Las cuentas y los cuentos de Podemos
junio 9, 2016 5:48 am

 

09/06/2016 03:01Unidos Podemos presentó ayer su programa económico en formato catálogo de Ikea. Y eso es: un folleto propagandístico en el que parece que las cuentas cuadran, pero que cuando se empieza a diseccionar se ve que construir algo con ellas es casi una utopía. El partido morado ha rebajado a 60.000 millones euros el incremento del gasto público en la próxima legislatura, mucho menos que los 96.000 millones prometidos en diciembre, debido a la desaceleración de la economía mundial, pero aun así continúa siendo una cifra desmesurada.

 

 

 

 

Este incremento del gasto se financiaría con unos ingresos extra de 53.800 millones, gracias sobre todo a una reforma tributaria que añadiría 37.900 millones de euros a la recaudación. Para ello, Podemos prevé subir los tramos del IRPF a las rentas medias y altas, que ellos consideran que están a partir de los 60.000 euros. Así, colocaría el tipo marginal en el 55% para rentas superiores a los 300.000 euros.

 

 

 

 

Además, Unidos Podemos prevé equiparar la fiscalidad de las rentas del trabajo con las del ahorro, lo que se traduce en elevar éstas últimas. También propone subir el Impuesto sobre Sociedades hasta el 30% y eliminar las deducciones. En resumen, el partido de Pablo Iglesias está pensando en una brutal subida de impuestos. Si tenemos en cuenta que en 2014, el IRPF y Sociedades ingresaron 167.000 millones en las arcas del Estado, un incremento del 22% en cuatro años se nos antoja excesivo, por mucho que la economía creciera al 3,5% anual tal y como prevé Podemos.

 

 

 

Por supuesto ni el Banco de España, ni la Comisión Europea, ni el FMI, ni ninguna firma de análisis ven posible que España se desarrolle a ese ritmo en los próximos años. Muy al contrario, la propuesta de Unidos Podemos corre el riesgo de estrangular la economía, lo que dejaría ese programa en papel mojado.Sin más explicación, la coalición dice que con su política económica, el paro bajará al 11% en los próximos cuatro años. Esto supondría reducirla a la mitad, desde el 21% actual. Desde marzo de 2013, trimestre que marcó el pico en la pasada recesión, el desempleo medido en términos de EPA sólo se ha reducido en cinco puntos porcentuales, por lo que es una quimera pensar que en los próximos cuatro va a quedar en la mitad. Además, la coalición izquierdista debería explicar más pormenorizadamente qué tipo de empleo quiere crear, porque en su programa está, por ejemplo, generar unos 400.000 puestos de trabajo en la construcción gracias a la puesta en marcha de un plan de eficiencia energética que afectaría a 200.000 viviendas en la legislatura.

 

 

 

El programa electoral prevé incrementar las inversiones públicas en sanidad, educación y dependencia, crear la Renta Garantizada, subir el salario mínimo y derogar las últimas reformas de las pensiones. Por supuesto, todo este vasto plan de gasto exigiría retrasar los objetivos de déficit público, con o sin acuerdo con la Comisión, «como hacen Italia o Francia». Como es lógico, a más déficit corresponde más deuda, pero el catálogo se limita a mencionar una «reestructuración de la deuda pública vinculada a las ayudas al sector financiero, el memorando de entendimiento y el rescate de la UE». Las cuentas de Unidos Podemos no cuadran y de ponerse en marcha impedirían consolidar la recuperación y la creación de empleo.

 

 

 

Editorial de El Mundo