Si ya descartaste el embarazo, hay otra causa posible…
Suena el despertador, te lavás los dientes, cargas el lavar ropas y salís para el trabajo. Los clientes, los chicos, el tráfico, cocinar, ordenar, una ducha y un pedacito de chocolate en la cama para terminar el día. ¿Te suena familiar?
No tenés que estar embarazada para tener ganas de comer una porción de torta o un pote de helado. Existe otra razón para justificar los antojos de algo dulce. ¡Descúbrela!
Más ansiedad significa más chocolate
Recientemente, los científicos descubrieron que las personas con antojos dulces tenían niveles altos de estrés y de leptina. Esta última hormona regula el peso corporal al controlar el apetito y la termogénesis, el modo en el que el organismo quema las grasas a través del calor.
Por eso, según el estudio sobre los antojos, la mayoría de las mujeres con estrés suelen tener caderas más anchas.
Termina con la ansiedad de dulce
Si el estrés es una de la principales causas de los antojos, empecemos por bajar un cambio. Además de terminar con esos rollitos, estarás beneficiando a todo tu organismo. Este mal afecta tu pelo, tu sistema inmunológico, tu piel y tu ciclo mestrual, entre otras cosas.
Es posible terminar con el antojo de dulce si logras reducir el estrés que está desregularizando tu cuerpo. Te recomiendo que te tomes 24 minutos diarios para estar con vos misma. Procura caminar 30 minutos al día, hacer algunas respiraciones antes de acostarte y dormir 8 horas cada noche. ¡Empieza hoy!
Modificá tus hábitos alimenticios
¿El dulce te puede? Puedes ponerle un límite a tu hambre voraz si aceleras el metabolismo de tu cuerpo, ya que así quemará más calorías a un mayor ritmo. Incluí el té verde, el pescado, las proteínas, no pases mucho tiempo sin comer y no te olvides de desayunar todos los días. También puedes reemplazar las golosinas por frutas, gelatina o un postre dietético.
Otra forma de terminar con el antojos de algo dulce es hacer actividad física porque liberarás energía, reducirá tu nivel de ansiedad y mejorará tu calidad de vida. Elegí comerte un chocolate pero que no sea una consecuencia del estrés. ¡Vuelve a tomar el control de tu cuerpo!
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