Hemos visto en cientos de películas que el hombre llega tarde a casa, se viste mejor, está menos atento con la mujer, le cancela los planes y no le presta atención porque tiene un amante. Ahora, cuando hace todo esto por trabajo es cuando nos damos cuenta que nuestra pareja está más enamorado de lo que hace que de nosotras. Y, ¿qué hacemos cuando su trabajo parece la amante? Veamos…
Hazte un par de preguntas para saber la naturaleza de la cuestión
Lo primero que deberíamos hacer si el trabajo de nuestra pareja está trayéndole problemas a la relación es comprender la situación. Para eso, es recomendable que te hagas estas dos preguntas: ¿Realmente ama su trabajo? ¿Su trabajo realmente requiere que le dedique tantas horas o no?
Si tu respuesta a ambas preguntas es afirmativa, te quedan dos caminos. El primero es aceptarlo y seguir como hasta ahora, cosa que no quieres o no estarías leyendo este artículo, y el segundo, es hablar con él al respecto.
Cuéntale cómo te sientes y establece límites
El trabajo es parte importante de nuestra vida y más aún si trabajamos de lo que más nos gusta hacer. Sin embargo, el trabajo no debería ser una total prioridad en nuestras vidas o perderíamos cosas mucho más importantes, como la familia o las amistades.
Habla con tu pareja y dile que no estás contenta con la forma en la que está organizando su tiempo, pídele que establezca ciertos límites en cuanto a las horas que le dedica al trabajo y a ti o a los niños. La familia debería ser tan o más importante que el trabajo, ¿no?
Dale ideas para que comience a respetar los límites
Tengo una amiga con el mismo problema. Su marido es chef y tiene su propio restaurante por lo que, lógicamente, los horarios en los que él está en casa son muy diferentes a los de ella, además de que él tiene que trabajar durante los fines de semana.
Mi amiga consultó con profesionales y llegó a la conclusión de que debían buscar formas de solucionar el problema como familia sin que su pareja tuviera que abandonar su pasión. Una vez a la semana se toman un día en el que apagan los teléfonos, la tecnología y hacen actividades en familia. Y, además, mi amiga y los niños pasan al restaurante a cenar, al menos, tres veces a la semana y la consigna es cenar todos en familia.
Puedes buscar una forma de organización que se adapte al trabajo de tu pareja y al tuyo para que tengan momentos de la semana sagrados en los que sean solo ustedes. ¿Qué se te ocurre?
Espero que estos consejos sobre qué hacer cuando el trabajo de tu marido parece su amante te ayuden y puedan llevar las dos pasiones de la forma más equilibrada posible.
iMujer
