Imaginaria
Me es grato informar a los lectores de los papeles del CREM, que he iniciado un nuevo periplo, esta vez a fin de entrevistar a un personaje, que estoy seguro que así, como no solo a mi, sino a infinidad de personas en el mundo les llama la atención. Es al presidente del Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva. Este sindicalista con formación marxista y líder de las grandes huelgas que pusieron en jaque a los militares de la última dictadura de Brasil. Combatió y venció a los militares fascistas tales como Castelo Branco, Da Costa Silva a los temidos Figueiredo o a Garrastazu Medici, todos ellos unos niños de pecho, cuando los comparamos con la banda de delincuentes disfrazados de militares que se han abrogado el derecho de expoliar una nación.
Amigos lectores, César lo que es del César : Lula fue electo por primera vez presidente en el año 2002 y reelegido por un segundo mandato. Fueron 8 años como presidente realizando reformas radicales y profundos cambios que produjeron la transformación social y económica de Brasil y que le permitió triplicar su PIB per cápita y ser el principal protagonista de que hoy la República Federativa de Brasil, sea una potencia mundial y la sexta economía más grande del mundo. ¿Qué podría decir? Bravo presidente, Bravo por usted y Bravo por el pueblo brasileño. Son las 4 de la tarde de hoy viernes 13, que aun cuando el dicho popular (viernes 13, ni te cases ni te embarques) yo le estoy echando de aquello que el pueblo de Venezuela está haciendo: echándole bolas.
El viernes a las 9,30 me embarco en el vuelo de 1005 de LATAM Brasil con destino a Brasilia, ciudad que siempre había querido visitar. Si, después de 12 horas se escucha una voz, que al final se identifica como el comandante de la nave, que dice en portugués que estamos a escasos 30 minutos de aterrizar en el Aeropuerto Internacional Presidente Juscelino Kubitschek de Brasilia, la ciudad capital de este inmenso país: Brasil, con sus 8 millones y medio de kilómetros cuadrados y sus 211 millones de habitantes.
Honestamente, cuando siento las ruedas del avión tocando la pista, me digo a mi mismo, bueno Raúl Ochoa, ya llegamos, ahora esperemos que la entrevista con Lula vaya como lo deseamos y que ese veterano político de 78 años nos de un rayo de esperanza.
Después de las formalidades aduanales y de identificación, tomo un taxi y de inmediato puedo palpar y ver que no estaba equivocado, es una impresionante ciudad, es una exuberante ciudad capital, pensada y creada por el hombre a mitad del siglo XX, y levantarla en miles de hectáreas que lo único que había antes de la llegada de los tractores y de las mezcladoras de cemento, eran matorrales y los vientos que acompañan ese clima llamado tropical de sabana.
Por lo que pude observar durante el trayecto del aeropuerto al centro de la ciudad, donde está el hotel reservado, es realmente una impresionante ciudad, salida de la mente prodigiosa de uno de los arquitectos más importantes del siglo pasado. En 1957, un jurado internacional eligió el proyecto del urbanista Lucio Costa, pionero de la arquitectura moderna en Brasil, por ser «simple, pero muy innovador».
Después de registrarme en Royal Hotel, discreto y al cual definiría como confortable y equo por el precio y además con la ventaja de estar a uno 15 minutos en taxi del Palacio de Alvorada, obra de la mente creativa de otro genio brasileño de la arquitectura, Oscar Niemeyer, de quien como dato curioso murió de 105 años y que cuando cumplió su centenario aún trabajaba. Este carioca es considerado como uno de los personajes más influyentes de la arquitectura moderna internacional, contribuyendo con su país al diseñar El Palacio de Alvorada, residencia oficial de los presidentes de la República Federativa de Brasil.
Descansé un rato y salí a dar una vuelta, encontrándome, como lo había imaginado, en una cosmopolita ciudad, una de las pocas grandes ciudades y probablemente la única capital del mundo que ha salido de las mentes de arquitectos e ingenieros, al inicio solo ideas dibujadas en unas mesas de cálculo y que hoy esas ideas se convirtieron en esta impresionante metrópoli. Aseguroles amigos caros que Brasilia es una de las grandes capitales del mundo. Y de un mundo de ese que decide.
Bien, ahora deseo referirles, como en anteriores oportunidades, llamémosle pequeños secretos que ayudaron en la consecución de las tres primeras entrevistas presidenciales. En este caso, posiblemente por la inmensa importancia de Brasil como nación y como protagonista principal del juego de la geopolítica mundial y además por ser el presidente un personaje del peso del Presidente Lula, fue laborioso, muy laborioso temiendo en algún momento que caminaba sobre un camino lleno de espinas, o aún peor, lleno de artefactos y no precisamente domésticos.
