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«Del Rincón hasta los Andes»

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«Del Rincón hasta los Andes»

Quien está realmente con los pobres es quien lucha para acabar con la pobreza, no quien la propaga

 

El Gobierno dispuso un saco de miserias y reparte migas a un pueblo desheredado de calidad de vida. En tres años, Medellín se impregnó de prosperidad y, a los más infortunados, no les hicieron la villanía de pedirles que sintieran dicha por ser pobres. Les construyeron en el centro del barrio, la biblioteca más moderna que Europa podía tener y, ahora viven en la ciudad más innovadora del mundo.

 

Desde Chávez, a los pobres solo les falta oír, que todavía hay que esperar 90 años para vivir en la tierra prometida de la revolución. Es el socialismo del siglo XXI, ¡Ahora es que queda siglo para esperar! Fidel Castro le dijo una vez a Guaicaipuro Lameda: «General, tiene mucho que aprender, a la gente hay que tenerla ocupada, aunque sea, buscando comida». Siempre me resisto a hacer esas colas.

 

Pero la arepa, acababa de ser reconocida como el mejor desayuno del mundo, así que quería mi harina. Para celebrarla aquí, no en el mundo. Ya en la fila, casi gritaba: «antes de Chávez, nadie hacía cola para comprar comida. ¿Quién de ustedes votó por esta vida? La única respuesta fue silencio y vergüenza. Quien está realmente con los pobres es quien lucha para acabar con la pobreza, no quien la propaga en todos los estratos. Los sectores populares con anhelos, inquietan al poder y, eso fue lo que vi en la cola del mercado.

 

Todos los venezolanos sin excepción, somos pobres, no solo por la escasez sino porque tenemos una deuda impagable con nosotros mismos. El verdadero hombre pobre es quien le pide aprobación a otro para vivir. Ya se nos hace natural pedir autorización. Permiso para comprar, para vender, para sembrar, para opinar, para ahorrar, para despertar.

 

Dejemos de echarle la culpa de esta pesadilla, al voto de los humildes. Hay desabastecimiento, pero todos tenemos un bochornoso exceso de hábito y adaptación al yugo y al abuso. Dicen que la función de la juventud en cualquier época es representar el siguiente paso de la civilización. Algunos creen preciso que los jóvenes sean injustos con los hombres maduros sino, los mitificarían y las naciones nunca encontrarían salida a sus letargos. Puede ser que los estudiantes de los Andes se conviertan como decía Savater, en el suplemento vitamínico de esta anémica rutina social. Aunque solo CNN, permita que nos suba la hemoglobina.

 

@carlaangola / @piedraangolar

 Carlaangolarodriguez@gmail.com

 

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