El honor no se divisa

Posted on: septiembre 24th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Cuando Juan Barreto ejerció el cargo de alcalde mayor afirmó que, ante la corrupción existente en la Policía Metropolitana, quería cortar por lo sano, pero no encontraba lo sano. Pocos años después esa corrupción extendida sirvió para justificar la eliminación de dicho cuerpo policial.

 

¿Habría que aplicar una medida similar con la Guardia Nacional? Dicen que no es correcto generalizar, pero realmente todo indica que la corrupción ha hecho metástasis en ese cuerpo militar.

 

No hay camionero en Venezuela que no haya tenido que «bajarse de la mula» en alguna de las alcabalas que «administra» ese cuerpo. Si las cargas no van precintadas, el pago se puede hacer en especies, de lo contrario es contante y sonante.

 

Lo que ocurre en las fronteras es otro indicio de que las malas artes se han hecho costumbre. Todos lo que habitan en los estados limítrofes los señalan de ser partícipes en el contrabando de extracción que allí se produce. No es que se hagan la vista gorda, sino que son actores muy importantes de dicho «negocio».

 

Otra área de la vida nacional donde la actuación de la Guardia Nacional es muy cuestionable es en las prisiones.  El orden en dichos establecimientos es su responsabilidad y sería llover sobre mojado relatar las innumerables irregularidades que se producen en esos recintos ante la vista cómplice de los uniformados.

 

¿Alguno de ellos puede dar una explicación de por qué los presos están tan bien armados? ¿Pueden responder de manera satisfactoria cómo es que familias enteras viven dentro de esas cárceles? El último incidente ocurrido en al aeropuerto internacional de Maiquetía también los salpica. Todos los que viajan por ese terminal sufren las actuaciones, muchas veces abusivas, de los miembros de la Guardia Nacional. Su celo es particularmente grande con quienes viajan a Europa.

 

Sin embargo, la semana pasada un avión de Air France despegó de Maiquetía con más de una tonelada de cocaína en sus bodegas. No estamos hablando de una pista clandestina y perdida en los llanos, sino del aeropuerto más importante del país. Tampoco es la primera vez que una aeronave que parte de dicho terminal lleva una carga grande de droga. En el año 2006 en México fue capturado un avión con un alijo de cinco toneladas de cocaína que partió de ese aeropuerto. Como se ve los vuelos se repiten.

 

Estos hechos se suman a los señalamientos que se han realizado contra elementos de la Fuerza Armada y su supuesta relación con el narcotráfico. Acusaciones en las que no solo están incluidos miembros de la Guardia Nacional sino altos mandos del Ejército. No las damos por ciertas, pero cuando el río suena es porque piedras trae, y al parecer cada vez trae más piedras.

 

Sobre el último incidente la Fiscal anuncia una investigación, se informa de la detención de tres efectivos de la Guardia Nacional, pero realmente tenemos pocas esperanzas, por no decir ninguna, de que dichas investigaciones, como dice la manida frase, lleguen hasta sus últimas consecuencias. Seguramente habría que llegar muy arriba y la Fiscal parece sufrir de vértigo.

 

Editorial  del Tal Cual

Los gorilas también se quedan calvos

Posted on: septiembre 23rd, 2013 by Super Confirmado No Comments

Fue pública y notoria, desmesurada se diría, la afición del Gigante por cuanto gorila se atravesaba en su camino.

 

Los buscaba, los visitaba y los recibía, los celebraba con ditirambos, se hermanaba con ellos. Pero, por imperecederos que éstos pudiesen suponerse en su egolatría, también los déspotas pasan, como todo en esta vida. Y a veces con enorme estrépito.

 

Tal el caso de Gadafi, el llamado Bolívar libio por nuestro Comandante eterno, omnipoderoso por décadas, ataviado como una divinidad estrafalaria y cursi, terminó tan mal el pobre, linchado en plena calle y a la luz del día. Y es muy probable, si es verdad al menos un mínimo por ciento de lo que se le acusa, que debe estar ahora en el terrible infierno islámico (en realidad todos los infiernos son terribles, crueldad de las religiones). Hay que reconocer que nuestro fenecido Presidente lo acompañó fielmente hasta el final, cuando hasta los más cercanos se habían alejado o silenciado atisbando los zamuros que lo rodearon por meses, y debe haber sentido hondamente su desaparición, tan trágica como la de Mussolini colgado o el pistoletazo de Hitler.

