A pesar de la ingente cantidad de la información sobre el sexo a la que tenemos acceso a diario, lo cierto es que los expertos están convencidos de que aún tenemos mucho que aprender, tanto en lo que se refiere al placer físico como en lo relacionado con la procreación y hasta los medicamentos necesarios para tratar determinadas patologías. “El conocimiento y entendimiento de estas cuestiones no sólo es importante desde el punto de vista del placer y porque el sexo sea una parte fundamental de nuestra vida, sino también para cuidar nuestro organismo y mejorar nuestro estado de salud”, afirma José Benítez, director médico de Boston Medical Group.
Así, éstos son según el experto, los siete mitos sexuales más comunes sobre los que aún nos seguimos haciendo preguntas:
1. Los hombres tienen mayores necesidades sexuales que las mujeres. Aunque muchos hombres hacen creer que están listos para mantener relaciones sexuales las 24 horas del día y los siete días de la semana, en realidad todos ellos experimentan fluctuaciones diarias de la libido, como ocurre con las mujeres.
La disposición de un hombre a tener relaciones sexuales se puede ver afectada por muchos factores similares a los que afectan al nivel de deseo de la mujer, incluyendo la dieta, la falta de sueño, el estrés, las condiciones médicas, la confianza en sí mismo o la falta de armonía en una relación.
Sin embargo, las mujeres tienen factores adicionales que afectan a su libido, como su ciclo menstrual o el uso de píldoras anticonceptivas. También se ven más afectadas que los hombres por factores emocionales y ambientales, incluyendo los estigmas culturales que les impiden ser comunicativas y asertivas acerca de sus deseos.
2. A partir de cierta edad, el sexo ya no es importante. El sexo es un aspecto importante de la salud física y emocional, así como para el bienestar de adultos de todas las edades, incluso para aquellos que han alcanzado sus “años dorados”. Aunque algunas personas creen que la disminución de la libido es una parte natural del envejecimiento, esta pérdida de deseo sexual puede estar relacionada con otra serie de factores, entre ellos las deficiencias hormonales, depresión, trastornos de ansiedad, efectos secundarios de alguna medicación, cambios en una relación, las barreras en la comunicación o la pérdida de un cónyuge o pareja.
3. La pequeña píldora azul, ¿eficaz o no? Aunque muchas personas creen que tomar Viagra y otros medicamentos orales similares es el mejor o único tratamiento para hombres con disfunción eréctil, la verdad es que para muchos de ellos estos fármacos no son eficaces.
Los medicamentos orales son sólo una solución temporal a un problema que puede tener otras causas subyacentes en nuestro organismo y que deben ser abordados por un médico cualificado. Además, muchos hombres con problemas como hipertensión o diabetes no pueden tomar estas medicinas de forma oral debido a sus efectos secundarios y contraindicaciones. Para ellos, existen un gran número de alternativas.
4. ¿El tamaño importa? A pesar de que el tamaño del pene se convierte en ocasiones en una auténtica obsesión para muchos hombres, las encuestas han revelado que es la circunferencia y no la longitud el factor que más influye en el placer femenino.
Los estudios han demostrado que más del 75% de las mujeres alcanza el orgasmo a través del sexo oral, en comparación con el otro 25%, que lo alcanza mediante penetración únicamente. Una de las formas más eficaces para logar un orgasmo es el contacto con el clítoris y los tejidos vaginales, lo que no siempre se alcanza a través de la penetración.
5. La eyaculación precoz solo afecta a hombres jóvenes. Algunos hombres creen que la eyaculación precoz sólo aparece en los albores del florecimiento sexual, pero con el paso del tiempo muchos descubren que se trata también de un problema de cara al futuro. De hecho, la eyaculación precoz afecta al 30% de los hombres en algún momento de su vida.
A menudo, cuando aparece esta patología en hombres de más 30 años nos encontramos ante un síntoma común de disfunción eréctil, falta de acondicionamiento cardiovascular, depresión, ansiedad o síntomas de problemas neurológicos. En hombres maduros puede ser también un efecto secundario de los problemas de próstata.
6. Hoy no, que me duele la cabeza… Mientras que muchas mujeres – y algunos hombres también- han fingido en alguna ocasión tener jaquecas para evitar mantener relaciones, el sexo alivia dolores y molestias leves, como precisamente estos dolores de cabeza. La oxitocina y las endorfinas liberadas durante el orgasmo son responsables de calmar estos dolores.
7. Algunos alimentos pueden mejorar su disposición a mantener relaciones sexuales. Los afrodisíacos reciben el nombre de la diosa griega de la sensualidad y el amor y siempre se ha dicho que influyen en el estado de ánimo. Sin embargo, no hay una evidencia científica de que alimentos como el chocolate, las ostras o la canela sean eficaces en este sentido.
No existe una ciencia acerca de los alimentos y/o hierbas que causan excitación, pero sí es cierto que un determinado alimento puede desencadenar una memoria erótica o deseo en su propia mente, por lo que en cierto sentido, todos tenemos nuestros propios afrodisíacos.
Foto: mujerhoy.com