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La brutalización de la política

Posted on: junio 30th, 2024 by Super Confirmado No Comments

El pasado miércoles se realizó en Madrid, el Foro Atlántico que anualmente organiza la Fundación Internacional para la Libertad, que lidera el escritor Mario Vargas Llosa. En uno de los paneles previstos para los debates, participó el Dr. Mauricio Rojas, un prestigioso investigador de origen chileno que actualmente se desempeña como integrante del Parlamento de Suecia. Los miembros de la mesa de la que formaba parte Mauricio Rojas, estaban comprometidos a aportar reflexiones respecto a Los Retos y Oportunidades de la política en el mundo actual.

 

Fue allí cuando Mauricio Rojas introdujo la tesis de la Brutalización de la política, postulado que ganó mucha notoriedad a raíz de los conceptos expresados por George L. Mosse, especialmente desde el momento en que publicó su libro Soldados caídos (1990), texto en el que argumenta su teoría, según la cual, “la experiencia de guerra de los soldados del frente en la Primera Guerra Mundial habría sido la causa de los altos niveles de violencia política de la República de Weimar y, por ende, el origen del nacionalsocialismo y el genocidio”.

 

Bajo el paraguas de ese concepto se han venido dando diferentes hechos políticos relacionados con ese modelo de la Brutalización de la política. El más reciente ha sido la caricatura de “golpe de estado” escenificado en Bolivia, país sudamericano en el que un general apellidado Zúñiga, con su uniforme tachonado de medallas, no se sabe ganadas dónde y cómo, encabeza una penosa puesta en escena de un montaje militarista con un desenlace con mucha pena y sin nada de gloria.

 

En Bolivia, inicialmente bajo la hojarasca populista levantada por Evo Morales, al igual que en Ecuador, siguiendo las líneas trazadas por Rafael Correa, se efectuaron acciones que dan lugar al modelo que resume en tres “P”, el analista venezolano Moisés Naim, al desgranar las amenazas del Populismo, la Polarización y la Posverdad. Así tenemos a esas montoneras politiqueras que se encumbran en el poder, después de haberse aprovechado de las virtudes de la democracia, tal cual como lo hicieron Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, para seguidamente ejecutar el plan letal de vaciar de contenidos democráticos los pilares fundamentales que garantizan la separación de poderes, la indispensable libertad y la garantía de la justicia y salvaguarda de los derechos humanos de las personas.

 

Se enfocan en el poder judicial, pues desde esa trinchera se aseguran de ir controlándolo todo para de esa manera lograr eternizarse en el poder absoluto, dejando atrás el juramento de respetar el orden constitucional legalmente establecido, y que les permitió asumir el mando por la vía democrática.

 

Fue muy preciso y elocuente el expresidente de Colombia, Iván Duque, al enumerar el orden del patrón envenenado que, como conjuro populista, ponen en marcha, a saber: valerse de las astucias para camuflarse y poder ganar las elecciones, luego encarnan el rol de mandatarios enternecidos que utilizan el lenguaje “buenista” para seducir a los opositores, mientras van artillando la batería comunicacional polarizante, con sus dogmas irrenunciables, seguidamente introducen el relato de la “nueva historia”, ya que “todo lo del pasado es malo” y, en medio de ese debate ideologizado, van sembrando el caos valiéndose de las cartillas y protocolos que informan las guerras de cuarta y quinta generación, para llegar por esa ruta al planteamiento salvacionista, con el falso mesías a la cabeza, proponiendo la fórmula mágica de la Constituyente.

 

George L. Mosse indica en su obra que, “la indiferencia ante la muerte en masa y el deseo de destruir totalmente al enemigo” termina siendo la esencia de ese modelo de la Brutalización de la política, es por eso que en su exposición el expresidente de Ecuador Guillermo Lasso razona que, “la degeneración de la política es consecuencia del fin de obtener y mantener el poder, aunque sea necesario aliarse con grupos identificados con el crimen organizado”, tal como ha ocurrido en su país en donde el narcotráfico ha extendido una red hamponil que incluye a pandillas delincuenciales de todo orden, a los capos que controlan las cárceles y mafias de cuello blanco que operan en las periferias de instituciones públicas y privadas que facilitan la legitimación de capitales apuntalando la llamada economía oscura.

 

Se debe interpretar que ese tipo de esquemas, antes descrito, dan origen a la degeneración de la práctica de la política institucional, la política verdaderamente inspirada en valores y principios democráticos, para descender al pantano de “la Brutalización” en el que se revuelcan esas mafias que justifican tal desenfreno, con tal de lograr la liquidación del enemigo, así sea con el uso de métodos reñidos con la ética política.

 

Es lo que se ve en esos países en donde ronda y hace de las suyas el diabólico y maléfico populismo. Parlamentos que pierden su verdadero fin; un poder judicial criminalizando la actividad política; medios de comunicación cerrados o limitados para poder cumplir su fin de desarrollar la libertad de expresión; el derecho de propiedad cercenado; empresarios estigmatizados como “enemigos del pueblo”; mandatarios disponiendo de los dineros públicos para apuntalar “Elecciones de Estado”, tal como lo explicó detalladamente el expresidente Felipe Calderón, sucedió en la ultima medición electoral en México; y la perpetración de los más abominables crímenes de lesa humanidad, que los socios de cada bando no disimulan en justificar, enarbolando banderas ideológicas. ¡Que despreciable todo eso!

 

En conclusión, es momento de tomar conciencia de la obligación y responsabilidad que tenemos todos los que nos sentimos comprometidos con la verdadera democracia. La responsabilidad de defenderla, de protegerla, de cuidarla de esas malignas asechanzas y no hay mejor manera de hacerlo que cumpliendo con más eficiencia esa tarea tan noble, tal como lo puntualizó en ese foro, Fernando Savater: “es la hora de la unidad de los demócratas”.

 

Antonio Ledezma

@Alcaldeledezma

Una campaña rara

Posted on: junio 23rd, 2024 by Super Confirmado No Comments

En mi más reciente libro, Venezuela, Política y Ambiente, hablo, entre muchas cosas, de las llamadas “tierras raras”. La verdad sea dicha es que nos encontramos con esta exactitud: “ni son tierras ni son raras”. Con ese apelativo se distinguen “una serie de elementos químicos que encontramos en el medio natural y que se caracterizan por tener  propiedades similares entre sí y por ser, en su mayoría, escasos en la corteza terrestre”. En informes técnicos se registran estas apariciones de las denominadas tierras raras: lantano (La), cerio (Ce), praseodimio (Pr), neodimio (Nd), prometio (Pm), samario (Sm), europio (Eu), gadolinio (Gd), terbio (Tb), disprosio (Dy), holmio (Ho), erbio (Er), tulio (Tm), iterbio (Yb), lutecio (Lu), escandio (Sc) e itrio (Y).

 

Pero no se angustien amigos lectores que no voy a someterlos a este relato científico, tampoco pretende meterles entre líneas la promoción de mi texto recién publicado, simplemente me agarro de esa designación para entrarle a un tema más terrenal, como son las “raras elecciones” que se desarrollan en un país enrarecido como lo es, actualmente, Venezuela.