 

Ahora que se ha ido, no podrá ver la desaparición de uno de sus más cercanos y queridos colegas. De esa fraternidad no queda duda, hasta tal punto que el líder iraní fue acusado de blasfemo en su país porque dijo, lloroso, en las exequias de Chávez, que éste resucitaría como Cristo y abrazó a la madre de éste, lo cual son cosas poco islámicas. Y la última vez que se vieron, Chávez lo visitó nada menos que 13 veces, se trataron de «hermanos», «diablos» (para el Imperio) y el iraní dijo que «estarían siempre juntos». A Chávez se lo llevó la muerte y a Ahmadineyad un señor llamado Rohani, nuevo líder de su país, que lo ha considerado en desuso y le ha dado a su política un giro de 180 grados (ver su artículo ejemplar «Los tiempos de venganza quedaron atrás», histórico en todos los sentidos, en que se define su temple y su ideario). Ya no se niega el Holocausto y se augura la desaparición de Israel sino se bendice a los judíos.

 

No se insulta a los gringos sino se les tiende la mano. No se juega a las escondidas con las armas atómicas sino se hacen promesas categóricas y creíbles de renunciar a éstas. Se comienza a liberar a los disidentes y se respira progresivamente más democracia. Sin duda el deceso del déspota persa no es tan atroz como el del tirano libio, pero deceso al fin. Y uno se pregunta qué irán a hacer los hijos del Gigante que siguen jugando a ser «diablos», o diablitos mejor, con este señor tan razonable y apacible que quiere sentarse amablemente a conversar con Obama. Qué vuelta le dará su oportunismo.

 

Pero hay un tema que merece innúmeras páginas y que solo rozaremos, Cuba. Nuestro norte, nuestro mar de la felicidad, madre e hija, fetiche freudiano, joya de nuestra corona revolucionaria. ¿Qué pensar, camaradas, de ese lento pero implacable vomitar el comunismo que comieron 50 larguísimos años para implantar las hamburguesas McDonald’s y el reino perdido de la Coca-Cola? El Padre, seguramente con temor y temblor, vivió los primeros pasos de este desandar de la historia, costosa historia que se experimentó con millones de seres humanos, pero a los hijos les tocará vivir el llegadero, probablemente cuando ya ni Fidel ni Raúl estén, ni nadie ponga flores en sus tumbas.

 

Editorial del Tal Cual

El chavismo causa la crisis

Posted on: septiembre 11th, 2013 by Laura Espinoza No Comments

E l ministro Merentes, en un rapto de iluminación, descubrió que el rey anda desnudo. Hay que agradecerle la franqueza porque con sólo una frase demolió toda la charlatanería acerca de la revolución bonita y sus supuestos grandes éxitos en lo económico y social. Dijo el ministro de Finanzas y ahora zar de la economía que el supuesto «éxito en lo social» no ha estado acompañado de «éxito en lo económico».

 

Ahora bien, ¿cómo se puede tener «éxito en lo social» sin sustentabilidad económica? Porque de eso es de lo que se trata.

 

¿De qué «éxito social» podemos hablar si en la misma frase lo cuestionamos por la «falta de éxito económico»? Merentes percibe, sin duda, porque no es tonto, que esa paradoja es insostenible a mediano y largo plazo. Aunque no lo diga, pero se puede inferir de sus palabras, que las «misiones», que obviamente son las que dan base a la vanagloria por un supuesto «éxito social», han llegado ya a su punto de agotamiento y que sobre «operativos» de esa naturaleza no se puede fundar una política social consistente, de largo plazo, sino que es necesario crecer económicamente. Incluso, puntualiza que es preciso «entrar en una ruta de crecimiento, pasar una cantidad de años donde todos los factores de la economía estén creciendo».

 

No por perogrullesco es menos lógico. Obsérvese que el ministro no habla de «revolución»; ni «bonita», ni «fea» ni «socialista». Da por sentado que es dentro del presente cuadro económico, de rentismo petrolero y capitalismo como se nos plantean el problema y sus soluciones. Merentes pide ahora lo que no se dio durante catorce años.

