El abrazo es una de las formas más comunes que tenemos de expresar nuestras emociones hacia otras personas. Pero, ¿por qué lado solemos darlo? ¿Hay una preferencia hacia el derecho o el izquierdo? Y, si la hay, ¿a qué se debe? Un equipo de la Universidad del Ruhr ha tratado de averiguarlo.
Para descubrirlo analizaron los abrazos de más de 1.200 parejas en un aeropuerto, tanto a la hora de despedirse para coger un vuelo, como al reencontrarse tras el regreso. Y el resultado fue en el primer caso, la mayoría de los abrazos se daban por el lado izquierdo, mientras que en el segundo se hacían por el derecho. Eso parecía indicar que abrazar por el lado izquierdo podía estar vinculado con las situaciones negativas y de tristeza que genera una despedida y, hacerlo por la derecha, con las de alegría.
Para confirmarlo, analizaron a otros mil voluntarios abrazando a un maniquí en tres distintos escenarios: tras escuchar una historia triste, tras escuchar otra alegre, y una neutra. Y los resultados del anterior experimento parecieron confirmarse: La gente abrazaba más por la derecha en la segunda y tercera opción, y más por la izquierda en la primera.
Pero había una pequeña excepción. Cuando las dos personas que tenían que abrazarse eran hombres. Entonces se abrazaban más por la izquierda. ¿A qué podría deberse? Según los autores del estudio muchos varones siguen teniendo ciertos prejuicios al mostrarse muy afectuosos con otros hombres, y tal vez por eso podría ser que su inconsciente identificase esa acción como algo negativo.
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