 

La primera rareza es que estamos en presencia de un pueblo envuelto en una esperanza o algarabía que despierta una mujer llamada María Corina Machado. Lo tradicional, es que fueran candidatos embutidos en pantalones, los que se erigieran como abanderados en las pugnas presidencialistas. Pues en esta coyuntura, a diferencia con lo que ocurría en los tiempos del general José Antonio Páez, de Soublette, de los Monagas, de Guzmán Blanco, de Joaquín Crespo, de los compadres Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez, de López Contreras, de Isaías Medina Angarita, de Pérez Jimenes, de Wolfang Larrazábal, de Rómulo Betancourt, de Rafael Caldera, de Carlos Andrés Pérez, de Luis Herrera Campins, de Jaime Lusinchi y de Hugo Chávez, ahora la que estremece a los pueblos en asambleas populares, es una mujer que se vale, desde una rama de un árbol, que flota entre bazos que la elevan a la batea de una gandola o se deleita saludando a multitudes desde el techo de una camioneta, o para la que es propicio cualquier lugar improvisado para hablar y desatar tormentas sentimentales en cada ciudad que visita, dejando una estela de fe y compromisos pactados moralmente con millones de mujeres y hombres con los que se encuentra en cada comunidad que atraviesa recorriendo carreteras.

 

Otra cosa muy rara es que esa mujer, que está dejando “el cuero”, como ella misma lo confiesa, cumple esa titánica misión para buscarle votos a un hombre llamado Edmundo Gonzalez Urrutia. O sea, no la mueve la aspiración personal de ser la candidata, tal cual como fue ungida el pasado 22 de octubre de 2023, se está esforzando para asegurar la rutilante victoria de Edmundo Gonzalez, triunfo que ya se vislumbra en cada una de esas concentraciones que lidera. Esto es raro, muy raro, porque si alguna campañita malsana le hacían sus adversarios, era una basada en querer presentarla como “ególatra, abstencionista y mantuana”. Lo que estamos viendo dista mucho de que María Corina sea presumida, pedante, soberbia o altanera. Mas bien se ha empinado en las tribunas de la unidad una persona serena, desprendida, capaz de hacerse a un lado para que sea otro venezolano el que asuma este inmenso desafío y sea beneficiario de su innegable popularidad.

 

Otra cosa muy rara para Maduro, que se frotaba las manos esperando que María Corina “pateara la mesa” y llamara a la abstención, termino siendo una gran decepción, dicho en proverbio: Maduro “se quedó con los crespos hechos”. María Corina no solo está promoviendo la participación, se mantiene aferrada a la vía electoral, con una fuerza y tenacidad admirable no se deja descarrilar de esa ruta, sino que es la primera en asumir esa responsabilidad recorriendo, sin tregua, todos los rincones del país. ¿Y lo de Mantuana? Bien raro también,  porque el mayor respaldo lo consigue María Corina en los sectores más humildes de Venezuela. Gente en alpargatas que caminan a su lado, vendedoras de empanadas que arriesgan su negocito y jóvenes motorizados de los barrios populares que tienen de todo menos de esa estirpe que manipulan maliciosamente.

 

Una campaña muy rara, sin financiamiento, el esfuerzo es a puro pulmón. Sin libertad de expresión, los medios están autocensurados y la coordinadora de prensa, Claudia Macedo, restringida en una residencia diplomática. Lo mismo acontece con otros integrantes del comando de campaña que presos o asilados en una embajadas. Una campaña rara, en la cual el responsable de constituir la figura de Los Comanditos, Henry Alviarez está confinado en la cárcel del Helicoide y el ingeniero Humberto Villalobos, coordinador del aparato electoral, se encuentra limitado entre cuatro paredes en la embajada de Argentina en Caracas, pero ya son miles de Comanditos establecidos a lo largo y ancho del país, con lo cual se blinda la organización para vigilar cada mesa de votación. Rara, porque la jefa de campaña, Magaly Meda, tiene que hacer su trabajo desde esa misma sede diplomática y los resultados no pueden ser más satisfactorios: la ventaja de Edmundo suma más de 60 puntos.

 

Una campaña muy rara porque los aliados naturales de Maduro lo cuestionan por su intolerancia y reticencia a facilitar la presencia de observadores internacionales para el próximo 28 de julio. Así tenemos, tal como lo ha informado desde su condición de refugiado en la casa del embajador argentino en la capital del país, Pedro Urruchurtu, que el jefe de estado Gabriel Boric de Chile y Lula da Silva de Brasil, emplazan al tutelado de los hermanos Castro, a que “rectifique y permita el viaje de la delegación técnica de la Unión Europea”.

 

La cosa más rara surgió el pasado miércoles en el Congreso de Diputados de España, escenario en donde por unanimidad, los diputados de todas las fuerzas-incluido el PSOE- que viven en un permanente conflicto, para este asunto se hayan puesto de acuerdo respaldando la causa por las elecciones libres en Venezuela.

 

Antonio Ledezma

 

Posted on: junio 15th, 2024 by Super Confirmado No Comments

La pregunta que más corre entre labios de la gente en Venezuela y de quienes en otras latitudes están pendientes de la suerte de nuestro país, es ¿Cómo será la transición después del resultado electoral del próximo 28 de julio.

 

No voy a reincidir en las citas de experiencias de otras naciones que ya he expuesto con lujo de detalles en anteriores entregas, relacionadas con las transiciones adelantadas en Chile, Brasil, Suráfrica y España, por aludir solo algunos de esos interesantísimos procesos. Tratare de recoger en estas próximas líneas las reflexiones, comentarios y vivencias relatadas por personajes que, de una u otra forma, han reflexionado sobre esa etapa sobre la cual se tejen los mas variados escenarios, muchos optimistas, otros que dan lugar a naturales aprehensiones que, afortunadamente, no han propagado ni desesperanza ni desestimulado la determinación de acudir a sufragar en la venidera jornada electoral del 28 de julio.

 

La gran bandera que ha enarbolado María Corina Machado y que ahora cuyo mástil también empuña Edmundo Gonzalez Urrutia, es la que hace ver entre los colores de nuestro pabellón nacional, el sueño generalizado del reencuentro de los venezolanos. Ese es el diapasón más sonoro de la predica de María Corina y Edmundo Gonzalez en esta singular campaña electoral. Tal como lo ha razonado, con argumentos válidos, Tomas Páez, un venezolano excepcional que lidera el Observatorio de la Diáspora Venezolana, somos más de ocho millones-rayando en los nueve-de mujeres y hombres que sufren la disrupción provocada por la catástrofe humanitaria engendrada en este ciclo de 25 años de desaciertos.

 

Es una campaña peculiar porque los mensajes viajan por las redes sociales, tanto los que ponen a circular María Corina como Edmundo Gonzalez. La gente de las islas de Margarita y de Coche, por ejemplo, se enteraron de la visita de María Corina, gracias a sus respectivos aparaticos de teléfono, por cuyas pantallas se desparramaron miles de videos testimoniando las multitudinarias concentraciones que ‘los ñeros’ realizaron para recibir a esa ilustre visitante.  También es posible confirmar el fracaso de las concentraciones del candidato del régimen. Mas soledad y hastió, imposible de reflejar en las raquíticas asambleas de Apure o de Mérida.

 

Para esta campaña de 2024 no se cuentan con plataformas de medios tradicionales, como era normal en cruzadas electorales del pasado reciente; competencias en las que los aspirantes exhibían por la televisión y hacían escuchar por las emisoras de radio sus propuestas. Ahora tampoco se pueden observar en los laterales de autopistas y carreteas las típicas vallas publicitarias, ni se ven colgando de los postes los infaltables pendones con el rostro de los competidores. Es una lucha desigual, en la que María Corina estremece de emociones a millones de venezolanos, valiéndose de recursos básicos y rudimentarios, mientras que Maduro luce huérfano de apoyo popular, muy a pesar del despliegue de aviones, aparatos comunicacionales y dinero a manos llenas.