 

Y es que en estos largos años de chavismo no hubo ni política económica ni política social, si entendemos por esta última algo más que el asistencialismo. Chávez adelantó como política económica el mantenimiento del status quo. Heredó un cuadro económico determinado y no procuró en modo alguno modificarlo para el bien común. Al contrario, jamás en nuestra historia había alcanzado el rentismo petrolero, que siempre nos ha sido propio, los niveles que le ha dado el chavismo, tanto en su versión original como en su versión madurista. Su gobierno ha hecho, pero empeorándola, lo mismo que fue la práctica económica heredada. Chávez no hizo otra cosa que aprovechar el cuantioso ingreso proveniente del petróleo para enfrentar problemas puntuales pero no para utilizarlo como palanca para el desarrollo económico. En este sentido, ni siquiera en el plano de la obra física su gobierno puede mostrar algo que valga la pena. Compárense los primeros quince años de los gobiernos democráticos con los tres lustros de Chávez. Bastan unos pocos ejemplos para ver la diferencia. De aquellos años provienen 150 mil kilómetros de carreteras asfaltadas. Chávez no pudo asfaltar ni siquiera la carreterita que va a Macuro.

 

De aquellos años provienen Ciudad Guayana y las empresas básicas. De aquellos años proviene la nacionalización del petróleo y del hierro. ¿Qué se puede abonar a la cuenta del comandante? Bien poco. Y por lo que ha mostrado hasta ahora, de Maduro cabe esperar menos aún.

 

De manera que tres lustros después este sigue siendo el mismo país capitalista atrasado en que hemos vivido siempre, que cuelga, como un ahorcado de la cuerda, de la renta petrolera.

 

 

 

Editorial Tal Cual

Terapia intensiva para la salud

Posted on: septiembre 5th, 2013 by Super Confirmado 1 Comment

La sensibilidad de una sociedad hacia los más desamparados de sus integrantes puede medirse por la forma como ella, en su conjunto, Estado y sociedad civil, trata a los más desasistidos de sus integrantes, que, obviamente, son los pobres. La atención médica que estos reciben y el estado de los establecimientos donde esta se presta, son los parámetros adecuados para establecer el alcance del sistema que los atiende.

 

En nuestro país, como en casi todo el mundo, existe un sistema público de salud, paralelo al privado. El sistema público es de vasta dimensión (hay 214 hospitales y 4.819 ambulatorios) e incluye a varios de los más grandes hospitales del país; de hecho, territorialmente puede decirse que cubre toda la extensión del país, todas sus capitales de estado amén de centenares de segundas ciudades y poblaciones aún más pequeñas. Desde este punto de vista cuantitativo un observador de la Naciones Unidas o Cepal podría concluir que Venezuela cuenta con un gran sistema público de salud.

 

Pero, ¿qué hay de la calidad? Si nos atenemos a las voces de médicos, enfermeras y personal en general de los centros de atención médica, así como a las de quienes son atendidos en ellos, las cosas no andan muy bien que se diga. Desde luego que las fallas y defectos no son de estos últimos años, pero lo que si es verdad es que lo que ya estaba malo desde antes ahora está peor. Son más bien excepciones las mejoras que se han hecho y siempre parciales y la duración para ejecutarlas suele tomar más tiempo que la construcción de las pirámides de Egipto. El mejor ejemplo es el Hospital Vargas que lleva siete años en remodelación. No es el único. Una de sus pacientes resumió la situación muy gráficamente.
«Los baños no tenían agua y las instalaciones están deterioradas. Pasé mucho trabajo». Previamente, la señora que explicaba la situación, informó que debió comprar todos los insumos, porque el hospital, donde estuvo 46 días, no los tenía. De hecho, es tal vez la queja más frecuente entre personal médico y pacientes: los insumos deben ser aportados por estos últimos y por donaciones del sector privado. Más aún, algunos servicios costosos los privados los hacen gratis, ante la visible imposibilidad de que el paciente pueda pagarlos.  Una de las grandes calamidades de la administración pública es la centralización. 


Todo depende del Estado central. Todo, absolutamente. De gobernaciones y alcaldías hacia abajo, no existe instancia administrativa que no dependa, para su funcionamiento de las decisiones y órdenes de arriba. «Hasta para pedir una resma de papel hay que pasar una solicitud al ministerio»; así resume la situación un conocedor de ella. No sin razón, pues, la administración pública venezolana, en general, se cuenta entre las más ineficientes del continente.

