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La estupidez en dos actos

Posted on: octubre 10th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

Acto uno: difundido en un video oficial, el Golem gobernante, en compañía de su consorte, recorre con impostada placidez los pasillos de palacio ornamentados con estilo yanqui de luces, adornos y christmas trees. Exalta al pueblo a celebrar desde ya una feliz navidad de tres meses de duración. En las redes sociales no entienden tal mensaje los ciudadanos que angustiados ven el avance desmadrado de la ola pandémica, apenas 14% de ellos protegidos por alguna vacuna; tampoco logran descifrar la escena las tres cuartas partes de la población sumidas en el espanto de la pobreza extrema, mientras que a muchos miles de niños la desnutrición no les permite asociar la figura rolliza del protagonista con la ahora olvidada imagen de Santa Claus. El pretendido sainete de Merry Christmas termina como una representación neroniana, en la que solo falta la lira del emperador. Una estulticia que, ni en los momentos de mayor prosperidad durante la democracia, se le habría ocurrido a mandatario alguno.

 

 

 

Acto dos: una banda de forajidos oficialistas violenta las puertas del Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela en una acción tortuosa encabezada nada menos que por la vicepresidente del régimen. Ésta, socarrona, se justifica exclamando venir al rescate de la institución porque la rectora no cuida las instalaciones. Su libreto no menciona que el Estado ha negado a la UCV 75% del presupuesto de 2019 y 98% de 2020. Asaltan la misma sala en la que hace 64 años, una dictadura celebró la inauguración del campus universitario más hermoso del continente. Pero la dictadura de ahora, pertenece a otra sub especie, la bárbara, de irreductible pensamiento milico, la del razonar de Millán de Astray. Es insoportable el escozor que le produce la existencia de una casa de pensamiento autónoma.

 

 

 

Dos actos que bien le habrían servido a Erasmo de Rotterdam para ilustrar su Elogio de la estulticia.

 

 

En pocas palabras: Pobreza con ideología de género

Posted on: octubre 3rd, 2021 by Super Confirmado No Comments

 

 

Ya no se trata de lamentar que Venezuela, siendo “un país tan rico”, distribuya su patrimonio tan desigualmente y cobije tantos pobres en su seno. El presente proceso de devastación económica y social es indetenible, marcha inexorable como el magma volcánico que corre por la isla de La Palma. Ahora, Venezuela ha pasado, de ser el país con mayor desigualdad social y con el mayor porcentaje de pobres a, sencillamente, convertirse en el país más pobre del hemisferio.  Así se infiere de la reciente Encuesta de Condiciones de Vida 2021, según la cual, si en un arranque de “justicia social”, se distribuyera el actual Producto Interno Bruto del país equitativamente entre todos los habitantes, el promedio per cápita apenas alcanzaría a 30 dólares al mes, o sea un dólar diario para cada uno.

 

 

Es la consecuencia directa de la liquidación socialista de la capacidad productiva, estatal y privada, iniciada hace dos décadas y acelerada en los últimos siete años. Es la agonía de la generación de riqueza, la cual ha llevado, según la misma encuesta, a 94.5% de los venezolanos a sobrevivir en situación de pobreza y a 76% en el espanto de la pobreza extrema.

 

 

Es innecesario comentar que a la banda gobernante no la trasnochan estas estadísticas extremas, ya ha aprendido cómo reinar en la miseria y nada la desenfoca de su único propósito de perdurar en el poder. La Asamblea Nacional del 6/D, ni se ha dado por enterada, se ocupa de otras materias. Esta misma semana ha anunciado como gran conquista, una ley del lenguaje inclusivo, inserta en la manoseada ideología de género que, siguiendo a Gramsci, forma parte de las herramientas de la pretendida hegemonía cultural del populismo progre. La nueva ley servirá para que, quienes disfrutan esta moda del habla, practiquen diferenciando el género en vocablos como: indigente, mendicante, desnutrido, desheredado…

 

 

 

Ramón Peña

¡“Wanted”!

Posted on: septiembre 26th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

 

Cada vez más, las noticias de nuestro país se insertan en las páginas de sucesos de los medios del mundo. Una buena parte de ellas recuerda los guiones de los Western, con la justicia a la búsqueda de indeseables, sin olvidar a los cazadores de recompensa.

