Debate universitario que movilice

Posted on: junio 5th, 2023 by Lina Romero No Comments

La Universidad no se concibe distinta de lo que representa. O sea, un imponente espacio académico bajo cuya intelectualidad confluyen ideas que apuestan al cambio social, político y económico local, regional y nacional.

 

 

Es un escenario cuyos límites están configurados por las capacidades de acuciar y conciliar propuestas por parte de quienes voluntariamente se suman a los diversos momentos que caracterizan la construcción de realidades particulares.

 

 

Por eso la definición de Universidad que contiene la Ley de Universidades (1958), luego reformada en 1970, es imponderable por cuanto su esencia exalta no sólo la espiritualidad del hombre. También, su vitalidad de cara al desarrollo que su dimensión cognitiva permite aportarle a la ética y moralidad. Valores estos sobre los cuales basa su participación en tan comprometedor mundo.

 

 

Si entender la Universidad envuelve este sentimiento traducido en la amplitud de un accionamiento académico trazado sobre la encomiable búsqueda de la verdad, o las verdades que giran en medio de toda realidad, no hay duda de que la institución entraña en su fondo las bondades que solamente pueden forjarse cuando el pensamiento adquiere connotación mediante el debate de su contenido.

 

 

Debate, más que simple palabra

 

 

Para lograr debates que construyen, resulta imprescindible sentir y vivir la autonomía universitaria y las libertades académicas toda vez que refuerzan tan magnánimo estado de consideraciones, condiciones y situaciones en la línea de dar con respuestas pertinentes, ecuánimes y movilizadoras de actitudes que inciten la convergencia.

 

 

Así que debatir, constituye la puerta al entramado en donde la concordancia, la fraternidad, la tolerancia y la inteligencia, establecen una particular alianza. La misma, garantiza toda posibilidad de ocupar y zanjar terrenos anegados por la intolerancia y la mediocridad. Desde ahí, esculpir el futuro a partir del cual pueden concretarse los compromisos asumidos en nombre de la ciencia, la educación y la cultura.

 

 

Por eso el debate universitario, deviene en infranqueables oportunidades. En ellos, la vivacidad del conocimiento y los esfuerzos por moldear las realidades a consolidar como sujeto de una historia de prosperidad nacional, saben sobreponerse. Saben aventajar las contingencias, avatares y desmanes que, contagiados por la pesadumbre atraída por la incertidumbre, constituyen factores de atraso y descomposición en todos los órdenes del funcionamiento de la sociedad.

 

 

Sólo el derecho y el deber de debatir universitariamente, aseguraría el logro de objetivos y esperanzas institucionales en consonancia con los anhelos de transformación democrática.

 

 

Todo esto puede ser solamente animado, gracias a la bondades exaltadas y promovidas por el debate universitario. Especialmente, cuando la universidad tiene la necesidad de provocar un debate universitario que movilice.

 

 

Antonio José Monagas

El momento de la verdad

Posted on: mayo 23rd, 2023 by Lina Romero No Comments

La misión de la Corte Penal Internacional, CPI,  es categórica en las investigaciones que realiza. Sobre todo, al esculcar situaciones caracterizadas por delitos que atentan contra los derechos fundamentales del hombre. Valiéndose de tramas organizadas con base en argumentos arreglados.

 

 

Así que en concordancia con los preceptos señalados por el Estatuto de Roma, el propósito que justifica las labores de la CPI, tribunal situado en La Haya, Holanda, es indagar realidades señaladas de violentar derechos humanos. Y desde luego, transgresiones cometidas contra el Derecho Internacional Humanitario.

 

 

an particular tribunal dada su vocación  universal, de alcance complementario para actuar a lo interno de jurisdicciones nacionales, está preparado para juzgar a presuntos profanadores de derechos humanos e infractores al referido Derecho Internacional Humanitario. Toda vez que los violadores de tan fundamentales libertades y derechos, son percibidos como presuntos responsables de cometer gruesos crímenes contra la humanidad.

 

 

Estos crímenes de pervertida saña que inquietan profundamente a la comunidad internacional, son: el genocidio, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y los denominados crímenes de agresión. Tan cuestionadas realidades, llevan a la CPI a sondear el comportamiento expuesto por gobernantes de países ubicados a lo ancho del globo terráqueo, países cuyas realidades se han visto convulsionadas por violaciones de índole humanitaria.

 

 

¿Dónde está Venezuela?

 

 

Venezuela no escapa del cerco de prevención y vigilancia cuyas funciones regulan el funcionamiento de la CPI. Particularmente, por el hecho de ser Venezuela país-miembro del Estatuto de Roma. Por dicha razón, la CPI tiene válidas facultades para velar por la preservación de los derechos humanos y libertades de la población de los países-miembros.

 

 

Posterior a hechos de violencia que marcaron sucesivos momentos de crisis en Venezuela entre 2014 y 2018, importantes organizaciones no gubernamentales, entre las cuales se cuenta DEFIENDE VENEZUELA, hicieron saber al mundo del barbarismo cometido durante esos años en los que un grueso de la población venezolana se dispuso a protestar los profundos abusos gubernamentales cometidos. Es el inicio de la crisis humanitaria que movilizó a la CPI a tomar cartas en el asunto. Lo asumió, con base en lo que la legislación establecida por el Estatuto de Roma permite.