 

Este no es un fenómeno nuevo sino de muy vieja data, pero ahora, obsesión centralizadora del chavismo en su versión original y en la desteñida, la cosa se ha hecho aún peor. El remedio pasa por la descentralización. Pero para el régimen ya la sola palabra es pecaminosa.

 

Editorial de Tal Cual

Tiempos de inquisición

Posted on: agosto 29th, 2013 by Super Confirmado No Comments

¡Ahora sí nos fregamos! Los grandes inquisidores del chavismo madurista están empeñados en silenciar prácticamente por la fuerza cualquier voz disidente. Al ilegítimo allanamiento de la inmunidad parlamentaria de Richard Mardo se suman ahora las amenazas de Pedro Carreño contra María Corina Machado, cuya inmunidad también sería allanada, y las de Diosdado Cabello contra el diputado Juan Carlos Caldera.

 

Estamos ante una franca cacería de brujas. A María Corina se la pretende invalidar, según avisó Pedro Torquemada Carreño, porque visitó la refinería de Amuay, para ver la destrucción causada por la explosión de hace un año, que dejó 42 víctimas fatales, así como para conversar el tema con los vecinos. La «prueba» de su «terrible delito» es un volante, seguramente confeccionado por activistas políticos de la zona, considerados por los inquisidores como atentatorio contra no se sabe qué, pero en todo caso, sólo un Parlamento enloquecido por el poder podría considerarlo como delito. María Corina Machado no hizo otra cosa que lo que cualquier diputado celoso del cumplimiento de su deber tiene que hacer: investigar, comprobar, constatar, in situ, cualquier aspecto de la vida nacional que merezca su atención, por la circunstancia que sea.

 

La inmunidad parlamentaria fue creada, precisamente, para proteger a los parlamentarios de cualquier interferencia de los poderes públicos (y en particular de la policía) en el desempeño de sus funciones. Máxime si, como en este caso, una explosión de tal magnitud, que causó enormes daños materiales y mató a casi medio centenar de personas, no mereció del Parlamento ni el más mínimo debate y ni siquiera, aunque fuere por cubrir las formas, fue designada una comisión que investigara los hechos. Ciertamente que no fue por desidia o negligencia, sino con toda la deliberación de un grupo parlamentario, el oficialista, que se cree guapo y está muy conciente de que está apoyado.

 

En el caso de Caldera, la motivación para despojarlo de su inmunidad y llevarlo a juicio es igualmente traída por los cabellos; o, más exactamente, por Cabello, Diosdado. Recibió lo que parecía ser una contribución para su campaña por la Alcaldía de Sucre y resultó ser una trampa urdida por el bolimillonario Ruperti y ese pillastre de Heliodoro Quintero, su compinche. En todo caso, ¿de qué se le acusa? ¿Era dinero de la nación lo que le fue entregado, o producto de algún delito? No.

 

Provenía de un particular, que como tantos, contribuyen con las campañas electorales de tirios y troyanos. Pero en este caso el «particular» y su cómplice, muy «éticamente», montaron la marramucia contra Caldera y el gobierno se encargó de transformarla en un caso policial. No hubo delito alguno. Y de haberlo habido, ¿por qué no se persigue a los tramposos mecenas? ¿Qué razón habría para enjuiciar a Caldera? Ninguna, pero no debe olvidarse que estamos en el país donde la jueza Afiuni, quien sin haber delinquido, permaneció presa tres años tan sólo porque le dio la gana a Chávez.

 

Son tiempos turbios estos. El oficialismo hace vivir a la república una suerte de mascarada inmoral, donde nadie está a salvo del inesperado zarpazo de la Inquisición chavo-madurista.

 

 

Editorial del Tal Cual

Otro magnicidio más

Posted on: agosto 28th, 2013 by Super Confirmado No Comments

En realidad los medios, malvados que son, no le pararon mucho a la información sobre el intento de magnicidio contra Maduro y Cabello. Tanto fue así que hubo que hacer una cadena nocturna para remachar la rueda de prensa en que Rodríguez Torres detalló la temible amenaza. Por cierto que el estilo expositivo de este funcionario es muy curioso porque con la mayor contención verbal e inexpresividad corporal, como quien reza el santo rosario, suele anunciar los más truculentos y poco fiables cuentos de terror.