 

Es una campaña atípica, veamos por qué. Lo normal era que en cada pueblo que visitara un aspirante a la Presidencia de la República, no faltara el vocero de la comunidad dando a conocer la lista de peticiones. “los jóvenes quieren un nuevo estadio para jugar futbol y beisbol”. “Las mujeres reclaman nuevas y mejores escuelas para la formación de sus hijos”. Y pare Ud. de contar. Pues en esta campaña electoral se está dando una dinámica que hace notar un giro en las peticiones. Los jóvenes que toman el micrófono para hablarle a María Corina, lo que anhelan es “el retorno de sus padres que están en Chile”. Las mujeres, entre lágrimas derramadas, ruegan por volver a abrazar a sus muchachos que se vieron forzados a emigrar. Hombres, llorando “a moco tendido”, sin ruborizarse, le piden a María Corina y a Edmundo que garanticen el reencuentro de todos los venezolanos, que “recuperemos el derecho de poder a vivir en paz y unidos, como la gran familia que siempre fuimos”.

 

Para la transición que esta planteada se cuentan con las herramientas indispensables para estas coyunturas. Lo primero, un plan concebido sin sectarismos ni cegueras ni entumecimientos dogmáticas. Un plan que permita dejar atrás estos escombros del pasado. Un plan que se aplicara con el concurso de todos los venezolanos. Los problemas son descomunales y si algo se hace imprescindible, entonces, es la participación de cada ciudadano llamado desde ya a ser constructor de esa Venezuela prospera y pacífica en la que debemos volver a reencontrarnos.

 

Otro elemento es la voluntad de dialogar, de resolver con espíritu tolerante las grandes desavenencias que generan ruido, confusiones y despiertan temores. Sobre esas alarmas han sido muy categóricos, tanto María Corina como Edmundo, “no hay tiempo ni espacio para retaliaciones”. Y así debe ser. Una cosa es la justicia inesquivable para el bien del país, y otra esos sentimientos soterrados que anuncian tempestades, en un país en donde más bien debe prevalecer la serenidad y el mejor juicio a la hora de asumir las riendas de una nación en crisis. Edmundo Gonzalez Urrutia esta hecho a la medida de esa agenda por ejecutar. Su talante democrático, su bagaje de servidor público, siempre desempeñándose ajeno a las estridencias, son la mejor garantía para todos los venezolanos de que se avecina un ciclo de ventura que contraste con esta era de turbulencias insoportable.

 

Finalmente, los venezolanos esperamos que los efectivos militares pongan en marcha el Plan por La Libertad, fin ulterior del tradicional Plan Republica. Los ciudadanos que usaremos el benigno instrumento del sufragio, no deseamos otra conducta de parte de los soldados de nuestra Fuerza Armada Institucional, que aquella mediante la cual hagan respetar el genuino resultado que ya se anuncia en ese estruendoso e inocultable apoyo de la inmensa mayoría de los venezolanos a la opción de Edmundo Gonzalez Urrutia. Recuerdo los relatos del respetado expresidente de la Junta de Gobierno de 1958, vicealmirante Wolfang Larrazábal, detallándonos a un grupo de jóvenes diputados-1984-como fue posible que los militares articulados en la estructura castrense, que habían sido ascendidos y operaban bajo el mando del general Marcos Pérez Jiménez, no titubearon a la hora de ponerse de frente al servicio de los ideales democráticos. Un buen ejemplo a emular.

 

Antonio Ledezma

La gran diferencia

Posted on: junio 9th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Hasta ahora, todos los trucos instrumentados por Nicolas Maduro y sus asesores, les han salido con muy malos resultados. Calcularon, erróneamente, que la inhabilitación de María Corina Machado la sacaría del radar de los votantes. Que esa mujer sería paralizada por semejante arbitrariedad, y entonces Maduro quedaría solito en el terreno electoral. Se volvieron a equivocar de banda a banda. Lo que se ve en todo el país es a una mujer transformada en un benigno huracán que estremece todos los pueblos a donde acude y es recibida, “contra viento y marea”, por multitudes desbordadas de fervor, entusiasmo y esperanza.

 

Veamos la primera inmensa diferencia con lo que reflejan las visitas de Maduro al interior de Venezuela en comparación con las movilizaciones que encabeza María Corina. Cuando ella, por ejemplo, recorrió las localidades del estado Trujillo, nadie se quedó en sus casas. Eran evidentes e impactantes las multitudes que se aglomeraron en las vías públicas de Valera, Sabana de Mendoza, Betijoque e Isnotú. Aquello era un festival de alegría que contagiaba a todo el mundo y proyectaba a todos los observadores dentro y fuera de Venezuela, la determinación de una ciudadanía de seguir adelante, sin reparar en los obstáculos que aviesamente coloca en esa ruta electoral el régimen que se nota moribundo. Cuando recientemente Maduro visito el estado Trujillo todo era despoblado, aquello parecía un desierto. Maduro aparecía como una figura espectral encaramado en una unidad rodeado de agentes policiales y escoltado por vehículos de su aparato de seguridad. Desde las aceras la gente se asomaba con desdén, para gritarles frases de repudio.

 

Otra gran diferencia la encontramos en las reacciones de sus respectivos seguidores. A María Corina la sigue la gente de forma voluntaria, derramando pasiones por sus poros, resuelta a encarar cualquier adversidad, nada los detiene, más bien redoblan su fogosidad, tal como ocurrió en la reciente visita de María Corina a los llanos apureños de Venezuela. Los agentes policiales que le sirven al régimen repitieron la cartilla de hostigamiento contra María Corina. Trancaron las vías de acceso a la capital de ese estado, a la vez que se ocupaban de tomar notas de los locales en los que hacía una que otra parada María Corina para tomarse un refresco o comerse unas criollisimas empanadas. Pues bien, María Corina hizo lo propio en una comunidad llamada Corozopando, en cuyos espacios montaron un pequeño chiringuito dos mujeres guariqueñas que amablemente atendieron a María Corina. ¿Qué pasó después? Se han presentado funcionales del SENIAT (Servicio de Impuestos de Venezuela) a imponerle multas por el “delito” de proveer de alimentos a María Corina y a su equipo de campaña. Ese par de mujeres respondieron con un coraje digno de destacar, enviándole un mensaje a Maduro: “podrás cerrarnos el local, pero no impedirás que el próximo 28 de julio votemos por Edmundo Gonzalez”.

 

Si examinamos esa actitud firme y valiente de esas mujeres venezolanas, que difiere con la posición asumida por los que dicen ser “seguidores” de Maduro, encontraremos una abismal discrepancia. Los empleados públicos, los pensionados, o cualquier activista que se repute ser chavista original, comenta, a regañadientes, que son obligados a asistir a esos escuálidos eventos que le montan a Maduro. Pero por más presiones de las que son víctimas, no esconden ni escapan de la realidad en la que también sobreviven, en un país en donde la carestía de la vida y la crisis de servicios públicos alcanza a todo el mundo.