 

 

A decir por lo que el país político y social vivió durante tan extremadas formas de reprimir protestas, ordenadas por la cúpula del régimen político nacional, protestas incluso amparadas por el ordenamiento jurídico venezolano, motivó el reproche de comunidades internacionales enteras.

 

 

Las violaciones a derechos y libertades ocurridas en Venezuela, fue la causal de tan convulsionadas situaciones. Su peso sociopolítico o inminentes efectos, rebasaron la tolerancia de distintos gobiernos de la urbe democrática internacional. De manera que al lado de la información recabada por numerosas organizaciones dedicadas a la defensa de derechos humanos, es el caso reconocido de DEFIENDE VENEZUELA, se sumaron importantes argumentos que incitaron el visto bueno de la CPI para actuar en consonancia con lo que el Estatuto de Roma establece en dichos casos.

 

 

Sin tiempo para más disimulos

 

 

Ya Venezuela, no puede más. El tiempo parece haber finalizado para un indolente y desaforado régimen político, que ha venido actuando con base en encubrimientos dirigidos a torcer la verdad. Especialmente, de cuanta violación de libertades y derechos humanos ha sucedido en Venezuela.

 

 

Aunque la historia de tanta violencia, podría revelar graves hechos. Más, de atenerse a que ha venido siendo compulsiva y reiterativa desde el amanecer del siglo XXI. Precisamente, con el arribo del régimen socialista. Más aún, desde 2012 o un tanto más luego.

 

 

La visita a Venezuela del Fiscal de la CPI, Karim Khan, en noviembre de 2021, fue decisiva para enfatizar averiguaciones que para entonces ya se habían iniciado. Fue momento insuficientemente aprovechado por el régimen venezolano. A pesar de haber seguido un protocolo cuya logística mostró un equilibrio diplomático contundente.

 

 

No obstante, el régimen obvió progresivamente el seguimiento pautado según acuerdo firmado entre la CPI y el Ejecutivo Nacional venezolano. El tiempo fue inexorable en perjuicio del régimen, pues fue desconociendo el carácter del compromiso establecido.

 

 

Aunque es imposible negar que la represión se ha mantenido. De hecho cabe inferir que sólo varió de forma. Se aplicó, pero solapadamente por organismos de seguridad del Estado venezolano a los cuales le cambiaron su denominación. Pero en el fondo, seguían siendo los mismos. Las mismas prácticas de tortura, con los mismos torturadores y esbirros.

 

 

El régimen socialista venezolano cambió de táctica. Incluso de estrategia. Pero no quiere dejar el uso de la represión como medida de control, intervención y de acatamiento. Contrario a lo que en principio pudo creerse, el número de presos políticos se ha incrementado, posteriormente. Los crímenes variaron en cuanto al modo de ejecución practicado. Las intimidaciones no dejaron de sucederse.

 

 

Crisis humanitaria disfrazada

 

 

Acá podría inferirse que poco o nada, el régimen venezolano ha coadyuvado en reparar los perjuicios infringidos contra derechos humanos fundamentales y libertades primordiales. Es decir, la crisis humanitaria venezolana sigue mostrando su perversidad. Peor aún, en los últimos tiempos, el régimen pareciera haber adoptado una actitud de testarudez animada por deplorables influencias ante cuyos oscuros intereses, luce sometido y servil. Una conducta de impunidad, parece haber corrompido lo que en otrora fue el discurso que incitó ruidosas promesas políticas.

 

 

Las variaciones recientemente efectuadas por el régimen en su plataforma legislativa, a instancia de requerimientos políticos que justifican la creación de un Estado pérfidamente radical, dan cuenta de la negativa asumida de cara a las necesidades de corregir los ultrajes perpetrados de libertades y derechos de los venezolanos.

 

 

Eso significa que el régimen socialista ha considerado en “no bajar la cerviz”. Que “no se rendirá”, “no dará su brazo a torcer” o “no será capaz de inculparse” de la situación de crímenes en que ha incurrido hacia opositores políticos, activistas de derechos humanos y otras víctimas calificadas de “enemigos de la revolución”.

 

 

No obstante, la CPI, ha enfocado su investigación sobre la posibilidad jurídica cierta de deshacer la pantomima legislativa del régimen. Sólo así podrá  llegar al meollo del problema que es la cadena de mando político-militar. Sobre ella, debe recaer la culpa de tan horrible crisis de violencia ordenada por funcionarios-perpetradores de nivel jerárquico alto y medio. Además, desvergonzadamente guarecidos en cargos de línea en la administración del Estado venezolano. Pero a pesar de que el régimen opresor esquive la justicia con amaños disfrazados de supuesta legalidad, no cabe duda de que pronto deberá llegar el momento de la verdad.

 

Antonio José Monagas

Las crisis de la economía socialista

Posted on: abril 23rd, 2023 by Lina Romero No Comments

 

 

La historia política y económica es evidente testimonio de que muchos economistas no han podido equivocarse más pues las crisis continúan haciendo mella en la economía socialista

 

Las crisis casi siempre son predecibles. Generalmente ocurren tras problemas no resueltos o cuando no se tiene idea de cómo enfrentar la incertidumbre.

 

 

Sin embargo, podría explicarse que las crisis acusan situaciones atiborradas de confusiones por problemas que se solapan y distorsionan la realidad. En tanto estados de desarreglo, despliegan un haz de luz capaz de iluminar oportunidades u oscurecer el contexto donde ancla sus precedentes.

