Porque desnudar no es simplemente quitarse la ropa.
Comienza con una buena dosis de besos, combina besos cortos con besos largos desde la boca y ve bajando hasta poder tocarle todas las zonas que le gustan.
Concéntrate en cada una de sus prendas, comienza por los zapatos y rózalo con la mano por todo su cuerpo mientras vuelves a subir para muy lentamente, desabotonar su camisa hasta descubrir su pecho, bésalo, míralo, acarícialo, hazlo sentir tu deseo.
Míralo y acércate como si fueras a besarlo, pero déjalo con las ganas. Baja a la altura del pantalón y comienza por tocarle la parte superior e incítalo con pequeños toqueteos mientras bajas el cierre, velo directamente a los ojos mientras quitas agresivamente el pantalón por completo, aviéntalo por la recámara y continúa con la mejor parte… la ropa interior.
¡Ya lo tienes en el punto exacto!
Fuente: Veintitantos