Es posible que hayas pasado la enfermedad del beso sin que te des cuenta. Suele cursar con cansancio y fiebre, de ahí que sea común confundirla con otras afecciones, a no ser que nos hagan un análisis más exhaustivo. Seguramente no haya enfermedad adquirida de modo tan dulce y seductor como ésta, un virus que se transmite por la saliva en esos encuentros apasionados que tenemos las personas a cualquier edad. ¿Te gustaría saber más?
Enfermedad dulce, enfermedad leve
Son muy pocas las personas que pierden la vida por la enfermedad del beso. Los médicos siempre suelen decir que es mejor pasarla a edades tempranas para quedar rápidamente inmunizados por ella, aunque no es del todo seguro que no la volvamos a sufrir a lo largo de nuestra vida. Se trata en esencia de una enfermedad infecciosa provocada por un virus de nombre peculiar: Epstein-Barr, un tipo de herpes que transmitimos a través de la saliva de humano a humano. Bien es cierto que podemos adquirirla también cuando por ejemplo compartimos un refresco, pero la infección llega básicamente a través de nuestros besos.
¿Y qué sentimos si de pronto este virus entra en nuestro interior? Solemos padecer cansancio, fiebre alta, dolor de garganta e incluso algunas erupciones en el cuerpo. Es curioso saber que si por ejemplo tienes entre 9 y 16 años la enfermedad se evidenciará entre 1 y 3 semanas después de que te la hayan transmitido, pero si eres ya un adulto, tarda al menos 8 semanas en incubarse. Por lo general, según los médicos la solemos pasar confundiendo sus síntomas con una gripe. Solo un análisis de sangre determina claramente que en nuestro organismo tenemos el virus Epstein-Barr, o lo que los ingleses llaman la “Kissing disease”
Una enfermedad sin cura
No. Lamentablemente y de momento no hay cura. No hay más remedio que pasar esa semana febril posterior a ese beso trágico que nos transmitió el malévolo virus. Otro aspecto a tener en cuenta es que este virus se quedará instalado en nuestro organismo durante toda la vida, pero de modo inactivo. Pero ¿puede aparecer de nuevo? Te preguntarás. Puede ocurrir, sí, pero solo si tus defensas bajan de un modo exagerado o padeces algún problema en tu sistema inmunitario. ¿Un remedio? Consume mucha fruta y vitamina C para fortalecer tu inmunidad. No cuesta nada.
Como dato a tener en cuenta, es común que hayamos pasado la enfermedad del beso entre los 15 y los 30 años de edad, siendo más común entre los 14 y los 18. Es decir, esos años en que uno ya practica habitualmente este sano ejercicio. Pero eso sí, no pienses en absoluto que los besos son peligrosos debido a este travieso virus. Nada más lejos de la realidad. Pocos actos son más saludables para nuestro organismo que los besos, son una dosis maravillosa de endorfinas, reducen el estrés, alivian los dolores y cuidan de tu corazón. No lo dudes, la enfermedad del beso apenas dura una semana y es como un rito de paso hacia todo ese mundo de sanas bondades.
SC
Por Confirmado: Oriana Campos