lanzador.

El “Águila Negra” presenta promedio de .324 (hasta el domingo), para liderar toda las Grandes Ligas con 24 imparables (uno más que Jed Lowrie y tres más que José Altuve, DJ LeMahieu y Andrelton Simmons), además de diez carreras impulsadas, siendo una de las bujías de la novena de San Diego.

En los últimos siete encuentros el nativo de Valera conectó 14 hits, impulsando a siete compañeros en 31 turnos al bate, para ostentar un porcentaje de bateo de .452.

En la jornada del domingo a Pirela le faltó el jonrón para conseguir la tan ansiada escalera, luego de disparar sencillo, doble y triple, además de impulsar tres rayitas en la victoria de los Padres sobre los Gigantes..

El utility podría igualar o superar lo hecho la temporada anterior, donde en 83 juegos conectó 90 inatrapables.

Pirela entró en la historia de los Padres, al convertirse en el segundo jugador en la historia de la franquicia en conectar imparable, doble, triple, robar una almohadilla e impulsar tres desde que lo hiciera Everth Cabrera el 6 de abril de 2010 ante los Diamondbacks de Arizona.

Con su gran actuación en este principio de zafra, muchos especialistas en Estados Unidos lo consideran como el futuro de los Padres, incluso algunos fanáticos señalan que Pirela podría ser el pelotero que tanto han buscado desde Greg Vaughn, quien estuvo en la novena de la sotana desde 1996 hasta 1998.

Meridiano

Wilder Delgado Suárez 

@WilDelgado23