Aquí, un reconocimiento, me sirvió de gran ayuda una vieja relación de amistad, con un camarada brasileño pro cubano, entrañable amigo desde los inicios de los años 70, cuando en París nos iniciábamos como estudiantes universitarios. Como fácilmente imaginaran, el puente fue con el representante de la nomenclatura cubana en el Brasil y posiblemente el consejero que más escucha el presidente Lula, al menos en política exterior, el inefable y siempre presente en los affairs de la política latino americana, Celso Amorim.
Si, después de explicar a través de correos, como por interminables conversaciones telefónicas, incluyendo una en videoconferencia vía zoom, las razones que me motivaban a solicitar esta entrevista, el martes 10 llegó una positiva respuesta a mi solicitud.
Efectivamente, la señora Marina Do Sousa, asistente en la secretaria privada del presidente Lula, me llamó para confirmarme que la entrevista se realizaría en la residencia oficial del Presidente de la República, el día sábado 14 de septiembre a las 6.30 am. Estoy convencido, que sin la intervención de Celso Amorim, hubiese sido imposible obtener esta entrevista, la que para este grupo de personas, el grupo de opinión política CREM, y quienes analizamos día a día y casi hora a hora las perspectivas de que Venezuela retorne a transitar por el camino de la sensatez, es de mucho interés.
Palacio de Alvorada.
Hora: 5,42 minutos de la mañana.
Entrada para visitantes.
Como era de esperarse los guardias me preguntan que deseo y les informo que tengo una entrevista con el Señor Presidente. Me piden mi identificación, la cual controlan electrónicamente y un minuto después me aborda una señora, quien me dice que me acompañará a una sala dentro del Palacio donde esperaré el llamado para la entrevista.
Son las 6.08 minutos. Así como en el Palacio de Miraflores en la espera de la primera entrevista con el Presidente Maduro, me pregunta si deseo tomar algo y sin esperar mi respuesta ella agrega: Sr Ochoa, el café brasilero es muy bueno y diplomáticamente agrega, “es tan bueno como el venezolano”. Minutos después puedo saborear mi tercer café de la mañana. Realmente muy bueno.
6.22 am. La señora de protocolo me invita con un gesto a seguirla y me introduce en una sala decorada con cuadros de famosos pintores brasileños, entre ellos una obra de Tarsila do Amaral, además de cuadros de Mário y Oswald de Andrade, de Anita Malfatti, de Emiliano Augusto Cavalcanti y de Brecheret, entre otros que recuerde.
Miro mi reloj y ya son las 6.39 cuando entra el Señor Presidente Lula, acompañado de un secretario y de otra persona, muy probablemente un agente de seguridad, me levanto y nos estrechamos las manos, en el momento de agradecerle la gentileza de concederme unos minutos, de una seguramente muy apretada agenda.
De inmediato me dice sin rodeos ni medias tintas, bien dígame Sr Ochoa, estoy a su orden. Debe ser corta porque en unos minutos debo hablar con el secretario Blinken, quien él también está muy preocupado por lo que lo ha motivado a usted a visitarme.
ROC.
Bueno ante todo presidente y sin que pueda interpretarse distintamente, muchos venezolanos, patriotas como yo, lo definimos hoy a usted como el mejor amigo de Venezuela en los últimos tiempos.
Presidente es fundamental la intervención de los países amigos y usted es, así como le afirmé al inicio de esta conversación, una pieza fundamental en la búsqueda de soluciones.
Presidente Lula:
Muchas gracias, es que amigo mío, la situación de Venezuela es sumamente difícil, y le explico porque lo creo: ante la riqueza petrolera, las clases dirigentes, especialmente la política, creyó que todo era posible, con quien fuese que estuviese en Miraflores, por eso se equivocaron con mi amigo el presidente Chávez, quien en mi concepto, al menos, al inicio de su mandato deseaba, si es cierto, que ya escondía los rencores que después el mismo destapó, deseaba construir una democracia más participativa. Ustedes todos le dieron tanto poder que se convirtió en un cuasi Dios todo poderoso. Yo, créame varias veces, así como Vilma, lo alertamos diciéndole que así no se construye el socialismo democrático, que por ese camino se construye un socialismo como el que deseaba Pol Pot en Camboya, donde como usted recordará murieron algo así como 2 millones de seres humanos, ¿usted se imagina? o el que hoy practica Kim Jong-Un, en Corea del Norte.
Créame Sr. Ochoa, Hugo no me respondía, se sonreía y me hablaba de su proyecto más querido, así lo llamaba, la autopista que uniría a Ciudad Bolívar con Buenos Aires, pasando por Brasilia.
Y ya que hablamos de mi amigo Hugo le hago otra confesión, nunca entendí porque no aceptó mi invitación, solo le pedí que permitiera fuese examinado por los oncólogos de nuestro Hospital Sírio-Libanês, créame que muchos magnates y millonarios de los Estados Unidos vienen aquí a curarse. Eso de entregarse a los médicos cubanos, no lo entendí y creo que moriré con esa incógnita. Bueno los únicos que podrían responderme la pregunta son dos personas: Raúl Castro y Nicolás Maduro y sinceramente no creo que lo hagan.