 

 

Un ex-capitoste del régimen, con apodo plumífero, quien ya en una oportunidad escapó de una requisitoria de aprehensión prevalido de una credencial diplomática, es capturado por las autoridades españolas y está a la espera de extradición a EE.UU. por presunta implicación en delitos de tráfico de estupefacientes, entre otros.

 

 

Un ciudadano colombiano, operador clave de un entramado de importación de alimentos para el gobierno venezolano, capturado en Cabo Verde, a quien pretenden proteger con ardides, como cédula, pasaporte diplomático y hasta hacerlo vocero oficial del Venezuela, también está a la espera de extradición a EE. UU. por actividades ligadas al lavado de dinero y otros ilícitos que involucrarían a jerarcas del oficialismo.

 

El propio ocupante de la presidencia del país es solicitado por la vindicta pública de EE.UU. y, temeroso, opta por dar su discurso vía zoom ante la plenaria de la Asamblea Anual de la ONU. Esa misma espada de Damocles pende también sobre sus más cercanos colaboradores quienes igualmente se eximen de ausentarse del país. Buena parte de ellos, incluido el máximo jerarca, ostentan la calificación de “Wanted” con recompensa ofrecida por su captura.

 

Finalmente, la noticia que representa la mayor encrucijada del régimen ante la justicia internacional, y con poca capacidad de maniobra, es el expediente que examina el nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional, de delitos de lesa humanidad contra los venezolanos, en el cual se señala al máximo jerarca y su corte de colaboradores civiles y militares. Su sentencia, sin duda, no será noticia en la sección de sucesos, sino en la primera plana de todos los medios internacionales.

 

 

Ramón Peña

De prisión a fosa

Posted on: septiembre 12th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Por denuncia del Foro Penal Venezolano, el país conoció que Gabriel Medina Díaz, venezolano de 39 años, preso político en la cárcel de La Pica, en el estado Monagas, en prisión preventiva sin sentencia desde abril de 2020, enfermo de tuberculosis, murió luego de un mes en estado grave de salud sin atención médica. Ante la negación del tribunal correspondiente y solo por presión de sus compañeros de celda, el penal accedió finalmente a trasladarlo a un hospital donde falleció. “El noveno preso político que muere en custodia desde 2014”, atestigua el Foro Penal.

 

 

Realidades criminales como ésta lucen invisibles para el sistema de justicia oficialista. Materias a las que correspondería la actuación de oficio, entre otros, del Fiscal General designado por la llamada Asamblea Nacional Constituyente. Par contre, de este funcionario recordamos que no pestañeó cuando ordenó el arresto de la poeta y académica Milagros Mata Gil y de su compañero, también poeta, por “instigación al odio,” al reseñar su presencia en una fiesta que violaba las normas oficiales de seguridad contra la pandemia. Sin duda, una inicua jerarquización de la relevancia de asuntos que atañen a la vindicta pública.

 

 

Otro funcionario también ausente ante estas violaciones flagrantes de derechos humanos a venezolanos en prisión, es el Defensor del Pueblo. Por cierto, la única actuación suya que recordamos, es la de haber estado en La Haya, abogando por el régimen ante las denuncias de delitos de lesa humanidad, las cuales fueron admitidas por la Corte Penal Internacional.

 

 

En contraste con este menosprecio por la justicia penal, merece respeto y admiración la perseverante y arriesgada actuación del Foro Penal Venezolano, de sus directivos Alfredo Romero y Gonzalo Himiob, y de su incansable equipo de abogados. Gracias a ellos, los abusos y crímenes contra la libertad ciudadana no alcanzan el propósito de pasar desapercibidos.

 

 

Ramón Peña

De culpables y víctimas

Posted on: agosto 22nd, 2021 by Super Confirmado No Comments

 

 

Dos aspectos se subrayan en la reconquista de Afganistán por los talibanes: primero, las víctimas propiciatorias, que no son el gobierno afgano ni las fuerzas militares extranjeras, sino nada menos que las mujeres y niñas de aquel país. Segundo, a quién responsabilizar por este revés, con una opinión generalizada que, sumariamente, apunta al Presidente Biden.

