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¿Por qué los recién nacidos huelen tan bien?

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¿Por qué los recién nacidos huelen tan bien?

Es imposible tomar a un recién nacido y no suspirar de ternura y no solo por su apariencia, ya que el aroma de los bebés es único e irresistible y por una buena razón.

 

 

 

¿Qué hace que el aroma de los bebés pequeños nos derrita de ternura? Detrás de este olor a bebé se esconde un arma evolutiva que les permite sobrevivir en una etapa en donde su existencia depende exclusivamente de los cuidados de quienes tienen cerca.

 

 

 

¿Qué se esconde detrás del aroma a recién nacido?

 

Los bebés son tan tiernos como indefensos y solo mirar esos ojos grandes y desproporcionados nos genera una sensación de ternura, pero los pequeños también nos «compran» con ese aroma tan particular de los recién nacidos.

 

 

 

¿Por qué huelen tan bien los recién nacidos? El particular aroma de los bebés que recién llegaron al mundo es un mecanismo biológico de defensa en tiempos donde son extremadamente vulnerables, tal como demostró un estudio científico realizado por la Universidad de Montreal.

 

 

 

Los investigadores quisieron saber qué provocan el olor de un recién nacido en el cerebro de las mujeres, para ello les entregó a 30 mujeres un pijama de un bebé de 2 días para que lo olieran, la mitad del grupo estaba compuesto por madres.

 

 

 

En todas las participantes, independiente de si tenían hijos o no, el aroma del recién nacido que no estaba presente en la sala, activó el centro de recompensas del cerebro, tal como lo haría el olor de una comida deliciosa.

 

 

 

Al sentir ese olor a bebé, el cerebro reacciona de la misma forma en que lo haría tras recibir un estímulo placentero, provocando así una sensación de bienestar y agrado, siendo una arma evolutivo para que queramos cuidar y proteger a ese ser que nos hace sentir bien.

 

 

 

Si bien tanto madres como mujeres sin hijos vieron activado el centro de recompensas del cerebro ante el aroma a recién nacido, el efecto fue mucho más fuerte en quienes ya tenían bebés, los expertos creen que esto se debe a cambios hormonales que se dan al dar a luz.

 

 

 

Los bebés también utilizan su sentido del olfato para crear lazos con su madres, ya que los pequeñitos pueden detectar si una prenda de ropa pertenece a ella reconociéndola por su aroma el que asocian con bienestar.

 

 

 

La investigación no incluyó a varones, pero otros estudios científicos ya demostraron que la paternidad cambia el cerebro de los hombres.

 

 

 

El olor a recién nacido nos hace sentir bien y esa sensación placentera provoca que queramos proteger a ese diminuto ser que nos causa agrado, demostrando así que la naturaleza es sabia a la hora de entregarnos pequeñas pistas sensoriales que sirven para promover el cuidado de los más débiles y por ende la continuidad de la raza humana.

 

 

 

Informe21

Por Confirmado: Gabriella Garcés

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