 

 

Las crisis sucesivas, al posibilitar soluciones mediante cambios que parecían difíciles o imposibles de lograr, generaban nuevos problemas. De esa forma, las realidades se vieron encadenadas por seguidillas de crisis que luego se convirtieron en las formas de alcanzar objetivos de desarrollo. O en vías expeditas para alcanzar el antidesarrollo.

 

 

El caos público en la economía socialista

 

Las políticas públicas desacertadas, así como manipulaciones articuladas desde gobiernos arbitrarios, resultaron en infundadas decisiones y dieron forma a estructuras edificadas con base en propósitos ideológicos carentes de consistencia argumentativa.

 

 

Justamente, esto sucedió por causa del entorno cognitivo que rodeó e inspiró postulados de teoría social, política y económica de inconexa coherencia y endeble contundencia. A manera de ejemplo, algunos son: asistencia, protección integral, corresponsabilidad, solidaridad, pluralismo político, distribución de la riqueza, derecho de propiedad, equidad.

 

 

En consecuencia, el mundo de la economía se vio seducido por implicaciones que provenían de consideraciones debilitadas en argumentación y concatenación con principios de otras ciencias igualmente fundamentales para alcanzar importantes objetivos de desarrollo.

 

 

Así congruencias, vinculaciones y garantías propias de modelos de desarrollo comenzaron a fallar en sus intenciones de propiciar el crecimiento, progreso, bienestar y sincronía social, económica y política. No solo como resultado de haberse plegado a ideologías caracterizadas por un sectarismo desmedido, sino, también, por el efecto solapado de operaciones y mecanismos divorciados de realidades necesitadas de un desarrollo soberano.

 

 

La reversión como proceso de recuperación

 

Fue así como, de pronto, la dinámica de un mundo convulsivo como el presente hizo que resucitara el ideario de economistas clásicos preocupados por tener en cuenta la historia, la geografía, la política y la sociología.

 

 

No haber atendido la inquietud que determinó la concepción de una teoría económica respetuosa de variables que perfilaron la autodeterminación de las naciones sopesada desde la dignidad, las libertades y derechos del hombre, terminaron induciendo graves crisis económicas, políticas, culturales, ambientales y sociales alrededor del mundo.

 

 

Arremeter contra leyes económicas y de mercado con el amparo encubridor de intervenciones gubernamentales excesivas, condujo a generar caos de todo orden. En consecuencia, se dieron serios despilfarros descomunales en la administración pública de muchos países. Particularmente, de aquellos amoldados a la horma ideológica de doctrinas económicas y políticas dogmáticas, ortodoxas.

 

 

Remedio peor que la enfermedad

 

La aplicación desbalanceada de una oferta transgresora de las capacidades de demanda configuró una situación de crisis de la cual puede inferirse que sigue dominando el terreno social y político. Indistintamente de la factura ideológica de los gobiernos de turno.

 

 

Esto hizo ver cuadros de desarreglo que abarcan cuantas realidades son posibles. De ello se obtuvo la moraleja mediante la cual pudo deducirse que la política no tiene la fuerza suficiente para movilizar la demanda como pivote de la dinámica de la economía.

 

 

La historia política y económica es evidente testimonio de que muchos economistas no han podido equivocarse más pues las crisis continúan haciendo mella, particularmente en sociedades que han dejado convencerse por ideologías políticas torcidas. Eficaces estas al momento de seducir a sectores de la población cuyo analfabetismo político y económico, es su bandera de presentación y carta de vida.

 

 

La inflación se comió al mundo, tanto como el desacierto de políticas económicas privadas de la más mínima racionalidad. Ejemplo de tan craso estado de desacomodo, caos y malversación ha resultado toda intención de regular el mercado con los preceptos e instrumentos del patético y desvergonzado socialismo. Del centro de la susodicha realidad, han provenido las caídas incitadas por las crisis de la economía socialista.

 

Antonio José Monagas

@ajmonagas

Los dilemas de la educación del siglo XXI

Posted on: abril 18th, 2023 by Lina Romero No Comments

 

Desde que se instituyó la Universidad se ha construido un mundo colmado de una cuantiosa e importante información, pero vinculada a un escaso conocimiento.

 

 

No se niega el hecho de que iniciado el siglo XXI la humanidad ha disfrutado, gracias al desarrollo de las ciencias y las tecnologías, de múltiples satisfacciones a nivel planetario. Sin embargo, el mundo ha sido testigo de graves problemas instrumentales, casi siempre en perjuicio de las libertades y derechos del ser humano. Por ejemplo, la salud emocional, psíquica y espiritual del hombre ha decaído. Más aún, ha sido arrastrada por problemas ante los cuales el ser humano deja al desnudo su incapacidad para superarlos. Ante tal situación, se han propuesto soluciones pero que sólo han servido para disfrazar el mercado de meros subterfugios.

 

 

Entre estupideces y egoísmos

 

Tan serio caos se ha sido suscitado por la estupidez del ser humano toda vez que ha pretendido darle forma y contenido a un mundo egoísta. Colmado de realidades deformadas por el efecto de libertades disimuladas, por narrativas que han envuelto el concepto de democracia en un gastado papel de regalo. De ello, ha resultado un mundo apático. Un mundo que dejó de reconocer al otro en términos de sus méritos e ideales. Justamente, por causa del egoísmo dominante. Incluso, utilizado como criterio de movilización política.