 

Mientras Maduro cuenta con una amplia flota de aviones para viajar a donde mejor le parezca, rodeado de escoltas “armados hasta los dientes”, María Corina se desplaza en una camioneta, tiene a su orden motocicletas, bicicletas, caballos, burros, canoas, una insondable voluntad de lucha y englobada de un pueblo que se multiplica en cada comunidad que la recibe con un sonoro regocijo. La contrastación permite concluir que a María Corina la elevan en hombros de muchedumbres, que la ven a ratos como la virgen que lidera procesiones religiosas y siempre como la “mama gallina” que busca cobijar a su pueblo; con un mensaje unificador y pacifista, predicando la verdad al decirle a la gente, no lo que les gustaría oír, sino las enseñanzas indispensables para asumir responsablemente la titánica tarea de reconstruir, entre todos, al país que nos han destrozado. Otra cosa relevante, la agenda política del país, la está marcando María Corina Machado. El lado opuesto lo representa un marchito e imperceptible Maduro, obviamente reducido a su mínima expresión y perdido en un aislamiento que torpemente pretenden despintar con la tecnología de las redes manipuladas y prometiendo lo que sabe que no podrá cumplir, aun reincidiendo en el artificio picaresco.

 

Hay otra inmensa diferencia. Maduro no quiere observadores electorales. Él sabe que no tiene respaldo popular. Mas del 80 % de los electores lo rechazan. “Ese panorama es demasiado sombrío como para estarlo exhibiendo”, balbucea Maduro entre sus apesadumbrados seguidores, cada vez más confundidos con ese modelo de campaña que hunde al empecinado aspirante en el piélago del descalabro. Por eso se opone torpemente a que asistan las misiones de observadores de la Unión Europea. Maduro apuesta a la abstención, cree que, si la gente no acude a votar, será mejor para sus planes. Mientras que María Corina y Edmundo Gonzalez Urrutia no dejan de animar a la ciudadanía, salen a su encuentro, tal como lo hicieron en actos multitudinarios en las ciudades de La Victoria y de Guatire. Esas movilizaciones están aderezadas por el trabajo organizativo cuidadosamente articulado para garantizar cada voto que se emita el próximo 28 de julio. Es la tarea histórica asignada a Los Comanditos, esa herramienta ciudadana atrincherada en cada localidad que se multiplica, tanto y en cuánto se crean mesas de votación en los que habrá que resguardar cada centro electoral.

 

Antonio Ledezma

Una derrota no observada

Posted on: junio 3rd, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

El proceso electoral accidentado-sin lugar a dudas-que se desarrolla en Venezuela, es la consecuencia de la tenacidad con que ha venido actuando la ciudadanía que no se resigna a quedar por fuera de la ruta electoral. Nunca se nos ha ocultado a los venezolanos la aviesa intención del régimen madurista de evitar, a toda costa, medirse en unas elecciones libres. Por eso simulaban dialogar, e incluso, llegaban a firmar acuerdos a sabiendas de que harían todo lo imposible por incumplirlos, tal como han hecho, otra vez, con los puntos acordados el pasado 17 de octubre en Barbados. Sin embargo, ante semejante desplante, la ciudadanía y sus dirigentes han persistido en continuar por la senda electoral.

La agenda de saboteo estructurada por el régimen y sus instrumentistas ha sido prolija. Tantearon impedir que se organizaran las elecciones primarias que promovió la oposición venezolana. Inventaron todo tipo de argucias para ver como sacaban de la agenda opositora ese evento que perseguía movilizar a miles de ciudadanos en el marco de una estrategia definida, que no dejaría lugar a dudas, respecto al talante democrático de los factores que adversan a Nicolás Maduro. Esas maniobran no lograron su siniestro objetivo. Las primarias siguieron vivas. Entonces la táctica del régimen buscó debilitarlas, presionó a los directivos de la Comisión Nacional de Primarias, tratando de “persuadirlos” a que renunciaran o dejaran sin efecto los planes para que se consumara esa consulta popular. No faltó en esa operación tortuosa el penoso rol asignado a las figuras estigmatizadas con el mote de “alacranes”, por ser falsos opositores que proceden como piezas al servicio del régimen. Nada de eso hizo mella en las primarias.

La batería de ataques se enfilaba, fundamentalmente, contra la figura de María Corina Machado. No quedo nada que no hicieran para sacarla del camino electoral. Finalmente, la apuesta era que las primarias resultaran siendo una consulta débil, esmirriada y por lo tanto insignificante. Ocurrió todo lo contrario. Fue una épica de la gente con resonancia mundial. Y María Corina triunfó de una forma contundente. Se convirtió, por designio popular, en su candidata presidencial y líder indiscutible de la resistencia ciudadana.

A partir de entonces el régimen desencadenó una cascada de ataques contra María Corina. Calificó de fraudulento el proceso de las primarias. Pero el tema de la hazaña del pueblo cumplida el pasado 22 de octubre, se mantenía en el tope de los comentarios dentro y fuera del país. Fue entonces cuando los asesores de Maduro inventaron el Referéndum sobre el Esequibo. Una soberana chapuza que estaba destinada ser lo que terminó siendo: un triste papelote desempeñado en medio de la ausencia de la ciudadanía que dejó desolado a Maduro y a su comparsa.

En medio de esos artificios se mantenía a la vista la carta de la inhabilitación de María Corina. El cálculo estipulado daba como un hecho que ”esa mujer se descarrilará, llamara a la abstención, tratara de crear disturbios callejeros”. Otra vez se equivocaron los especialistas en esas pericias. María Corina, para disgusto de Maduro, respiro profundo, meditó, y entonces decidió persistir en la vía pacifica para buscar una salida electoral a la tragedia del país. Siempre preservó esa línea estratégica. Nada evitaría que avanzara por esos derroteros, aunque no fuera ella la abanderada. Por eso en conjunto con otros factores atinó con el nombre de Corina Yoris. Esta ilustre mujer venezolana fue bloqueada por Maduro. ¡Sin son ni ton! No hubo argumentos para justificar esa decisión inexplicable. La reacción se sintió ¡hasta en los ámbitos ocupados por aliados de Maduro! Los Presidentes de Brasil y de Colombia que quejaron, llegando a calificar de “antidemocrático” esas absurdas medidas.

María Corina no se amilanó. Se mantuvo serena y firme en el cuadrante electoral, y fue entonces cuando giró hacia la figura de Edmundo Gonzalez Urrutia. Su proclamación como candidato unánime fue un salto histórico hacia la democracia que buscamos recuperar. Todos los factores aglutinados en la fórmula unitaria dieron ese paso de manera articulada. Maduro “se quedó con los crespos hechos”, mientras María Corina, en binomio perfecto con Edmundo Gonzalez Urrutia, se dedican a alborotar la esperanza de un pueblo que se desborda de emociones en las calles de todas las regiones del país.

Todo indica que la victoria de Edmundo Gonzalez Urrutia es irreversible. Imposible de impedir, tal como lo buscara lograr la ciudadanía, votando, ganando y cobrando. ¡Voto a voto, es la cosa! Y esos sufragios los cuidara la gente como la madre abnegada resguarda a sus hijos. Para tales efectos se han constituido, a lo largo y ancho del país, los Comanditos. Son núcleos integrados por mujeres y hombres que están siendo adiestrados para vigilar las mesas que funcionaran en los miles de centros de votación. Todos los detalles están en la cartilla aprendida. La tarea comprende lecciones para saber perfectamente cómo se vota, cómo se escruta y cómo se llenaran las actas respectivas en cada mesa electoral.

Ante esa realidad, Maduro y su desesperado staff de asesores activan las típicas arbitrariedades, como esa de revocar las invitaciones expedida a la Unión Europea para que desplegara una misión de observación electoral de cara al 28 de julio. La respuesta no se hizo esperar por parte de la dupla ganadora, por aquello que ya había dicho María Corina: “mano ganada no se tranca”. Esos pataleos no impedirán la rotunda victoria de Edmundo Gonzalez, cuyo triunfo será observado por millones de electores en las etapas correspondientes: votaciones, escrutinios, elaboración de actas y auditorias.