 

 

Es oportuno recordar que las fuerzas estadounidenses entraron a Afganistán en octubre de 2001, no para enseñarles a los afganos como se vive en democracia, tampoco por compasión con las mujeres cuyos cuerpos y espíritus eran enrejados en siniestras Burkas. Lo hicieron porque el Afganistán de los talibanes era santuario de la banda Al Qaeda, ejecutora del mayor ataque sufrido por EE.UU. en suelo continental en toda su historia. La obligación moral de George W. Bush y sus sucesores en la Casa Blanca, era mostrarles a sus conciudadanos las cabezas de los causantes de aquel crimen y lo cumplieron. Y como objetivo complementario, apuntalar militarmente un gobierno que mantuviera a raya a los talibanes, lo cual, parcialmente, devolvió a las féminas afganas una vida de oportunidades.

 

 

Luego de 20 años, tras gastar un billón de dólares y la muerte de miles de soldados y contratistas, no se materializó un gobierno afgano estable. Cabe preguntarse: ¿De no retirarse ahora las fuerzas norteamericanas, cuál era la ocasión buena para hacerlo? En los estadounidenses crece el clamor contra las “guerras eternas en el Oriente Medio“ y financiar gendarmerías situadas a 10 mil kilómetros de su territorio. A Joseph Biden solo le correspondió apagar la luz del aeropuerto, ahora queda por dilucidar una historia de dos décadas llena de contradicciones, autoengaños y sospechas de todo orden…

 

 

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Más allá de estas consideraciones, el punzante asunto clave de este descalabro es la suerte de millones de mujeres y niñas afganas, un desafío y una amenaza latente para la humanidad entera.

 

 

Ramón Peña

Fatou, una Fiscal no fatua

Posted on: agosto 16th, 2021 by Super Confirmado No Comments

 

 

El informe de la Fiscal Jefe saliente de la Corte Penal Internacional (CPI), Fatou Bensouda, ha dejado al oficialismo, coloquialmente hablando, “con los crespos hechos”. El castromadurismo, en su torva noción de la justicia, confiaba en que, por el enfrentamiento de Donald Trump con la CPI y la sanción personal que Trump impuso a Bensouda por presentar evidencias de abusos de fuerzas estadounidenses en Afganistán, ella se inclinaría por desestimar las denuncias de crímenes de lesa humanidad presentadas por la oposición venezolana.

 

 

Ocurrió todo lo contrario. El texto de la evaluación de evidencias que Fatou Bensouda, originaria de Gambia, deja para la consideración del nuevo Fiscal, el británico Karim Khan, es elocuente (verlo en Google: ICC-02/18-10 10-08-2021). Rechaza la pretensión del régimen de ejercer control judicial sobre el examen preliminar de las acusaciones. No obstante, el examen tomó en consideración todos los alegatos del régimen, un volumen significativo de información, legal y factual, que intentaba confrontar las evidencias en manos de la CPI. Algunas “explicaciones” fueron aportadas personalmente por el Fiscal, el Defensor del Pueblo (¿del Pueblo?) y el Embajador oficialista ante La Haya. Pero, como destaca el informe, mucha de esta documentación era irrelevante y ajena al ámbito de la CPI.

 

 

La Fiscal Bensouda concluye que existen bases razonables para creer que, al menos desde abril de 2017, se han cometido crímenes que caen en la jurisdicción de esta Corte: torturas, violaciones sexuales, prisión ilegal, persecución política, todos proscritos por El Estatuto de Roma, sin perjuicio de otros crímenes que puedan evidenciarse más tarde o correspondientes a fechas anteriores.

 

 

Ocho organismos, militares y policiales, conocidos de todos, son identificados como ejecutores de estos delitos, además de los colectivos paramilitares. Las altas autoridades venezolanas son las indiciadas por estos crímenes imprescriptibles, por haber evadido investigarlos y enjuiciar a sus autores materiales, a quienes, por el contrario, han protegido.