 

 

Ahí, contradictoriamente, descansa el fundamento de la educación del siglo XXI toda vez que intenta aducirse y ofrecerse como base de la formación de las actuales generaciones. Es decir, una educación sustentada en una retahíla de falsedades, improvisaciones y acomodaciones que conducen a resultados igualmente perturbados. Todo ello es capaz de torcer el pensamiento y capacidad de crítica y duda que en rigor acopia el proceso de enseñanza-aprendizaje.

 

 

Esto es, un método que, por estar apoyado en premisas ciertas, incita conclusiones ciertas. Pues si alguna es falsa, resultan deducciones infundadas y absurdas. O equivocadas.

 

 

Es el problema que ha venido caracterizando la educación del siglo XXI. Supuestamente inspirada para formar al individuo actual. Y que es consecuencia de la desfigurada pretensión de hacerle creer al estudiante, que el mundo está construido sobre hipótesis demostradas. Cuando las realidades están lejos de dichas suposiciones. Véase, el caso de los esquemas binarios de información. Argumentados sobre una presunta linealidad que, para nada, se corresponde con la complejidad que configura las realidades. Y ello, es motivo de deformación puesto que las realidades no son, en lo absoluto, binarias. Tampoco responden a ajustes basados en sistemas de coordenadas cartesianas X-Y.

 

 

Contrariedades que presumen desarrollo

 

Las realidades advertidas, adquieren forma, razón y sentido en un mundo multidimensional o al menos observado bajo una perspectiva tridimensional. Incluso, se habla de un mundo multifactorial y multidimensional.

 

 

La educación de los últimos tiempos, se basó en premisas equivocadas. En hechos arbitrarios que se vieron sometidos por el enfoque de una información engañosa. Pero que, por la presunción vinculada a su apariencia, la humanidad cayó en la trampa que supone diligenciar la vida apegada a criterios igualmente transfigurados.

 

 

Ello actuó como razón para que el ser humano se convenciera que la educación impartida le infundiría mayor libertad. Craso equívoco pues las realidades se construyen partiendo de consideraciones totalmente contrarias.

 

 

Tan patética situación, condenó al hombre de las recientes generaciones a verse igualado, en un sentido socioeducativo, por el corte trazado a instancia de la mediocridad, el sometimiento y la humillación.

 

 

Las realidades dieron cuenta a destiempo, del susodicho problema toda vez que cercenó posibilidades de desarrollo. Sin embargo, este hecho fue encubierto por intereses que sólo respondieron a criterios sectarios. Tal como se advierte a la luz de las verdades.

 

 

No obstante, a pesar de algunos esfuerzos en salir de dicho caos, sigue sin resolverse ni atenderse el grave problema de una educación irreflexiva y acrítica.

 

 

No hay duda de que las deformaciones tal como han pretendido encubrirse, han propendido a construir un mundo para el cual se prefieren cuadros de resultados ostentados por sociedades avanzadas. Sociedades cuyo desarrollo ha sido logrado con base en seres humanos de primera línea en cuanto a la información que ostentan. Justamente en ello, se encierra el problema de un conocimiento carente de valores humanos.

 

 

Tal problema lo ha suscitado en buena parte el enfoque seguido por una educación regida por intereses privados de la ecuanimidad o que distinga la distancia que traza la pertinencia de la singularidad y de la particularidad de la vida humana. Y es ahí, a partir de la cual se hace posible y factible construir un mundo referido por el discurso humanista.

 

 

Para algunos estudiosos, el problema comenzó a agravarse con el advenimiento de ideologías deformes en sentido y dirección. Es consecuencia, de las contradicciones que buscan sobrevivir disfrazadas en el traspatio de los dilemas de la educación del siglo XXI.

 

 

Antonio José Monagas

La inteligencia artificial, ¿espacio negativo?

Posted on: abril 8th, 2023 by Lina Romero No Comments

 

 

El mundo actual podría sumirse en conflictos no imaginados con una inteligencia artificial que se nos vaya de las manos

 

 

Con la aparición de aplicaciones o programas informáticos que abren espacios suficientes para que el mundo adopte un nuevo paradigma basado en la inteligencia artificial, muchos serán los ámbitos de innovación y creación de conocimientos que podrán afectarse en provecho o perjuicio en casi todos los campos donde la vida.

 

 

Aquellos valores trascendentales del hombre en los que se basa la búsqueda de las verdades, podrían constreñirse o verse amenazados de reducirse los referentes que estimularon razonamientos, principios y ponderaciones necesarios para erigir el mundo que hoy se conoce.

 

 

La situación que derivaría del riesgoso dilema podría incitar brechas que permitan el resquebrajamiento de valores morales y políticos. Principalmente, de aquellos sobre los cuales se fundamentan las libertades, la igualdad, la solidaridad, la justicia, la responsabilidad social y la ética. Incluso, la democracia, en tanto que sistema de vida política, social y económica.

