Julio Fowler músico y poeta cubano refiriéndose a esos esbirros castristas que además hacen bellas canciones, al reseñarlas ha dicho: «En cualquier basurero, encuentras el brillo de un cristal luminoso que atrae, atrapa y enamora la mirada» y es así, por ello título hoy con el nombre de una de las más hermosas canciones de Amaury Pérez -un esbirro al servicio de los asesinos Castro-y que a muchos nos es difícil no tararear…

¿Y por qué hoy, sacudidos por la barbarie alborotada y perversa, sacudidos por la pretensión de aplastar el derecho a rebelión que tiene todo ser libre que quieran esclavizar, me acuerdo de ese mes pero del 2013?

Sencillo, me acuerdo porque un líder que despertó emociones, que convocó voluntades corajudas, que entrompó al candidato de los tiranos Castro, y le dijo que iba a por él, no sé por cuál razón de repente en vez de convocarnos a la calle a acompañar su derecho, a defender nuestros votos, a darle apoyo a su denuncia, nos mandó -cuál imberbes- a escuchar salsa y a depender de los «tiempos» que él achaca a Dios…

Pero bien dice la conseja popular que a la ocasión la pintan calva y quien deja pasar las oportunidades que se le presentan en la vida, tiene que cargar con las consecuencias. Por eso me permito decirle a Henrique Capriles que nadie le está restando valor a sus inmensos aportes a la unidad de una oposición que es ahora mayoría, nadie le resta méritos, pero este es el tiempo de aquellos que han interpretado el sentir de esa mayoría que él y muchos lograron unir.

Esos que tan mal le aconsejaron ahora cual viudas chillonas preguntan a los que hartos estamos en la calle, si queremos que Capriles cargue con los muertos… Imaginen si Bolívar, Churchill, De Gaulle, Ben Gurión hubiesen pensado así… Cuando me acuerdo de abril me pregunto qué habría pasado si Capriles nos convoca… Alguien me responde ¡Otro gallo cantaría! Por eso quien protagoniza y nos reúne hoy es Leopoldo, Henrique debe unírsele.

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Por Elonora Bruzual