Los escoceses hacen historia en una jornada electoral que asegura un torbellino de cambios en lo que hoy conocemos como Reino Unido, y que modificará la relación de Escocia con el resto del mundo.
Gane el «Sí» o gane el «No» en el referendo independentista que se celebra hoy, está previsto un aumento en la autonomía de Escocia, pero de resultar vencedor el «Sí» se verán consecuencias en sus relaciones internacionales, en particular con organismos como la Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Para Juan Salafranca, secretario general adjunto del Partido Popular Europeo (PPE) en el Parlamento Europeo (PE), «es indudable que las repercusiones serían grandes por el precedente que supondría, dado lo inédito del asunto». «Aunque es una decisión soberana y un asunto doméstico exclusivo del Reino Unido algunos querrán ver en ello un ejemplo a seguir», dice el político español.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, señaló en varias oportunidades que si una parte de un Estado miembro de la UE alcanza su independencia, pasaría a ser considerado como un tercer país, por lo que dejaría de pertenecer al organismo.
Salafranca agrega a esto que automáticamente al convertirse en un Estado independiente, se dejarán de aplicar los tratados. «A partir de ahí, ocurrirán todas las consecuencias que se puedan imaginar al quedar excluido de la UE: restricción de fronteras; quedan fuera de la unión aduanera, de los acuerdos internacionales, de los beneficios de las políticas comunes, etcétera», agrega.
Si bien Alex Salmond insiste en que Escocia será bienvenida en la UE, este organismo adelantó que los escoceses deberán postularse para ingresar al bloque. «Se han de someter al dictamen del PE y a la requerida unanimidad de los 28 estados miembros, que tienen derecho de veto», dice Salafranca.
Mariano de Alba, abogado experto en Derecho Internacional, estima que «todo indica que de concretarse la independencia, Escocia sería admitida en la UE, pero bajo condiciones sumamente estrictas para disuadir intentos de otras regiones independentistas, como Cataluña en España».
Ericka Carrasquero López
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