Voto de confianza a la AN
enero 8, 2019 11:48 am

 

La “generación del 2007”, esa a la que el hoy difunto Hugo Chávez le mandó a echar  gas del bueno” vuelve a ser protagonista, y ¿por qué no?, a revivir la llama de la esperanza en los venezolanos, al conformar en buena parte la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional.

 

 

Desde el pasado 5 de enero los diputados Juan Guaidó, en la presidencia; Stalin González, en la segunda vicepresidencia; Edinson Ferrer, en la secretaría; conforman, junto a Edgar Zambrano en la primera vice presidencia y con amplia experiencia en el ámbito legislativo; la directiva del Parlamento para este año 2019 que no pinta nada fácil en lo político, económico y social.

 

 

Ya no como estudiantes, que dejaron sus pupitres para, en primera instancia, protestar en contra del cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), y defender férreamente la libertad de expresión; sino que ahora como parlamentarios electos por 14 millones de venezolanos, desde el hemiciclo y desde cada rincón del país, les tocará seguir luchando por los derechos de cada hombre, mujer y niño de esta nación; y a demás enfrentar, constitucionalmente, a un régimen que se ha mantenido en el poder por 20 años y que ahora pretende seguirlo haciendo, pero usurpándolo.

 

 

Sin duda alguna, esta será una Asamblea Nacional de desafíos. La primera batalla es mantener la unidad y aglutinar esfuerzos en torno a lo que ocurrirá el 10 de enero del presente año cuando Maduro se convierta en usurpador de la Presidencia de la República; ya Guaidó lo dejó bien claro en su discurso el pasado 5 de enero al enviar el siguiente mensaje: “Nicolás, esta Asamblea Nacional no te va a juramentar”.

 

 

Les toca hilar muy fino para hacer frente a esta flagrante violación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la misma que redactaron quienes hoy la ultrajan; para no caer en provocaciones que también los lleve  salirse del marco constitucional.

 

 

Buena parte del mundo ha expresado su posición de desconocimiento a Nicolás y su combo a partir del 10 de enero, y al mismo tiempo han manifestado su reconocimiento al Parlamento; esto ya es un gran paso y un buen espaldarazo.

 

 

No sólo el apoyo internacional es indispensable en esta lucha, sino que también lo es el venezolano, al fin y al cabo, la solución está y pasa por nuestras manos; creo que así como se les pide a los dirigentes políticos que dejen las diferencias y las peleas absurdas a un lado, de nuestra parte, debemos hacer lo mismo, hay que darles un voto de confianza.

 

 

Desgastarnos y dedicar tiempo a atacar sin piedad al nuevo presidente de la Asamblea Nacional porque llegara al Parlamento con su familia, con su pequeña hija en brazos, raya en lo insólito, por decir lo menos. ¿Qué esperaban; que llegara acompañado de colectivos, de grupos de choque, con un arma en la cintura como quien quiere y no quiere la cosa?

 

 

La máxima que reza “la violencia es el arma de los que no tienen la razón”, cada día cobra fuerza en Venezuela; ese no es el camino y lo sabemos. Quien se jacte de ser demócrata, de luchar por la libertad, sabe que la violencia no es el sendero que hay que transitar. Una buena parte de estudiantes universitarios se lo decían a la nueva Junta Directiva de la AN, no quieren más muertos, no quieren más presos políticos, no quieren más exiliados, ¿por qué?, porque todos, absolutamente todos hacen falta en la lucha.

 

 

Toca a la “generación de 2007”, ahora, “generación 2019”, Juan Guaidó, Stalin González, Edinson Ferrer, Elimar Díaz, Miguel Pizarro, Marcos Bozo, Manuela Bolívar, Milagros Paz, Marialbert Barrios, Juan Andrés Mejías, Carlos Paparoni, Armando Armas, Desiree Barboza, Freddy Guevara, Gaby Arellano, José Manuel Olivares, Juan Requesens, entre otros diputados; desde sus curules, exilio y hasta celdas, seguir luchando por Venezuela, por su rescate, por su libertad, por su reconstrucción.

 

 

Está en sus manos encender y mantener la llama de la esperanza, de que sí se puede, de que no todo está perdido. El futuro que ellos eran hace doce años, ahora son el presente. La pregunta es: ¿Les mandarán a echar otra vez “gas del bueno”?

 

 

Demos un voto de confianza a la AN.

 

 

Edward Rodríguez

@edwardr74