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Acto de fe…

Posted on: febrero 25th, 2013 by Super Confirmado No Comments

El Presidente se ha convertido en un acto de fe. Nadie lo ha visto, salvo Maduro, Cabello, familiares (a los que nadie tampoco han visto) y, por supuesto la única enfermera que se lo encontró y lo observó que entró caminando por sus propios medios y que se le veía fuerte y en recuperación.

 

Es tanto el misterio que pareciera que el mismo se genera a propósito para desviar la atención y jugar a una suerte de «palito mantequillero» en el que todos están pendientes de «donde está el hombre» más que de otras cosas como la tremenda escasez en los anaqueles, lo terriblemente cara que se nos ha puesto la vida, la crueldad sin límites en el caso de Simonovis, la crisis hospitalaria y, sin duda, la guerra diaria por mantenernos vivos en medio de este campo de una guerra en la que va ganando la delincuencia. Por aquello de «piensa mal y acertarás» todo pudiera apuntar a un diseño de la inteligencia cubana que tanta experticia tiene en eso de generar misterios.

 

Sí, la versión oficial es que está en el ya famoso piso 9 del Hospital Militar, pero pululan cuentos, anécdotas, fotos trucadas y el típico «yo tengo un amigo chavista de los pesados que me dijo que (…) y allí viene entonces el sin número de historias que van desde los más extravagantes hasta los más conservadores y de los cuales no vamos a hacernos eco para no caer en alguna trama de aquella antigua serie de Expedientes Secretos X en la que lo mínimo que había eran extraterrestres.

 

Y es que aunque suene a un relato surrealista: la historia de un país cuyo Presidente está escondido, la realidad es muy seria. En primer lugar por el tema de legitimidad de quien ejerce el poder, pero también hay que hablar del cúmulo de contradicciones (por decir lo menos) sobre la salud del líder. Varias interrogantes: ¿por qué no lo han podido ver ninguno de los mandatarios que han querido estar con él? Y, recientemente, ¿ por qué los voceros oficiales aseguraron que Evo había estado con él y luego este afirmó que no lo había visto? ¿Por qué Rigoberta Menchú, de visita en el país a propósito de un cónclave de chamanes por la salud de Chávez dijo «el no nos puede escuchar pero su mente sí puede resucitar?

 

Son sólo dos piezas de una cantidad importante de elementos que «no cuadran» en este rompecabezas. El tiempo va pasando y el yoyo pareciera que se enrolla cada vez más. Propios y ajenos se preguntan lo mismo de hace dos meses: ¿cómo y dónde está Chávez? ¿Se juramentará?, si así lo hiciera, ¿podrá ejercer sus funciones? ¿Habrá elecciones? ¿Está preparada la oposición para ese eventual escenario?

 

El líder se ha convertido en un icono de archivo de video o un afiche, amén de su diseminación en el discurso de «Chávez somos todos». Eso puede funcionar por un tiempo, pero ajenos y propios ya se unen en el mismo reclamo.

 

mariaisabelparraga@gmail.com/DO

Fuente: EU

Razón o pasión

Posted on: enero 23rd, 2013 by Super Confirmado No Comments

Ser o no ser, hacer o no hacer, razón o pasión, actuar o esperar? Estos días ante las locuras cotidianas de un gobierno poco corriente en el que la palabra «Constitución» parece ser solo un formulismo de la «democracia burguesa» como han insinuado varios voceros gubernamentales, muchos están en la diatriba (nada novedosa por cierto) de si lo mejor a estas alturas es, como decían las abuelas, «ponerse de una vez colorados» y manifestar con toda la fuerza que la legalidad permite o pasar agachados y esperar que «sucedan los acontecimientos», sobre todo con los antecedentes poco positivos para la oposición de «tiros por la culata» que han resultado muy negativos en la lucha por una verdadera democracia.

 

Y es que la verdad son tantas las arbitrariedades, tan seguidas, con desparpajo y falta de rubor que la frase: «hasta cuándo», dicha con mucha indignación salta en el pensamiento y verbo de quienes desean un mejor país. No es fácil «hacerte el bolsa» y dejar que jueguen con la dignidad de tu gentilicio y quedarte como si nada o con un reclamo falto de carácter tipo: «eso no se hace, muchachos. Eso no está bien». Es muy cuesta arriba «aguantar callado» cuando sientes que las decisiones trascendentes para el futuro las están tomando fuera del país por los jerarcas de un régimen vetusto y opresor.

 

Ante esta realidad, ¿cuál es el deber ser de un líder, quedarse callado o ponerse al frente de la protesta? Pero, por otra parte, surge la duda ¿no será eso mismo lo que está esperando el gobierno? ¿No estaremos ante la presencia de un nuevo peine? ¿No será preferible aguardar a que esta cosa rara que tenemos actualmente como gobierno se le enrolle el yoyo?

 

No es fácil decir qué es lo mejor, lo más conveniente cuando estamos en presencia de algo tan serio como la soberanía, la necesidad de una «fe de vida» y la capacidad del jefe del Estado para la toma de decisiones y la aprobación de decretos. Un verdadero líder ¿No debería ponerse al frente?

 

Al momento de escribir este artículo la Mesa de la Unidad Democrática define si cambian la fecha o la ruta de la marcha del 23 de enero, si lo aprueban, seguro que muchos se molestarán argumentando que ¡hasta cuándo la alternativa democrática va a ceder los espacios!, pero por otra parte, si ese día el oficialismo despliega su aparato político y se genera violencia ¿quiénes tienen las de perder?

 

Hay una parte del país que está reclamando al liderazgo una mayor contundencia, pero hay otra parte que le interesa muy poco esta temática complicadísima déficit legal y democrático. ¿Pasión o razón? ¿Deber ser o estrategia política? ¿Defensa de principios ante todo o consecución de objetivos en su debido momento? No corren tiempos fáciles para nadie y menos para el liderazgo político.

 

mariaisabelparraga@gmail.com./DO

FUente: EU

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