 

El hecho de tanta indiferencia se debe, en cierta medida, que aquí reparamos dedicándole este editorial, a que es una historia demasiado repetida. Caliche pues. Alguien habló de más de 20 versiones parecidas en estos quince años, imaginamos que sin contar las innumerables de José Vicente los domingos. Y no hablemos de más de un centenar del patriarca Castro que por lo visto va a morir centenario, y morir es un decir, los héroes nunca mueren, entre otras cosas para eso están los pajaritos, las estatuas, los slogans y, sobre todo, la televisión donde los vemos vivitos y coleando. Prospecto de prócer, por lo visto, no puede prescindir de ese blasón que significa que las fuerzas del Mal vean en él un antagonista tan poderoso que no hay otra manera de enfrentarlo que intentando hacerlo desaparecer.

 

Además este remake es bastante pobre y deshilachado. Para empezar, precisamos, porque la fórmula magnicida suele aplicarse a líderes demasiado atornillados, caso de Fidel, o estadistas de gran trascendencia como, por ejemplo, Abraham Lincoln o John Kennedy. Y no parece ser el caso de nuestros cabecillas actuales que, a lo mejor, basta una ventisca electoral decembrina o una conmoción inflacionaria para causarles alguna temible neumonía.

 

Pero los detalles son también muy precarios, como eso de ser un par de malandrines anónimos los encargados de la misión, el hecho de que cargaran la ya mentada foto para identificar a las víctimas que todo el mundo ve hasta en la sopa, varias veces al día y por todos los medios. Y no digamos los autores intelectuales y cómplices del más variado pelaje: desde Posada Carriles, que dicen que ya no puede ni con su alma muy perversa, los expresidentes Micheletti y, por supuesto, el infaltable Álvaro Uribe (a quien suponemos el «amigo» Santos tendría que hacer preso o al menos investigar severamente). Y cuidado si el mismísimo presidente Obama, a quien Maduro le pide cuentas. O que el asunto se llame «carpeta amarilla», porque ya se sabe que amarillo es lo que luce desde que Henrique Capriles se viste de ese color.

 

Por último diera la impresión de que es bastante original que este magnicidio, que ya es cosa magna per se, sea doble, Maduro y Cabello, siempre tan ligaditos. Diera la impresión de que el segundo, ¿segundo?, no permitió que lo excluyeran de rollo tan espectacular.

 

Mientras nuestras máximas autoridades se dedican a asuntos de página roja (saboteos petroleros; María Corina, cual Pasionaria, soliviantando obreros; conspiraciones múltiples y traiciones a la patria; corrupciones imaginarias que tapan las muy reales de los que manejan los cobres…) o a festivas algarabías electoreras el país de verdad verdad se deshace en inflaciones, escasez y espantosos crímenes, de lo cual hablan tan poco. Habría que cambiar de página, dice uno.

 

Editorial del Tal Cual

Pdvsa: Una ruleta rusa

Posted on: agosto 27th, 2013 by Super Confirmado No Comments

Cómo tendrá de sucia su conciencia el señor Rafael Ra-mírez, capo mayor de Pdvsa, que últimamente no deja pasar un día sin asegurar que en la gran empresa todo está «bajo control» y que «no hay novedad». Pero cuando algún suceso se hace público y notorio, siempre tiene a mano una «explicación»: el sabotaje de infiltrados de la oposición.

 

Sin embargo los hechos, con su inefable terquedad, se encargan de desmentirlo casi diariamente. Una empresa que hasta su toma por el chavismo era un modelo mundial, en todos los aspectos, y en particular en seguridad, hoy exhibe números aterradores en cuanto a accidentes e incidentes, muchos que han dejado víctimas fatales y todos daños materiales de mayor o menor gravedad, pero siempre costosos.

 

Basta con una relación resumida de tales hechos en el año 2012 para percibir que trabajar en Pdvsa, sobre todo en el Complejo Refinador de Paraguaná, equivale a jugar a la ruleta rusa. Los trabajadores no saben en qué momento menguado puede sorprenderlos la muerte. Veamos solamente lo que tuvo lugar en ese año.