ROC:
Presidente el problema crece exponencialmente minuto a minuto. No creo que para Brasil pueda no ser importante tener un país vecino con la inestabilidad que Venezuela hoy exhibe, y un proceso de pobreza máxima in crescendo diariamente y aun peor, con una dictadura que según agencias de inteligencia, entre otras la de Brasil, muchos de los altos jefes de las Fuerzas Armadas son asociados a grandes intereses de negocios, enmarcados bajo el concepto de crímenes transnacionales. Presidente Lula, no olvide ni por un minuto que son 2199 kilómetros de frontera común totalmente permeable.
Presidente Lula:
Pero claro, usted mismo ¿no me dijo al inicio que para muchos venezolanos soy el mejor amigo de Venezuela en la actualidad?. Le confieso que no solo yo, también el presidente Petro, quien vive momentos complicados, está sumamente preocupado. Brasil con 8 millones y medio de kilómetros de territorio no le preocupa una nueva diáspora, me preocupa que un país hermano esté en un inexorable proceso de desintegración, tanto territorial como poblacional. Mi ministro de Relaciones Interiores, Ricardo Lewandowski en la cuenta que diariamente me presenta, me informó que el número de solicitantes de residencia está creciendo vertiginosamente. Para Brasil como Estado no es un problema. El nivel educativo del venezolano era superior dos veces al ciudadano brasileño, bueno hasta hace unos 10 años. Hoy no lo sé.
¿Presidente usted cerrara los ojos, si no es posible conseguir un acuerdo político que obligue a la dictadura a reconocer que perdió y que simplemente deberá irse a su casa?
¿Qué hará el presidente de la nación más importante y más poderosa en todos y cada uno de los aspectos de nuestra civilización de la américa latina, si el régimen continúa delinquiendo, traficando con drogas, robando los recursos naturales de un pueblo hambriento y como seguramente lo continuará haciendo porque además después de 25 años no conciben sus existencias de una forma diferente, simplemente es su modus vivendi.
Y continuará reprimiendo, deteniendo y torturando, inclusive a menores de edad. Porque hablamos de niñas de 14 y 15 años, acusadas de terrorismo y condenadas a penas de 6 a 8 años de prisión en cárceles de adultos, de mujeres detenidas en las cárceles donde lo primero que piden a sus familias es la píldora del día después ya que vienen violadas y comercializadas por los guardias de seguridad de esas lánguidas prisiones. ¿Qué hará el demócrata, el sindicalista quien ganó su prestigio por ser incólume a los atractivos de las ganancias mal habidas?
¿Qué hará Presidente Lula, si la cúpula militar compuesta por criminales y asesinos trataran de penetrar sus colegas militares de Brasil? Sí, presidente, así como me dijo al inicio de esta importante y didáctica conversación, la situación en Venezuela es muy complicada.
Por último presidente, lo que está ocurriendo actualmente con la embajada de las República Argentina que según la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas del 18 de abril del año 1961, al estar esta embajada bajo su guarda y custodia es considerada a todos los efectos como un territorio de la República de Brasil, le amenazan con invadirla, pero la amenaza no es contra Milei, perdóneme presidente, pero lo amenazan a usted. Además le retiran el servicio de electricidad y la policía del régimen bloquea la entrada de alimentos para los refugiados que allí se encuentran.
Presidente Lula, no hay tiempo que perder, ya no es solo Venezuela, es el continente el que corre las consecuencias de una onda expansiva.
Presidente Lula:
Mi respuesta, le prometo y que así será, se la doy después del 10 de enero del 2025.
Presidente una ultimísima pregunta:
La situación en Venezuela es un problema político o como muchos creen, y donde me incluyo, ¿es un problema de orden público?. Entonces presidente ¿no cree usted que la solución, de ser así considerado, la desagradable (término por usted utilizado Presidente Lula) situación de Nicolás Maduro y otros lugartenientes, sería la aplicación de lo previsto en el tratado contra la Delincuencia Organizada Transnacional, más conocida como la Convención de Palermo?
¿Usted podría considerar la intervención de fuerzas de orden (Policías) para la aplicación de la Convención de Palermo? Usted presidente Lula, un demócrata a carta cabal y lo ha demostrado, ¿aceptaría que esta proposición podría ser la solución a un problema en expansión y el cual podríamos equiparar a un cáncer en estado de pre metástasis?
Presidente Lula:
Sr Ochoa, esta respuesta como la anterior, se la doy después del 10 de enero del año próximo. Perdóneme, pero ahora si debo dejarlo, debo contestar al secretario Blinken.
Ah y le prometo que le daré sus saludos a mi amigo y hermano Celso Amorim.
Raúl Ochoa Cuenca, en Anfi del Mar, el 15 de septiembre del año 2024.
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