 

 

El mundo actual podría sumirse en conflictos no imaginados. O en un caos no calculado o insospechado. La disociación que provocaría la implantación de la inteligencia artificial, vista como mecanismo de desarrollo tecnológico, podría desfigurar hábitos, costumbres y tradiciones. Inclusive, procesos educativos, modos de trabajo, esquemas de empleo y patrones de producción, poniendo en vilo el pensamiento humano. Más aun, la intimidad sobre la cual descansa la amistad, tanto como la confianza y la honestidad.

 

 

¿Problema o solución?

 

Tal es el peligro de que la inteligencia artificial se nos salga de las manos, que hasta la misma ONU, con la venia de reconocidos productores y desarrolladores de tecnologías computacionales, se ha visto forzada a acordar una pausa que conduzca a reflexionar y revisar las implicaciones que podría tener la inteligencia artificial descontrolada.

 

 

Algunos afirman que la IA podría tener grietas y que podría ser objeto de manipulación en manos de agentes políticos a la orden de regímenes opresivos y autocráticos. O de agentes de la extorsión y del soborno al servicio de economías malversadas.

 

 

Aunque hasta ahora la IA ha colaborado a favor de exigencias científicas y tecnológicas que han revolucionado el mundo, no está de sobra examinar otras vertientes capaces de equivocar su propósito primigenio. O sea, posibles factores cuyo uso indebido podría descarriar sus aplicaciones como instrumento de “sumo interés tecnológico”.

 

 

No obstante, de cara a lo referido, cabe animar inquietudes dirigidas a considerar los campos de ejercicio propios de la ciencia y la tecnología comprometidas con el desarrollo humano. Ello, a objeto de alentar opiniones que vislumbren necesidades donde la inteligencia artificial pueda actuar como el medio para apostar al desarrollo humano.

 

 

Lo contrario podría ser casi un inexorable y “sucio borrón” al esfuerzo histórico de la humanidad en el crecimiento en todos los campos de la vida. Vale preguntar si acaso la IA llegaría a ser una especie de constructo con injerencia para concordar con hechos y razones implantados en un ¿espacio negativo?

 

 

Antonio José Monagas

@ajmonagas

Opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de Confirmado.com.ve

No es la Universidad, son las circunstancias

Posted on: marzo 25th, 2023 by Lina Romero No Comments

 

Las circunstancias que merodean al país político, son las mismas que constriñen la dinámica universitaria venezolana. Aunque podría asegurarse que son, todavía, más insidiosas. Más traicioneras. De manera que no hay lugar para dudar de las dificultades que atascan la funcionalidad de la universidad autónoma. Mejor dicho, su capacidad para actuar según la potestad que la Constitución, en su artículo 109, permite a la universidad pública nacional, el derecho de ejercer. Además, con el orgullo, dignidad y autoridad que la historia política contemporánea y su condición académica le confiere.

 

 

De manera que el problema no debe conducirse al hecho de cuestionar la universidad. Aún cuando hay quienes aseguran o desean su deceso. Mientras que otros, manifiestan que la universidad está moribunda.

 

 

Pero ese no es el problema que, en el fondo, mantiene atorada a la universidad autónoma venezolana. Cabe rebatir y desistir del argumento que algunos emplean con la idea de tramar antagonismos que tiendan a afrentar o mancillar la academia universitaria.

 

 

Estos personajes son quienes, por razones asociadas a la apatía, resentimiento y mezquindad, olvidaron el compromiso de exaltar la educación como columna del desarrollo. Compromiso este que infunde en los miembros de la comunidad universitaria la convicción de actuar como colaborador “(…) en la orientación de la vida del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento de los problemas nacionales” (Del artículo 2º, Ley de Universidades).

 

Por algo, la universidad se define como “una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores, empleados, obreros y estudiantes en la tarea de buscarla verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre” (Del artículo 1º, Ley de Universidades)

 

 

Del análisis del problema

 

Cuando se dice que el problema que asfixia la universidad autónoma venezolana, no proviene de su esencia como cuerpo académico. Sino de las circunstancias que la rodean. Esto hace ver que en la base del problema, se consigue una disyuntiva que contiene razones para comprender el contexto del mismo.

 

 

Al referir el susodicho dilema, su análisis lleva a encontrar una horrenda brecha marcada -primeramente- por actores seducidos por excusas mórbidas o perversas. Por otra parte, el análisis conduce a inferir una separación entre quienes pudiendo actuar, no actúan. Y quienes actuando, se entumecen. Y por tanto, no se pronuncian dejándose abatir por un silencio sepulcral.

 

 

Las circunstancias igualmente se ven favorecidas por la hipocresía de quienes no se manifiestan ni por una u otra causa. Se quedan impávidos ante la oportunidad que brinda el problema propiamente.

 

 

También las dificultades se acrecientan, por la falta de valor de quienes dejan atraparse por el miedo. Tanto como por quienes creen que es mejor rendirse o subyugarse ante las intimidaciones que llueven por doquier. Casi todas, forjadas por las represiones de un autoritarismo hegemónico afianzado por el poder militar, policial y delincuencial.

 

 

Igualmente, por quienes esgrimen opiniones sin el conocimiento exacto de cómo se maneja organizacional, administrativa, financiera, gerencial, académica y jurídicamente, la institución universitaria. O en contrario, por quienes conociendo el manejo universitario, se esconden donde nadie puede hallarlos para así excusarse y no decir nada.

 

 

Por las razones arriba expuestas, es que esta disertación busca afirmar que el problema que vive la autonomía universitaria, no debe endosarse a su esencia. Es de otra índole o procedencia. Es así que puede asentirse que no es la universidad.  Son las circunstancias.