 

En agosto una gran explosión, seguida de un incendio, causados por una fuga de gas; nueve tanques de almacenamiento fueron dañados y la refinería debió suspender sus operaciones. Hubo 29 fallecidos y más de 150 heridos.

 

Lo peor de todo es que tanto trabajadores como vecinos de las comunidades adyacentes a la refinería habían alertado desde días antes del olor a gas que fuertemente se difundía en la zona. Sin embargo, ni se activaron las alarmas ni se tomó medida alguna para desalojar las áreas circunvecinas. En junio del mismo año una explosión en un pozo petrolero en Zulia dejó un muerto y tres heridos. En febrero una unidad de destilación de la refinería Cardón, la segunda mayor, quedó paralizada tras un incendio. En enero, una fuga de crudo y el incendio que la siguió paralizaron la unidad de destilación de Amuay. Poco antes un horno de la otra refinería, Cardón, había explotado, paralizando la planta.

 

Esto fue el año 2012, pero si el interesado retrocede en el tiempo hasta el 2003, que es hasta donde llega la información que manejamos, va a descubrir que cada año, Pdvsa y las vidas de sus trabajadores fueron afectadas por diversos accidentes, no sólo en Paraguaná y Zulia, sino en el oriente del país y también en las instalaciones de la petrolera en Bonaire y Curazao. ¿Qué ha ocurrido con la gerencia responsable de estos desastres? Pues, que se sepa, nada. Comenzando por Ramírez, quien parece tener sus posaderas soldadas al sillón desde donde preside la vida de Pdvsa.

 

En cualquier empresa seriamente manejada, un gerente como Rafael Ramírez hace rato que habría sido echado de su cargo. Pero estamos en la Venezuela chavista y en la constelación de mediocridades que nos gobierna nadie puede lanzar la primera piedra. Además, Ramírez se aseguró la permanencia obedeciendo perrunamente cualquier solicitud de un «milloncito» que le hacía Chávez. Ya ahora, la cosa se volvió un relajo y Pdvsa opera como una suerte de caja chica del gobierno. Nos preguntamos cuánto le costará a la República reparar los estropicios causados en Pdvsa.

 

Editorial del Tal Cual

¿Habilitante para qué?

Posted on: agosto 22nd, 2013 by Super Confirmado No Comments

Resulta muy sospechosa la insistencia de Maduro y su combo en solicitar de la Asamblea Nacional una Ley Habilitante a sabiendas de que no cuentan con los votos suficientes para lograr ese cometido. La única manera como alcanzarían el número de votos necesario es si un diputado de la oposición traicionase su compromiso con sus electores y saltara la talanquera, tal como reza la ya tan popular expresión.

 

Aunque esta gente ha hecho con la Constitución lo que le ha dado la gana, no está de más recordar lo que ella dice sobre la aprobación de leyes habilitantes, para dejarle a la historia un testimonio ­¡uno más!­ de estos tiempos desoladores. En su artículo 203 se establece, textualmente: «Son leyes habilitantes las sancionadas por la Asamblea Nacional POR LAS TRES QUINTAS PARTES DE SUS INTEGRANTES…».

 

Aquí no hay tutía. Una ley habilitante, que otorga poderes especiales al Presidente para que este pueda legislar por decreto, implica una dejación de poderes por parte del Parlamento, que los cede temporalmente al Presidente, por un plazo perfectamente definido en la propia ley. Es decir, las leyes habilitantes no son indefinidas.

 

Pero precisamente porque se trata del delicadísimo asunto de una autorreducción de los poderes de la Asamblea Nacional, el legislador previó una mayoría hipercalificada de los integrantes del cuerpo; de los integrantes, no de los presentes en la sesión, que en el caso de otras leyes y temas es sólo la mayoría simple de estos la que se requiere.

 

De modo que para votar una ley habilitante, siempre que haya quórum, cualquiera que este sea, la votación se contará sobre el total de integrantes. En nuestro caso, la Asamblea Nacional cuenta con 165 integrantes y la casualidad ha querido que las tres quintas partes sean precisamente 99.