 

Antonio Ledezma

@AlcaldeLedezma

El método antifraude en Venezuela

Posted on: mayo 12th, 2024 by Super Confirmado No Comments

Los Comanditos son el método antifraude concebido por los venezolanos para salirle al paso a los trucos que, seguramente, desde las trincheras del régimen madurista, pretenderán implementar, con la torcida finalidad de dar al traste con la voluntad soberana de los millones de electores que acudirán a los centros de votación, dispuestos a sufragar el venidero 28 de julio. Pero los venezolanos “estamos curados de espantos”, de allí que se estén tomando las precauciones para resguardar cada voto emitido y de esa manera garantizar que el cambio profundo que aspiramos todos, se comience a hacer realidad ese día en que arrancaremos la reconstruir de la Nación.

Es conveniente advertir que no estamos avanzando a ciegas a esos desafíos, por el contrario, estamos más que prevenidos, ya que acumulamos lecciones derivadas de las experiencias traumáticas escarmentadas en diferentes comicios en los que, a lo largo de estos 25 años, hemos sido birlados de forma inescrupulosa. De allí que la frase “vamos a ganar y a cobrar”, con la que María Corina Machado le transmite seguridad y confianza a los ciudadanos, tiene su decantación en la constitución, formación y adiestramiento de miles de voluntarios que, están desde ya, dispuestos a cumplir la sagrada misión de hacer resplandecer la verdad implícita en cada voto depositado en las urnas electorales.

La tarea ha sido asumida con entusiasmo, pero además, con mucha consciencia de lo que significa ese cometido. La gente se ha volcado, como nunca antes, a enrolarse en “Los Comanditos”, porque intuye y confirma que de esa misión a cumplir en las mesas de votación y de escrutinio, depende, efectivamente, que votemos para ganar en las próximas elecciones presidenciales. Por eso la trascendencia de esa red que se viene tejiendo desde hace meses y que ha contado con el concurso de mujeres y hombres de todos los municipios del país para articular la más espectacular cruzada con fines electorales. Es emocionante saber cómo asisten a los cursos en donde se les imparten las clases. No se les escapa a los instructores ningún detalle. Las lecciones abarcan todos los dispositivos legales y reglamentarios que los testigos de mesa deben conocer y saber esgrimir en cada ciclo del proceso de instalación, de votación y de escrutinio, así como ser diestros a la hora de llenar el acta respectiva y estar alistados para las auditorias de rigor.

¿Qué si no tenemos temor o miedo de que hagan un fraude?, nos preguntan. ¡Claro que sí! Pero esa respuesta afirmativa conlleva el antídoto para vencer esas amenazas ciertas y detectadas a tiempo. Ese miedo nos activa y nos obliga a tomar las previsiones a tiempo y sistematizadas, inspiradas por suspicacias, sospechas, presentimientos, recelos y ponzoñosos padecidos en anteriores procesos, infortunios que no son estériles, sino que más bien esas adversidades las convertimos en útiles, alistándonos para evitar que se repitan esas dosis envenenadas de fraudes electorales.

Ya logramos la fecha de esa elección, requisito indispensable para saber hacia dónde vamos y de qué forma lo haremos. Tenemos candidato unitario en la persona de Edmundo González Urrutia, abanderado de la esperanza, que se prepara para asumir la transición para la cual ya cuenta con planes e ideas a implementar para comenzar, desde el mismo instante en que jure como Primer Magistrado nacional, la titánica tarea de reconstruir un país hecho girones. Contamos con el liderazgo de María Corina Machado, echando el resto por todos los caminos de la patria, junto a todo el liderazgo plural de la oposición venezolana apuntando a un objetivo compartido: producir el cambio profundo anhelado.

Como se dice en lenguaje refranero, “guerra avisada no mata soldados”. Por eso los venezolanos no vamos mansos e inocentemente a un previsible matadero fraudulento. Mas bien nos alistamos adecuadamente para enfrentar los despropósitos de un régimen que no tiene respaldo ¡ni siquiera de sus fundadores originales!, si tomamos en cuenta las manifestaciones de los más furibundos chavistas que ahora se declaran contrarios a la pretensión continuista de Nicolás Maduro. Otro dato relevante es que no estamos embriagados de triunfalismo, lo han dicho tajantemente, tanto María Corina como el propio candidato Edmundo González Urrutia: no se canta victoria, sino hasta que no se cuente y se sume cada voto en cada centro de votación.

Los Comanditos son nuestra legión de honor, diríamos que también el “Buque insignia” de esta proeza cívica-electoral que se está dando día a día, superando escollos y administrando racionalmente los temores procesados. Ese régimen esta huérfano de credibilidad, han sido muchos los engaños, errores y saqueos al alma del pueblo y al tesoro público, de allí que las frustraciones de propios y extraños sean más grande y poderosas que el cumulo de riqueza mal habida y la represión que, como únicos recursos, buscara instrumentar esa dictadura para contrarrestar la avalancha de electores decididos a sacarlos del poder.

 

Antonio Ledezma

@Alcaldeledezma

Fraude imperfecto Vs unidad perfecta

Posted on: marzo 31st, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

Lograr “la unidad perfecta”, fue el objetivo que nos propusimos en Venezuela, después de haber padecido las consecuencias de los desencuentros que le facilitaban las maniobras a la dictadura de Nicolas Maduro. Entre Hugo Chávez y Maduro, suman más de 25 años desarrollando una escalada autoritaria que les ha permitido hacerse con todas las instituciones públicas, a la par que desmontaban el andamiaje social y económico que había cobrado mucha significación en el curso de las 4 décadas de estabilidad democrática vividas en Venezuela.

Una debilitada partidocracia, cuyas toldas políticas quedaban reducidas a “cascarones vacíos”, según descripción atribuida al expresidente Carlos Andrés Pérez, fue pasto fácil de la vorágine que desencadenó el naciente chavismo, ante la ceguera de las élites de un país que a la postre quedaría “rendido a los pies” de un carismático militar, cuyo único mérito era el certificado de haber fracasado en sus dos intentos golpistas verificados en Venezuela, entre los días 4 de febrero y 27 de noviembre del año 1992.

En la memoria de los venezolanos y de observadores de la comunidad internacional que seguían todo lo que acontecía en Venezuela, como si estuvieran embelesándose con una serie continuada de Netflix, están los episodios de las campañas electorales de 1998, con unos partidos desperdigados y disminuidos en medio de una manipulación de lo que se podría llamar antipolítica desvirtuada; el salto atrás que simbolizo la puesta en escena de la nominación presidencial del comandante Francisco Arias Cárdenas, un exponente de los insurgentes oficiales del fallido golpe del 4-F, como candidato presidencial de la naciente oposición al chavismo en los comicios de 1999; la facilidad con que Hugo Chávez se embolsilló las llaves de las cerraduras de todas los entes claves del estado (Parlamento, Fiscalía, Contraloría, Tribunal de Justicia, Consejo Electoral, Fuerza Armada, etc.); el desmantelamiento de los cimientos de la propiedad privada y de la libertad de expresión ante la mirada complaciente e indolente de factores internos y externos; el manejo desatinado de coyunturas como las multitudinarias manifestaciones del pueblo, las contradicciones en el seno de las guarniciones militares que llegaron a “solicitarle la renuncia a Chávez”, las erradas tácticas ante el dilema de participar o no en elecciones parlamentarias, presidenciales y regionales y el paro petrolero del año 2003.