 

Antonio José Monagas

Ahogados en corrupción

Posted on: marzo 11th, 2023 by Lina Romero No Comments

 

 

Tanto se ha hablado de corrupción, que la teoría política la considera entre los elementos que moviliza el ejercicio de la política. Sus efectos sobre el funcionamiento del sistema político, son notorios. Para el politólogo italiano Gianfranco Pasquino «la corrupción es un factor de disgregación del sistema político». Es decir, exhibe una controvertida influencia en la decisiones públicas toda vez que sus efectos afectan peligrosamente el centro del sistema. O sea, a su sistema nervioso restándole legitimidad al sistema político.

 

 

Tan antigua es la corrupción como la misma prostitución. Tal vez, en su historia se halla la razón mediante la cual es comprensible el desequilibrio que su incidencia ocasiona. Sobre todo, en la administración de gobierno. Tanto como en las dimensiones ética, política, social, y cultural del ciudadano.

 

 

De corrupción se ha escrito mucho y a pesar de todo, continúa existiendo como problema suscitado por el abuso de poder para así obtener alguna gratificación. Aunque se hace alusión -generalmente- a la corrupción política, y a la corrupción administrativa. A pesar de estar representada por distintas figuras delictivas.

 

 

La cuestión de fondo no es la corrupción como hecho solapado y encubierto por la complicidad, sino que no se consigue aminorarse. Indistintamente de las crisis que tocan la estabilidad del sistema político, la corrupción continúa dejando ver su racha de barbaridades. La tentación es la motivación que conduce a que la honestidad se vaya de bruces al cruzar la primera esquina. Es ahí cuando actúa la extorsión, la prevaricación y el cohecho al mejor estilo delincuencial.

 

 

La incidencia de un sistema político que se roce con patrones de gestión autoritarios o totalitarios, o que se identifique con dichas doctrinas políticas, alborota rápidamente la indecencia de la cual se sirve la corrupción para actuar a sus anchas. En ello se explica la dificultad de defenestrar o expulsar a un régimen salpicado y cundido de corrupción. Especialmente, si el actor que más poder detenta o se arroga del mismo, es de inspiración militar o policial. Su injerencia en las decisiones públicas, se vuelve una excusa disfrazada de argumentos que buscan ajustar sus razones en determinaciones que permiten el escamoteo de las finanzas públicas según conveniencias arregladas.

 

 

Es cuando en la oscuridad del autoritarismo, surge el «amiguismo» y el compadrazgo cercanos a los centros de organización y control de los recursos que habrán de ser esquilmados por los tentáculos de la corrupción. Muchas veces, con la intención primigenia de afectar la gobernanza y la gobernabilidad de los sistemas políticos. Consumado el susodicho propósito, la corrupción consigue dar con la puerta franca para actuar sobre el enriquecimiento ilícito que es el objetivo más apetecido de cuanta picardía podría caracterizar a funcionarios protagonistas de la corrupción en curso.

 

 

Y aunque los regímenes autoritarios desvíen su atención hacia el foco de la corrupción, y existan leyes que sancionen tales delitos, no cabe duda de advertir que el mundo político tolera realidades que se subsumen en la corruptela. Todo induce a que, como sociedades, los respectivos países parecen subsistir ahogados en corrupción.

 

 

Antonio José Monagas

Ganar un proceso electoral

Posted on: febrero 9th, 2023 by Super Confirmado No Comments

 

 

En el alba de todo proceso electoral, las emociones pugnan por aventajar las razones que son fundamento político. Pero ¿cómo ganar un proceso electoral?

 

 

Esta disertación no tratará de opacar la importancia que tiene la elección para la alternancia, tanto como para la consolidación de la democracia como sistema político de elaboración y toma de decisiones en el marco del pluralismo político.

 

La contaminación política

 

Cuando los procesos electorales se vician de contradicciones surgen diatribas que terminan por arruinar y descomponer los programas expuestos.

 

 

Al respecto, escribía Carlos Matus Romo, para la Revista de la CEPAL: «Cada vez es más común en la voz de la calle, que los partidos políticos son capaces de ganar elecciones. Pero incapaces de gobernar con eficacia».

 

 

Todo ello ha provocado una crecida desconfianza en los partidos. Entonces, se tienen tribunas donde se advierten que los programas electorales presentados no constituyen una palabra capaz de ser cumplida. Son espacios que sirven para reconocer que las praxis del gobierno no honran los compromisos pautados. Ahí se halla uno de los errores que llevan a perder elecciones donde repiten candidatos representativos de causa ideológicas que avalan el cuestionado gobierno reticente.

 

 

Pautas que indican el camino del triunfo electoral

 

 

Hay algunos indicadores de plausible validez para garantizar el triunfo electoral de proyectos políticos, según las siguientes cualidades:

 

 

1.- Robustez política.

 

2.- Respeto al elector.

 

 

3.- Coherencia discursiva. Aunque el teólogo ingles, William Mitchell Ramsay, había dicho que las realidades apuntan a demostrar que se «vota al hombre que promete menos, pues será el que menos decepcione».

 

 

4.- Expresarse acorde con una ideología política que, en teoría, pueda entenderse vinculada a demostrar fundamentos propios desmarcados de algún adversario que se halle plegado a causas antipolíticas.