 

El oficialismo no cuenta con esa cantidad. Le falta un voto. Eso le presta un particular dramatismo a esta solicitud de Ley Habilitante y a la eventual votación. El pretexto para esta petición es la lucha contra la corrupción. A propósito de esto, Maduro retó a la oposición a un debate, Capriles aceptó inmediatamente, propuso un mediador que el oficialismo no podría rechazar, monseñor Mario Moronta, y una sede archineutral, la sede de la Conferencia Episcopal. Maduro no ha vuelto a tocar el tema, y por ahora prefiere pasar agachado.

 

Ahora bien, si la cuestión es la de la lucha contra la corrupción, ya señalamos en editorial anterior que para ello no hace falta una ley habilitante, porque la legislación sobre la materia es abundante. Si quieren luchar contra la corrupción apliquen esas leyes, en particular la que se titula precisamente Ley contra la Corrupción. Además, ¿hasta cuándo piensan mantener a la República sin Contralor? Ya van más de dos años en que ese cargo está vacante, pues no tienen tampoco los votos para designar uno suficientemente alcahueta.

 

No es que el fallecido Russián ni su sucesora hayan hecho mucho en el cumplimiento de sus obligaciones, pero la misma falta de interés del oficialismo en designar un titular, aunque sea por cubrir las formas, es también muy elocuente. Sencillamente no lo consideran necesario. Para el chavo-madurismo se trata de un cargo prescindible. Por ello es que lo de Maduro y su supuesta lucha contra la corrupción es pura faramalla.

 

Editorial del Tal Cual

Los misterios de Globovisión

Posted on: agosto 21st, 2013 by Super Confirmado No Comments

Resulta realmente paradójico que un canal de televisión, una pantalla, se haya convertido en un verdadero acertijo, todavía más paradójico por tratarse de un canal informativo.

 

El misterioso silencio que vela los conflictos de la televisora es tan espeso como el que ocultaba el día a día de la enfermedad terminal del presidente Chávez. Y se trata, para una buena cantidad de venezolanos, de un medio que entraba a su casa diariamente como un amado y respetado miembro de la familia. Deberíamos, pues, estar enterados de sus vicisitudes que, de esto sí estamos seguros, no son ciertamente menores.

 

La prensa, grande y pequeña, ha dicho poca cosa y a título de rumores, cuando obviamente se trata de una noticia para titulares mayores dado el número de afectados y su real incidencia en la vida pública nacional. La mayoría de los directamente implicados han permanecido callados o lo que han dicho es insuficiente para armar el rompecabezas. Nosotros mismos hemos permanecido mudos a la espera de que se nos informara debidamente, para empezar desde el canal mismo que tanto se ufana de informar. Ahora creemos que al menos debemos exigir esa información y no sumarnos a la especulación y a los chimes que ruedan por ahí.

 

Las preguntas surgen desde el negocio mismo de venta de la planta. ¿Qué llevó a sus antiguos dueños que juraban ser apóstoles de la libertad patria a comportarse como simples empresarios atentos a la salud de sus haberes? ¿Había al menos algunas garantías en el convenio comercial de que el canal no iba a terminar jugando para el enemigo y su temible y ansiada hegemonía comunicacional? ¿Quiénes eran los compradores, para empezar si lo eran realmente o por delegación?.

 

Se hicieron públicas dudas sobre la honorabilidad del pasado de éstos. ¿Cuál era el proyecto, en todo caso, la nueva línea? El sentido común indicaba que alguna certera señal tenían que tener del gobierno para hacer una gran inversión en un canal que tenía contados los días de su concesión y un montón de amenazas jurídicas encima.

 

A pesar de algunos encontronazos iniciales y varios periodistas excluidos no resultaba sencillo sacar conclusiones definitivas porque también había permanencia de programas y personeros opositores. Parecía que el objetivo era un paulatino intento de ir hacia el «centro», equilibrar la programación antes militantemente opositora. No era extraño al cuadro la posibilidad, hoy muy devaluada, de inscribir el proyecto en un supuesto diálogo o apaciguamiento nacional. Se podía esperar para terminar de ver.