Posteriormente a esos descarrilamientos se produjeron hechos auspiciosos para los factores en resistencia al modelo chavodamurista, efemérides que son indispensable tener en cuenta para el análisis y comprensión de este razonamiento. Me refiero a las espectaculares oportunidades de revertir el aparataje dictatorial con los resultados alcanzados después de ensayar un esfuerzo celulario en el marco de la Mesa de Unidad Democrática-MUD-que nos encaminó a victorias tempranas como el triunfo “pírrico” (caracterización de Hugo Chávez) aglutinado en el referéndum revocatorio del 2 de diciembre de 2007; las laureles conquistados en importantes estados y municipios en las elecciones de gobernadores y de alcaldes del 2008; la mayoría de votos lograda en las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010; la elogiada fórmula aplicada para elegir candidato presidencial de la unidad en los años 2012 y 2013 y, finalmente, la capacidad resiliente de la dirigencia opositora para reponerse de adversidades, para seguidamente hacer realidad la alquimia de desembocar en la asombrosa victoria en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.

En menos de un mes, después de ese clamoroso triunfo que le adjudicaron a la oposición las dos terceras partes de las curules del parlamento, la dictadura se las arregló para boicotear con argucias legalistas esa decisión soberana de los electores venezolanos. La Asamblea Nacional fue declarada en “desacato”. La ciudadanía persistió en su lucha por recuperar la libertad. Se propuso en mayo de 2016 realizar un referéndum revocatorio, esta vez para salir de Maduro. También dañaron esa vía. Se retomaron escenarios de dialogo. Se han burlado de todas las negociaciones. La gente siguió marchando, protagonizo vigilias, huelgas de hambre, se expresó por medio de plebiscitos, hasta que llegó el prodigio de un gobierno interino que fue reducido a una ilusión perdida por obra y gracia de los amaños de la dictadura y por desatinos de la propia dirección opositora.

Hasta que insurgió María Corina Machado de las fuerzas espléndidas de unas elecciones primarias, en las que se produjo la hazaña histórica de una ciudadanía impetuosa que estremeció al mundo democrático y atonto al régimen dictatorial. Fue el punto de partida de una unidad perfecta con liderazgo legitimado y una estrategia compartida: acudir al escenario de unas elecciones aceptables. Pues bien, ni siquiera eso tolera la dictadura que, apela a las intrigas, al uso del dinero sucio que acaudala y a la brutalidad de su fuerza represiva, para pretender apagar esa luz de esperanza que representa María Corina Machado en el oscuro panorama nacional. En los conciliábulos del régimen montan el ardid de una supuesta división de la oposición, cuando es público y notoria la unidad perfecta y autentica en torno a María Corina. Pero sus asesores castristas sacan la carta de la fractura oposicionista para justificar el fraude imperfecto que pretenden implementar a contra corriente de un rio desbordado de gente clamando un proceso respetable y aceptable para las partes en conflicto.

Para Maduro, aparecer en público mostrando un resultado abultado numéricamente y, previamente, fabricado en su casa de la trampa y de los trucos (CNE), no sería nada nuevo. Ya lo hizo frecuentemente cuando se adjudicaron más de diez millones de votantes apoyando el “si” en el referéndum sobre el Esequibo en reclamación. Por eso y mucho mas no le falta razón a María Corina de reclamar respeto a la decisión autónoma de los venezolanos puesta de manifiesto el pasado 22 de octubre, fuerza capaz de sobrepasar esas fullerías, así como la imperiosa necesidad de actualizar el Registro Electoral Permanente y asegurar una observación internacional a tiempo y calificada.

Antonio Ledezma.

@Alcaldeledezma

 

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de Confirmado.com.ve

¡Una como Cayetana !

Posted on: marzo 16th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

 

 

“La política es una disciplina que entusiasma, por eso, cuando te atrapa, difícilmente te podrás librar de esa pasión”. Así me lo advirtió una vez el expresidente Carlos Andrés Pérez, en una de esas tantas giras por los pueblos de Venezuela, en las que tuve el placer de acompañarlo cuando hacíamos campaña con la finalidad de que él volviera a ocupar la Presidencia de la República de Venezuela.  Para quien fuera dos veces Primer Magistrado Nacional, la política era una efusión que enciende un frenesí que desborda la tranquilidad, en la que se quedan muchos que se resisten a incursionar en estas lides.

 

 

Una de las trincheras desde donde es posible ejercer esa actividad, son los partidos políticos, instituciones que no escapan del vapuleo y forcejeo en ese “toma y dame” en el que muchas veces se debilitan, mutuamente, las fuerzas que pugnan por el favoritismo de los ciudadanos que pretenden liderar. Por eso, y mucho más, es que para ejercer esa disciplina es menester poseer condiciones de diferentes índoles, además de la indispensable vocación política. Otro viejo líder venezolano, Gonzalo Barrios, llegó a exclamar que “la política no es trabajo, pero cansa”. Le salía al paso a la conseja, según la cual, el desempeño de esa actividad equivale a una zona de confort para los que fungen de dirigentes partidistas. La verdad es que para quienes nos metemos en estas contiendas, lo hacemos conscientes de que esto implica trabajar a tiempo completo, incluidos días feriados y fines de semana, así como tener disposición a escuchar a la gente que te aborda, que te pregunta sobre esto o sobre aquello y, muy especialmente, a estar preparado para el escrutinio de la ciudadanía al que estarás expuesto inexcusablemente.

 

 

Cayetana Álvarez de Toledo, es una de esas activistas que incursionan en la política con una llamativa y contagiosa fogosidad. Con su trabajo incesante se ha ganado posiciones relevantes dentro del Partido Popular, tolda que escogió para llevar adelante su probada vocación de servicio público. Es una mujer inteligente, con formación académica (Doctora en Historia de la Universidad de Oxford), evidentemente una “come libros”, que está al día en los más variados temas, con criterio para fijar posiciones a la hora de asumir una tendencia o terciar en un debate como vocera de la fracción parlamentaria de la que forma parte en el Congreso de Diputados de España. Es, sin lugar a dudas, una de esas dirigentes que cualquier partido político desearía tener entre sus filas.

 

 

Por su destacada trayectoria, Cayetana Álvarez de Toledo, es invitada a diferentes foros de rango internacional. Su capacidad de oratoria, la manera fascinante como hila sus discursos, el contenido y fundamentación de los mismos, sea cual sea la temática, la han convertido en una figura política muy solicitada. Por eso recientemente acudió a México en donde pronunció unas palabras que molestaron al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no tardó en lanzar denuestos contra la brillante parlamentaria española, que simplemente se inspiró en uno de los dichos glorificados por el mismísimo López Obrador, cuando exalta su consigna de “Abrazos, no balazos”, una fórmula parecida a las Zonas de Paz que Maduro estableció en Venezuela, para entenderse con las bandas hamponiles. Pero la finura con que Cayetana describía al “México lindo y querido”, definiéndolo como “el país formidable, como la nación admirable, esta potencia económica y cultural impresionante, está siendo tomado por el crimen organizado, por la complacencia de quienes debieran defenderlo. ¿’Abrazos, no balazos’, o más bien abrazos a los que dan balazos? El eslogan es bonito, pero el resultado es catastrófico para la democracia y sobre todo para los jóvenes. […] Esto no es responsabilidad solo de los criminales, también lo es, y principalmente, de quienes diseñan y aplican las políticas de seguridad”. Esas frases desataron la ira del mandatario mexicano, quien sacó de la chistera la manida acusación de “ultraderechista” para pretender desvanecer o eclipsar los argumentos bien razonados de Cayetana Álvarez de Toledo.