 

 

 

5.- Asumir la defensa de una tesis política que reivindique propuestas relacionadas con las realidades que dominan los tiempos presentes. A decir del profesor de la Universidad de California, Peter Drucker, esas realidades «(…) son distintas de las cuestiones sobre las cuales siguen escribiendo libros y haciendo discursos los políticos, los economistas, los eruditos hombres de negocios y los dirigentes sindicales».

 

 

6.- Conciliar tendencias político-partidistas con rivales.

 

 

7.- Identificar el punto de inflexión (política) para así formalizar decisiones que identifiquen posturas coincidentes. Por ello, se hace necesario lograr un equilibrio de mayor arraigo que motive la perseverancia necesaria para aglutinar disposiciones que atiendan y entiendan requerimientos políticos, sociales y económicos indispensables para el desarrollo humano.

 

 

8.-Configurar una oferta electoral plenamente indicativa de los caminos que habrán de recorrer los objetivos y estrategias formuladas. De esa forma, se construye la confianza necesaria que luego se convierte en motivación al logro. Asimismo, con ello se despeja cualquier duda que impida satisfacer las interrogantes que surgen a medida que el proceso electoral transcurre. Allanar este respecto, propende a resolver el cómo. Pregunta fundamental de todo proceso electoral.

 

 

De seguirse estas pautas, apoyadas en un eslogan que condense un mensaje político de buen impacto comunicacional, (por ejemplo: el desarrollo nacional necesita de tus ideas) podría cultivarse la confianza necesaria para alcanzar resultados favorables. Así se intentaría responder ¿cómo ganar un proceso electoral?

 

 

Antonio José Monagas

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de Confirmado.com.ve

 

Todo cambió para peor

Posted on: enero 25th, 2023 by Super Confirmado No Comments

 

Los gobiernos autoritarios, en cualquier parte del mundo, tienden a trazar medidas inspiradas en la mentira, el resentimiento, la impudicia y en la deshonra. De ahí que sus praxis de gobierno apuntan a anquilosarse en el poder. Sin medida de las consecuencias que tan improcedente necedad contrae en el corto y mediano plazo.

 

 

A decir de la teoría política, el autoritarismo es un sistema político desviado del concepto de política. Del concepto ajustado a lo que la politólogo Hannah Arendt refería como la condición sine qua non que conduce a la «pluralidad humana». Ello lo justificaba al explicar que «el hombre se realiza en la política siempre y cuando se beneficie de los mismos derechos que le son garantizados a los individuos más diversos y diferentes».

 

 

Justamente en esta consideración, Arendt basaba su argumento. Aludía que en el fragor de dicha realidad ataviada de excelsas libertades y regida por las suficientes exigencias jurídicas, la pluralidad de los hombres procedía de una condición de vida en la que el individuo, en su afán por desarrollarse, reconoce como propia.

 

 

Lejos de esto, el autoritarismo actúa exento de una ideología que paute responsabilidades sociales, políticas y económicas. A excepción de las que consolidan su forma de (des)gobernar. Además, en el que un jefe o tropel de colaboracionistas, ejerce el poder dentro de límites mal definidos. Pero fácilmente previsibles a instancias de los intereses bajo los cuales se mueven precipitadas decisiones.

 

 

El caso Venezuela

 

Es exactamente lo que ahora ocurre en el ámbito político-económico de una Venezuela profundamente traumatizada a consecuencia de imposiciones cundidas de intimidaciones y abstenciones de todo género.

 

 

El régimen político venezolano olvidó gobernar. Su tarea y compromiso constitucional se redujo a negocios disfrazados de actos gubernamentales. Negocios que somatizan la gestión pública convirtiéndola en causal de crisis que trastornan el discurrir del país descomponiendo la institucionalidad política, económica y social.

 

 

El régimen político venezolano se enfermó de poder al desfigurar sus responsabilidades. Gobernar ya no es un compromiso que corresponde a las personas encargadas de ello. Todo mutó a una organización cuyo propósito es básicamente, el aprovechamiento ilícito de los recursos naturales. Recursos estos sensibles de explotación comercial que reposan en el subsuelo nacional. Dichas convulsiones, de naturaleza anárquica, se realizan en beneficio de las finanzas personales de hordas de politiqueros y representantes de factores socioeconómicos. Igualmente, de cenáculos militares y policiales. De esa manera, los arreglos derivados de las susodichas operaciones son canalizados hacia causas que buscan engrosar las finanzas de personajes «revolucionarios» o mal calificados de «socialistas».

 

 

Con razón estos oficialistas y adláteres hablan sin ninguna vergüenza ni fundamento ideológico alguno, lo que significa y compromete el caro hecho «defender la patria a paso de vencedores». Lo cual procura concretarse, según las conveniencias, coyunturas e intereses que dispongan la particularidad de cada transgresión a cometerse.

 

 

Para consumar tan graves violaciones, organizaron a Venezuela en función de la inminente necesidad de mantener ciegos, sordos y mudos al mayor número posible de venezolanos. De ahí se ha agarrado el equivocado concepto «distributivo de la riqueza» que formaliza el reparto de miserias que sirve al régimen para justificar y pretender la estabilidad en el poder.