 

La repentina ida del Ciudadano, verdadero epicentro de la programación del canal, cambió el ritmo de la cuestión. A éste se le olvidó informar a su apasionada clientela el motivo de su ida, asunto muy poco cortés. Pero los sucesos de esa misma noche, la negativa a trasmitir el noticiero estelar de parte de tres periodistas y la violenta respuesta del canal a estos indican que no fueron muy santos los motivos de la brusca partida de Castillo. Se ha hablado, y no el canal de las 24 horas de información, de que salió Juan Domingo Cordero de la Presidencia de Globovision. El Universal del día siguiente lo daba por confirmado y hablaba de una supuesta intervención demoledora del gentil Pedro Carreño que les paró el trote lento a los directivos.

 

Hoy Vladimir Villegas, figura de la nueva programación, dice en definitiva que no ha pasado nada y que sigue siendo válido el proyecto del canal abierto a todos. Por el contrario, Roberto Giusti renuncia y denuncia, aunque en plano «especulativo», la intervención del inquisidor homófobo y el cambio de ritmo del proyecto, ahora a carajazos prácticamente.

 

¿Y entonces?

 

Editorial del Tal Cual

¿Quién es el que roba aquí?

Posted on: agosto 20th, 2013 by Super Confirmado No Comments

¿A cuenta de qué pide Maduro una Ley Habilitante? El pretexto aducido es el de que le hace falta para luchar contra la corrupción. El pretexto mismo es inmoral. El país no necesita más leyes contra la corrupción porque ya las tiene, en particular una con ese nombre. Lo que el país reclama es que las leyes sean aplicadas. Si esto es así ­y así es­, entonces, ¿para qué exige Maduro que le sean otorgados poderes especiales? ¿Acaso una nueva ley, paralela a las existentes, va a lograr el milagro de que sean aplicadas? Aquí hay gato encerrado.

 

Sin embargo, lo más insólito del asunto es que Maduro asevera que el blanco de su cruzada es la corrupción ¡de la oposición! Esto ya no es cinismo sino la más rampante sinvergüenzura. Una gente que tiene en sus manos todos los poderes del Estado, 20 de 23 gobernaciones de estado, más de 200 alcaldías de 335, mayoría parlamentaria, es decir, una ancha sabana donde pueden pastar a su gusto todos los corruptos del mundo, tiene los riñones de acusar de corrupción a una oposición que cuenta tan sólo con 3 gobernaciones y menos de un centenar de alcaldías. Sin embargo, este no es el punto.

 

El punto es que la oligarquía chavista ha aprovechado con sin igual rapacidad la infinita longaniza de las instituciones que controla para robar a más y mejor, con una impudicia de la cual la mayor muestra es precisamente la que hemos citado: lanzar sobre sus opositores las toneladas de su propia inmundicia.

 

Un recuento breve, hecho al azar de la memoria, de las cuentas del hamponato chavista arrojaría la siguiente lista pestilente. Comencemos con Pdval, bautizada por la gente (por algo será) como Pudreval. Según la Fiscalía se perdieron 2.200 millones de dólares. Aunque el caso salpicó a un familiar directo de Rafael Ramírez, los tres únicos imputados ­chinitos de Recadi­ esperan juicio en tranquila libertad.

 

Illaramendi: quien se declaró culpable de la «desaparición» de 540 millones de dólares del Fondo de Pensiones de Pdvsa. El responsable de los movimientos bancarios de Pdvsa es Rafael Ramírez. Anunció investigación pero, como de costumbre, no ha habido nada.

 

Vamos a acelerar, sólo enumerando: Cadivi, denunciado hasta por Giordani, Betancourt y Mario Silva; comisiones milmillonarias con sobreprecios de Corpolec, Plan Bolívar 2000; los multisápidos guisos en las empresas de Guayana; Diosdado Cabello, que necesita él solo una Contraloría; Bandes, descubierto gracias al Imperio; el maletinazo de Antonini y sus 800 mil dólares para la pana Cristina; fraude de las notas estructuradas; el central azucarero de Barinas; el avión presidencial, comprado sin partida presupuestaria; la lista interminable de las tropelías, abusos de poder y casos de corrupción de la familia Chávez en el estado Barinas. La lista es varias veces más larga pero se agotó el espacio del editorial, así que aquí dejamos esta muestra para que Maduro la tome en cuenta a la hora de que se lleve a cabo el debate sobre la corrupción, que él mismo propuso, si es que no se raja.

 

Editorial del Tal Cual