 

 

 
Ramón Peña

Nuevos “éxitos” petroleros

Posted on: agosto 1st, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

Un comunicado del régimen celebra la “Soberana y exitosa negociación para la adquisición del 100% de Petrocedeño”, empresa mixta que operaba la mayor porción de la Faja del Orinoco. Originalmente fue una Alianza Estratégica firmada en 1996 entre PDVSA y las multinacionales Total y Statoil (hoy Equinor), con una inversión de US$ 4.2 millardos, para procesar 200 mil barriles diarios de crudo extra pesado de alto contenido de azufre y convertirlo en crudo sintético de alta calidad. Hoy produce solo 14 mil barriles diarios.

 

 

¿Cómo presumir de “exitosa” la salida de transnacionales, con sólido músculo financiero, de un país que no tiene recursos ni para llevar las refinerías al menos a 10 % de su capacidad para semi abastecer el mercado interno de combustibles? Estas dos empresas, como otras, sufrieron la transformación de Asociaciones Estratégicas en Empresas Mixtas, por un abusivo Decreto Ley del expropiador lenguaraz en 2006, que transfirió todas las actividades de las asociaciones al control estatal y  confiscó de facto sus derechos, incluidos de propiedad, con resultados catastróficos, para los socios y el país. Ocasionó incrementos inusitados de costos de producción, que aunados a la inseguridad jurídica y operacional alimentaron su decisión de abandonar el país. En el caso de Total, tras una pérdida de US$1.380 millones. Este divorcio fue  precipitado por la decisión unilateral de PDVSA de utilizar las plantas mejoradoras de Petrocedeño para producir componentes de gasolina ante el desastre operativo de las refinerías.

 

 

Celebrar la salida de multinacionales, hoy constreñidas por el objetivo mundial de reducir emisiones netas a cero a mediados de siglo y simultáneamente esperar nuevos inversionistas en el crudo extra pesado de la Faja, oscila entre la ignorancia y el sarcasmo.

 

 

El festivo comunicado oficial ostenta la misma credibilidad del emitido hace algunas semanas por el Ministro de Petróleo, cuando aseguró que a final de junio se acabarían las colas por la gasolina

 

 

Ramón Peña

“Todo tiene su final”

Posted on: julio 18th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

“Teníamos tanta hambre, que nos comimos el miedo”.
Yoani Sánchez, bloguera cubana

 

 

El absurdo histórico de la Cuba contemporánea es que, en nombre de una guerra patriota contra su enemigo externo, el Imperialismo, concretamente Estados Unidos, a quien el castrismo se jacta de haber derrotado, quienes pagaron esa derrota no fueron los yanquis, sino los propios cubanos. Aquella epopeya que asaltó el poder en 1959, cambió la fisonomía de Cuba, tiró un interminable cercado de púas sobre la arena de sus playas y el territorio dejó de ser isla para convertirse en prisión de todos los cubanos. De todos, sin excepción, sospechosos de colaboradores de un fantasmal enemigo.

 

 

La idolatría de los legendarios nibelungos caribeños, y en especial de su Sigfrido, grandote y barbudo, por la gloria de haber derrotado a una dictadura corrupta y desafiado a la primera potencia militar del mundo, infló de orgullo patrio a todo un pueblo. Tal sentimiento fue aprovechado por el partido único en el poder, para gobernar con terror y cometer abusos y crímenes feroces contra quienes se desviasen, de palabra o pensamiento, de las nuevas escrituras revolucionarias y sus mandamientos.

Pero como pregona la salsa de Héctor Lavoe “Todo tiene su final”. Tomó demasiado y doloroso tiempo, unas tres generaciones, para que, espoleado por sufrir hambre y miserias de todo orden, el colectivo cubano, salvo la minoría adosada a las dádivas del poder corrupto, reaccionara y deshilachara la leyenda de la cosmogonía revolucionaria. Hoy, con los milenial cubanos a la cabeza, la isla es un hervidero incontenible, su espíritu arde de rabia, de arrojo, de nada que perder, de ahora o nunca. De ilusión por una nueva patria, por la cual, como dice el himno nacional de Cuba, La Bayamesa, “morir por la patria es vivir”.