 

 

Venezuela reventada desde adentro

 

Esa organización que muchos confunden con gobierno se ha valido de verdades fabricadas para abrirse paso. Particularmente, hacia espacios que el populismo y la demagogia indican para facilitar la recreación de falsedades construidas sobre vulgares conjeturas y asquerosas temeridades.

 

 

Esto ha sido posible, valiéndose del hecho de fundamentar la ideología socialista del siglo XXI en el ideario del Libertador Bolívar. Sin siquiera haber reflexionado o comprendido la doctrina bolivariana. Pues todo lo engullido, por quienes dicen llamarse gobernantes y dirigentes políticos, se ha cimentado sobre el terreno de la apetencia monetaria. Cada vez, más en perjuicio de la soberanía y determinación libre del venezolano democrático, honesto y trabajador.

 

 

Como pregona el conocido refrán: «Tanto nadar para morir ahogado en la orilla». En el caso de Venezuela, después de trabajar la consecución de la democracia como sistema político, el rumbo del país tomó una dirección distinta y contraria de la que muchos esperanzaron.

 

 

El destino le deparó otra ruta al país. Una senda en la que todo cambió para que nada en verdad, cambiara. Mejor dicho, todo cambió para peor.

 

 

 

Antonio José Monagas

Educadores mal pagados

Posted on: enero 19th, 2023 by Super Confirmado No Comments

 

 

La transición entre los siglos XX y XXI devino en cambios tan fuertes, que muchos ni siquiera han terminado de comprenderse. Los cambios que se han operado en materia educacional, son uno de tantos cuyas consecuencias son de una dinámica profundamente sorprendente, como sucede en política, economía, etc.

 

 

Sin embargo, la incidencia de la educación, dada su relación con la sociedad y la política, en países dominados por modelos autoritarios no se ha ubicado a la altura de los cambios aplicados. Particularmente, cuando se compromete el proceso enseñanza-aprendizaje.

 

 

Y es que la incidencia de tal realidad, afecta o favorece tanto al maestro como al estudiante. Carmen García-Guadilla, en  La Educación como construcción social del conocimiento, CRESALC, 1986, refiere que «en Venezuela -y en América Latina en general- la mayoría de los esfuerzos que se hacen en crear conocimientos no están compensados con una producción final (…)». Esta situación, abre el camino en el país para advertir el problema que constituye la mal compensada remuneración que reciben maestros y profesores por su trabajo en aula y de asistencia, coordinación y dirección institucional. Esto da cuenta del problema que viene acrecentándose con reacciones en el gremio, que termina en protestas y discusiones bipartitas que no generan resultados contundentes. Especialmente cuando la dinámica económica supera en velocidad y tamaño las compensaciones que recibe el profesional docente. No sólo de escuelas y liceos, también de las universidades. Todo ello, a pesar de lo establecido por el artículo 91 (constitucional) cuando señala que todos los trabajadores tienen “derecho a un salario suficiente que les permita vivir con dignidad”.

 

 

Promesas insípidas e invisibles

 

Los compromisos que declaran las ofertas electorales pronunciadas en aras de mantener y consolidar la democracia, tocan obligadamente los temas que refieren a la educación. Especialmente, cuando se refieren a la «excelencia educativa», pues su concepción se centra en la importancia que se le da a la capitalización del educando como factor garante del desarrollo de la nación. Igualmente, de la industrialización, del conocimiento, de la calidad de vida sobre la cual recaen condiciones de razón pública. En todo ello se asienta el éxito posible que conseguido por una política educativa nacional.

 

 

No cabe duda aducir que el signo de una democracia está representado en el mejoramiento permanente del funcionamiento del sistema educativo. La política sabe exaltar oportunamente esta importancia. Sólo que siempre cae en la brecha que se establece entre el discurso y las realidades. Venezuela no ha escapado a este problema que maltrata a la educación en todos sus niveles. Sobre todo, cuando hacen maniqueas referencias a la «modernización de la educación«. Y esto, recoge compromisos vacíos cuando los gobiernos señalan superar los desequilibrios acumulados que tienden a generar disfuncionalidades a nivel de la remuneración del docente en toda su extensión laboral.

 

 

De manera que cualquier reclamo público que exija nivelación de sueldos y salarios de docentes en concordancia con la movilidad de la economía nacional, es legítimo, propio y pertinente.

 

 

En virtud de la dinámica de la economía y de las necesidades indicativas de los problemas causados por los refutados bajos ingresos, es inminente equilibrar las remuneraciones de los docentes de educación básica, diversificada y universitaria.

 

 

Desde la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado, COPRE, en su Proyecto Educativo para la Modernización y la Democracia, se había señalado que no pueden seguir abriéndose las quebraduras entre los cuadros de educadores y las estrategias económicas que aluden al desarrollo nacional.

 

 

«La ausencia de un mensaje educativo coherente y canalizado (…)» sigue actuando como traba que favorece el rezago de una remuneración que merece el profesional de la docencia en Venezuela; de ese maestro o profesor responsable de la formación de hábitos y aptitudes de quienes estarán destinados a la recomposición del país, de la democracia. Paulo Freire supo hablar de la educación como práctica de la libertad. Pero de continuar sin reconocer el valor de la educación y de sus docentes, el problema de educar para una domesticación alienada, posiblemente se esté fraguando y se recompense el trabajo docente con remuneraciones que incitan la dependencia nacional.

 

 

Antonio José Monagas