 

 

Pero resulta y acontece que desde otro ángulo ideológico también se cuestionó el accionar del gobierno de AMLO. Así tenemos que la Internacional Socialista, en donde se dan cita agrupaciones partidistas de izquierda y que hoy en día lidera el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, divulgó una resolución en la que manifiestan “su preocupación por el clima de violencia en México y advierte de que el crimen organizado pone en peligro la integridad del proceso electoral”. O sea que, partiendo de estas señales, pareciera que no está lejos de la realidad ni de la verdad la satanizada parlamentaria hispanoamericana.

 

 

Lo que llama poderosamente la atención es que el presidente de México disponga de tiempo para criticar y fustigar a una mujer que se ha consagrado a defender los derechos humanos, más allá de las parcelas ideológicas repartidas entre derechas o izquierdas, mientras condecora al dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, con la orden mexicana del Águila Azteca, la más alta condecoración a un Jefe de Estado extranjero.

 

 

Tampoco ha dedicado unos segundos de sus comparecencias mañaneras para fustigar los desmanes de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, y Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta, que han sido acusados de cometer violaciones graves a los derechos de la población, equiparables con delitos de lesa humanidad, en conjunto con las autoridades de la Policía Nacional y otras entidades estatales. Conclusión que fue realizada por un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU, responsables de investigar y recolectar evidencia sobre la situación que se vive actualmente en Nicaragua a partir de las manifestaciones de los ciudadanos de 2018. El mismo silencio guarda para no cuestionar los descalabros que perpetra en Venezuela su socio foropaolista, Nicolás Maduro.

 

 

Mientras tanto, Cayetana Álvarez de Toledo, no cesa en poner al servicio de esas causas nobles, sus palabras y sus esfuerzos para que el bien termine imponiéndose al mal.

 

 

Por Antonio Ledezma.

@AlcaldeLedezma.

 

!Fraude no, elecciones si!

Posted on: marzo 10th, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

 

La ruta electoral es la vía asumida por millones de ciudadanos en todos los continentes del planeta Tierra. Ese camino representa la columna vertebral del sistema democrático, fórmula igualmente adoptada por centenares de naciones del mundo, que prefieren dirimir sus diferencias, canalizar las esperanzas de sus respectivos pueblos y seleccionar a sus mandatarios, mediante el ejercicio soberano del sufragio.

 

 

Es el poder del voto de conciencia contra la fuerza bruta de las armas de fuego y los eventuales fraudes electorales. Es la palabra, los razonamientos esgrimidos, los argumentos vertidos en debates cívicos, en contraposición del autoritarismo que pretende imponerse usando cualquier instrumento, aunque sea violento e ilegal, so pretexto de que “el fin justifica los medios”. Esta última versión es la que caracteriza a los regímenes dictatoriales, indistintamente de que vistan ropajes confeccionados con tejidos de izquierda o de derecha. En definitiva, son liderazgos basados en el uso de la represión para limitar el desempeño de los voceros de la disidencia; silencian a los medios de comunicación; roban el dinero público que se les confía administrar; usurpan la voz de los ciudadanos; no rinden cuentas de sus actos; resquebrajan las bases del Estado de derecho, vaciando de contenido instituciones que deben ser necesariamente autónomas, y desarrollan métodos fraudulentos para continuar, a toda costa, al frente del tablero de control de países que son reducidos a rehenes de esas cofradías dictatoriales. Así acontece en Nicaragua y en Cuba.

 

 

Con relación a lo que ocurre ahora mismo en Venezuela, no representa novedad ni sorprende esa puesta en escena del dictador Nicolás Maduro, prescribiendo un calendario electoral a través de uno de sus entes sometidos. Esa es su naturaleza. Maduro es fruto de un soberano fraude y se niega a realizar elecciones auténticamente soberanas. Y la verdad sea dicha, procurar que dentro y fuera del país, ese bodrio electoralista, sea bendecido como legítimo, está destinada a ser otra andanza de quien viene moviéndose como una gallinita ciega, ofuscado por el cada día más creciente repudio, que incluye a venezolanos que se han identificado con los símbolos del chavismo. Por eso Maduro está turuleco, escarmienta a diario esa repulsión que atraviesa y desborda la coraza de impunidad con la que se sienten todopoderosos todos los tiranos como él.

 

 

Es el lado opuesto de lo que vive María Corina Machado, ungida desde las bases del mismísimo pueblo como la abanderada presidencial, mandato que la compromete a conducir a Venezuela rumbo a unas elecciones libres y limpias. Por eso, mientras los mismos colaboracionistas de siempre, se resignan a acatar las reglas que la dictadura busca codiciosamente imponer, María Corina se mantiene incólume, moralizando a esa ciudadanía que sale a las calles de todos los pueblos a ratificarle esa confianza que le entregó en la consulta primaria celebrada el pasado 22 de octubre. Para frenarla y sacarla del carril electoral, está intensamente activa la canalla de “la conjura de los sumisos”, los mismos que se negaron a participar en las primarias y que ahora rompen lanzas por el sustituto, a sabiendas que no será el reemplazo de la candidata elegida popularmente para derrotar a Maduro y todo lo que representa, sino la pieza moldeable que se acomode a los designios de Maduro, para asegurar “el broche de oro” de su planificado fraude continuado. Ese plan, el de Maduro y su criadero de alacranes, contemplaba entar al diálogo y salir sin ruborizarse, sin hacer una pizca de esfuerzo para hacer honrar lo acordado en el memorándum de entendimiento suscrito en México el año 2021.

 

 

Por eso resulta insólito, alarmante y sospechoso que, mientras no se esmeran en hacer respetar los acuerdos de Barbados, sí se desgañitan “pidiéndole a María Corina que sea magnánima, que se haga a un lado”, cuando más bien deberían emplazar a Maduro y a los facilitadores del diálogo de Barbados, a esmerarse en hacer cumplir todo lo acordado, a desmontar esa barricada inconstitucional de la inhabilitación. O sea, a sentenciar que ninguna elección será legítima ni creíble sin la participación de María Corina, quien fue proclamada con el 93% de casi 3 millones de electores en las primarias de octubre. ¿Elecciones libres sin María Corina? ¿Elecciones limpias sin actualizar el REP? ¿Elecciones transparentes sin la presencia de calificados observadores internacionales? ¿Cuál es el obstáculo que impide que Venezuela salga de esta catástrofe? ¿Es María Corina o quien tiene sometidas a las instituciones? ¿Quién es el responsable de la tragedia humanitaria; del deslave humano de mas de 8 millones de venezolanos repartidos por el mundo; del colapso de la economía; de la ruina de PDVSA; de las industrias básicas de la CVG; de la crisis múltiple de servicios públicos; del derrape de corruptelas acometido por los que han saqueado a la nación, y de la persecución política con su estela de detenciones arbitrarias, torturas y crímenes de lesa humanidad? ¡Es Maduro y su pandilla!