Ramón Peña 
 

Usurpaciones

Posted on: julio 4th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

La eliminación de los llamados protectores de estados y municipios, prometida por el Golem gobernante, es tan falaz como la ocasión en la que éste hizo el anuncio: la celebración oficialista del Día del Periodista.

 

 

El eufemismo de protectorado no esconde otra cosa que una vulgar usurpación de poder, violatoria de la normativa de la Constitución Nacional sobre el poder público estadal y municipal. La acción correcta que procedería no es su eliminación sino la rendición de cuentas ante la justicia de los usurpadores intelectuales y materiales. No debería en consecuencia ser motivo de alborozo ni considerarse como un “espacio ganado” por la oposición al autoritarismo.

 

 

Valga la oportunidad para reconocer la valiente actitud ante este despropósito, de la Gobernadora del Estado Táchira, Laidy Gómez, quien lo ha resistido y no se ha eximido de denunciar las prácticas gansteriles de quien usurpa la autoridad en esa entidad regional.

 

 

Esta praxis retorcida fue idea del lenguaraz de Barinas cuando, tras el triunfo de Antonio Ledesma a la Alcaldía Metropolitana de Caracas en 2008, confiscó y transfirió autoritariamente competencias de la alcaldía a un ente filibustero. Hoy la indecencia ha llegado al extremo de nombrarle protector a un ente académico: la Universidad de Oriente…

 

 

El suprimir este abuso, lejos de ser un beau geste del régimen, es solo parte de una forzada puesta en escena para negociar el alivio de las sanciones internacionales. Pero la realidad de mayor fondo es que la Asamblea Nacional del 6/D elabora una Ley Orgánica de Ciudades Comunales, inconstitucional, que haría innecesarios los protectores, porque al adherir las entidades federales directamente al poder central, gobernadores y alcaldes franquearían la frontera de la ficción.

 

 

Son realidades y condiciones que la dirección de la oposición democrática debe ventilar en la negociación del denominado Acuerdo de Salvación Nacional y en la actitud unitaria que habrá de asumirse frente a las venideras elecciones regionales.

 

 

Ramón Peña

Falacias

Posted on: junio 27th, 2021 by Laura Espinoza No Comments

 

 

De acuerdo al Monthly Oil Market Report de OPEP de este mes de junio, la actual producción petrolera de Venezuela es de 531 mil barriles diarios. Cifra que ofrece un complejo contraste con la declaración del Ministro de Petróleo, quien afirma esta semana que “La producción petrolera se ha recuperado en más de 700 mil barriles diarios”. Sin detenernos a discernir este acertijo, llama la atención que dicho funcionario, en esa misma ocasión, agrega “y pretendemos aumentarla a 1.5 millones diarios para finales de año.” Es decir, triplicaríamos la producción en apenas seis meses. Para cualquiera familiarizado con la actividad de extracción de crudos en Venezuela eso sería una hazaña épica. Pero si tomamos en consideración que, según reporte del operador de campos petroleros Baker Hughes Company, hasta el pasado mes de mayo, en Venezuela no había un solo taladro petrolero en operación, entonces estaríamos en presencia de un milagro. A título de referencia, durante la PDVSA meritocrática, en 1997 operaban 119 taladros de perforación.

 

 

Quienes han regido el país en los últimos años ostentan ya un singular acervo en esto de profecías petroleras. En septiembre de 2018 un general Ministro de Petróleo y Presidente de PDVSA, afirmaba enfático: “Planeamos aumentar la producción de petróleo a dos millones de barriles diarios para fines de 2018 y a dos punto cinco millones en el 2019.” Así lo anunciaba este militar, de reconocida idoneidad en aplacar brutalmente a jóvenes manifestantes, pero cuya pericia petrolera se limitó, y reconocemos su sinceridad, a celebrar una misa rogando que el oro negro brotara del subsuelo. Al final de su gestión, en abril de 2020,  PDVSA producía 660 mil barriles diarios.

 

 

Finalmente, no es menester comentar que el 10 de septiembre de 2012, Hugo Chávez, patriarca en esto de falacias, le declaraba a uno de sus alabanceros: “Imagínate cuando en el 2019 estemos produciendo seis millones de barriles diarios de petróleo”…

 

 

Ramón Peña

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