 

 

Debemos tener muy, pero muy claro, que es Maduro el que está intentando reventar la vía electoral en la que se mantiene corriendo, muy a pesar de los obstáculos, María Corina Machado. De allí que hay redirigir hacia Maduro la interrogante ¿qué vas a hacer ahora? Es él quien se sale de lo acordado en Barbados. Es él quien rehuye unas elecciones limpias. Es él quien rebusca entre chapuzas, como la del referéndum sobre el Esequibo venezolano, o las maniobras para sabotear las primarias y la cantaleta de “las conspiraciones”, escabullirse de la suerte que ya está echada: María Corina está resuelta a luchar hasta el final y para lograr esa meta cuenta con el respaldo entusiasta e incondicional de la ciudadanía.

 

 

 @AlcaldeLedezma

Por Antonio Ledezma.

¿Las ideologías o los derechos humanos?

Posted on: marzo 3rd, 2024 by Super Confirmado No Comments

 

 

La brújula para seguir ideas, principios y valores la representa las ideologías. Son esos programas o planes de luchas con sentido social y contenido económico que tratan de comprender la conciencia social, de darle sentido y justificación a las clases sociales, en medio de debates en los que se confrontan los basamentos que cada sector saca a relucir, apelando a su respectiva batería argumental para defender y tratar de imponer su punto de vista. Es así como se dan a conocer las más variadas formas de gobierno sostenidos en bases democráticas, autocráticas o religiosas. Unos ensalzan las bondades del capitalismo, otros las pócimas ventajosas del socialismo o, los más extremos, defendiendo las líneas medulares del más puro comunismo.

 

 

En medio de ese furor que a veces raya en el mas estridente fanatismo se confrontan liberales y capitalistas, mientras que los propagantes del marxismo ensalzan “un conjunto de ideas, conceptos y creencias destinados a convencer universalmente acerca de una verdad que obedece a intereses particulares, o sea, a los intereses de una clase que se presenta como dominante”. Fue a esa premisa refractaria a la que se opuso tenazmente el expresidente Felipe González al insistir en eliminar la invocación del marxismo en la doctrina de su partido PSOE.

 

 

Mas drástico fue el planteamiento de Francis Fukuyama cuando sacudió al mundo ensimismado en la actividad política con su tesis del “fin de la historia y la muerte de las ideologías”; tesis que apoyaba en el colapso soviético sobrevenido después del glasnost y de la perestroika instrumentados en la década de los 80, impulsando un reajuste que estremeció la vida política, cultural y económica de la Unión Soviética.

 

 

Otras pautas están dadas en los movimientos de naturaleza religiosa, que vienen a ser “ese conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto”.

 

 

La ideología que orientaba los pasos y cruentas acciones de Adolfo Hitler, fue el nazismo para rechazar el marxismo, la democracia liberal y el sistema parlamentario. Mientras que Benito Mussolini enarbolaba las banderas del fascismo, prometiendo la edificación de la Gran Italia, apoyándose en el concepto de la hegemonía de Roma en el mar Mediterráneo. Mientras que el camino ideológico de Francisco Franco estaba delineado por el antiliberalismo fomentado con una estruendosa retórica fascista. En otra latitud teníamos a Saddam Hussein, partiendo lanzas o empuñando fusiles en defensa de la ideología Baazista de defensa de la autonomía árabe frente a las potencias extranjeras. Pudiéramos seguir aportando más datos sobre personajes como Yasir Arafat que capitaneaba las movilizaciones palestinas en nombre del “Movimiento Gaza-Libre”, sumatoria de grupos y organizaciones que exaltaban la defensa de los derechos humanos. Osama bin Laden, cuya bandera fue la instalación de una doctrina en el mundo islámico denominada Salafista-Yihadista. Inevitable no citar a Muamar Gadafi, líder y guía de su particular revolución desde la que promovía “la tercera Teoría Universal, la Yamahiriya el Estado Socialista”. Tomaría mucho espacio citar el elenco de terroristas formados en Irán desde la proclamación de la Republica Islámica en 1979, desde donde se financian enclaves terroristas, atendiéndonos a las acusaciones formuladas por autoridades de los gobiernos de los Estados Unidos de Norteamérica,

 

 

En Hispanoamérica surgieron líderes con sus particulares pertrechos ideológicos, como los que defendía ardorosamente el líder peruano Victor Raúl Haya de la Torre, para quien la médula de su aspiración era “consolidar un pensamiento auténticamente latinoamericano que sirviera de portaestandarte de una alternativa a la cosmovisión eurocentrista americana, adaptado y adaptable a su realidad espacio-temporal y como foco de lucha antimperialista”. Por otro lado insurgía Rómulo Betancourt con su ensayo inspirado en la determinación de crear un partido político que fuera diseñado a imagen y semejanza del pueblo que pretendían liderar.  En Colombia sobresalía el carismático líder Jorge Eliecer Gaitán con sus postulados de esencia liberal. En Cuba apareció el joven guerrillero Fidel Castro con sus simuladas ideas comunistas que defendió hasta su último suspiro. Transcurridos más de 48 años emerge en Venezuela el aluvional liderazgo del militar golpista, Hugo Chávez Frías, arropándose con las banderas bolivarianas y evidenciando estar revuelto o mezclado en medio de un huracán de ideologías contrapuestas que dificultan detectar cuál es su verdadera inclinación de credos y pensamientos.

 

 

Lo que sí está, muy, pero muy claro y a la vista de todo el mundo, es como en nombre de esas ideologías o corrientes religiosas se vienen cometiendo, con la mayor impunidad y descaro, los más cruentos crímenes y violaciones de los más elementales derechos humanos. Valga decir que esos delitos no son una novedad que nos esté sorprendiendo ahora mismo. Son de vieja data, tanto que no ha perdido vigencia la Doctrina Betancourt, propuesta por el líder venezolano, para cerrarle el paso a los regímenes dictatoriales, cuyos cabecillas, aún con sus manos ensangrentadas, pretendían desde entonces ocupar sillones en las organizaciones internacionales como la OEA o la ONU, como si nada estuviera ocurriendo que merecieran el repudio y las sanciones de una comunidad internacional llamada a condenar tales barbaridades.

 

 

Así tenemos que para esta fecha que corre “las muertes causadas por el terrorismo aumentaron en el último año un 22 % en todo el mundo, hasta 8.352, el nivel más alto desde 2017”. Tales cifras son aportadas por un informe divulgado el pasado jueves (29.02.2024) por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP, por sus siglas en inglés). “En su Índice Global de Terrorismo 2024 (GTI), el laboratorio de ideas señala que el terrorismo es todavía una amenaza global y que los atentados, si bien en número se han visto disminuidos un 22 % -hasta 3.350-, han sido más mortales”.

 

 

Los derechos humanos son pisoteados diariamente, salvo honrosas excepciones, por gobernantes que se escudan en esas supuestas ideologías o religiones que dicen asumir. Son delincuentes, ególatras, desquiciados, empoderados que roban a manos llenas el dinero que impide que los seres humanos tengan el derecho a servicios de salud, de educación con calidad y de viviendas decentes. Son los que hablan de justicia y manipulan los tribunales para apresar arbitrariamente a los disidentes. Hablan del derecho de propiedad y asaltan bienes particulares y disponen de las riquezas de los países que desgobiernan, mientras los ciudadanos son condenados a la pobreza más espeluznante.

 

 

En conclusión, es hora de salirle al paso a estos estafadores que pretenden hacernos creer que el crimen es una ideología, que traficar drogas, que avenirse con terroristas y saquear los dineros públicos está justificado por esas coordenadas programáticas, que terminan siendo basura que solo les sirve a quienes han desvirtuado y depravado  esas ilusiones.

 

 

Por Antonio Ledezma.

@AlacaldeLedezma

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