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¿ Olvido benigno o Alzheimer?

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¿ Olvido benigno o Alzheimer?

El entorno familiar ayuda en la detección de la enfermedad y en los cuidados del paciente

 

 

La falta de memoria de eventos recientes, problemas para realizar labores de la vida diaria y cambios bruscos en el comportamiento pueden ser indicios de demencia

 

 

La vida cotidiana está llena de distracciones y pequeños olvidos, desde la infancia y con mayor frecuencia a medida que se envejece, que no son necesariamente alarmantes. Sin embargo, después de los 45 años de edad, hay que prestarle atención a la falla de la memoria de sucesos recientes y consultar a un especialista para determinar su causa.

 

 

Los trastornos en nuestra capacidad de recordar pueden ser síntoma de la pérdida de concentración debido al estrés, pero también existe la posibilidad de que se deba a una afección neurológica denominada demencia tipo Alzheimer, cuyo día de concientización mundial se realiza cada 21 de septiembre, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

 

Aproximadamente 46.8 millones de personas en el mundo tienen demencia, de los cuales entre el 60% y 75% de los casos se debe a la enfermedad de Alzheimer, según el reporte publicado este año por la ADI (Alzheimer’s Disease International), la federación internacional que agrupa a las asociaciones relacionadas con la patología. En Venezuela, los casos de demencia se aproximan a 150.000, la mayoría de ellos por alzheimer,  informó el médico psiquiatra Alberto Mendoza.

 

 

Lenta y progresiva

 

 

El especialista en psiquiatría geriátrica, explicó que el alzheimer se caracteriza por ser una enfermedad degenerativa del cerebro que conduce a la demencia; es decir,  a la pérdida lenta pero progresiva de las facultades intelectuales que se habían alcanzado en el desarrollo, como son la memoria, capacidad de aprender, razonamiento lógico, cálculo, análisis de situaciones y cambios en el comportamiento, entre otros, que llevan a una persona a depender de otra para su cuidado.

 

 

Esta afección que recibe el nombre del investigador alemán Alois Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento, pero suele manifestarse con mayor frecuencia en adultos mayores de 65 años de edad, ligeramente más en mujeres que en hombres. La enfermedad se caracteriza por el acumulamiento tóxico de proteínas anormales en el cerebro, los médicos han determinado algunas situaciones que favorecen su aparición. Mendoza señaló que la hipertensión, diabetes, sedentarismo y  malos hábitos alimenticios, son factores de riesgo para desarrollar la demencia tipo Alzheimer. También indicó que los antecedes de familiares de demencia, la depresión y el bajo nivel educativo (poca actividad mental) favorecen la aparición del trastorno.

 

 

Formas de tratamiento

 

 

Ante la sospecha de alzheimer, el diagnóstico puede ser realizado por un psiquiatra, un neurólogo o un geriatra, las evaluaciones constan de pruebas  neuropsicológicas, así como el uso de imágenes del cerebro. Aunque no tiene cura, la detección precoz ayuda a hacer más eficaces los tratamientos, los cuales tienen como objetivo desacelerar el deterioro neurocognitivo y ofrecer una mejor calidad de vida.

 

 

Precisó el doctor Mendoza que existen dos tipos de tratamiento farmacológico para los síntomas cognitivos: están los inhibidores de la enzima colinesterasa y los moduladores de receptores de glutamato. Al primer grupo pertenece la rivastigmina, un medicamento que se administra a través de parches transdérmicos, “una manera que facilita el control de la dosis en estos pacientes que tienen problemas de memoria,  que además posee una mejor tolerancia y menores efectos secundarios en relación con las formas orales”, añadió el psiquiatra.

 

 

Rol del cuidador

 

 

La familia juega un papel muy importante en el cuidado del paciente con demencia tipo Alzheimer. Refiere la ADI que el entorno familiar puede darle a la persona afectada la valoración y el apoyo que necesita para enfrentar su situación. A pesar de la pérdida de alguna facultad, el individuo aún conserva alguna de sus capacidades y todavía tiene una conexión emocional con las personas y su medio ambiente.

 

 

Una tarea difícil para la familia es aceptar los síntomas del paciente, su progresiva debilidad y dependencia. Por eso se aconseja buscar información con especialistas y grupos de apoyo, quienes pueden brindarles orientación en cuanto a la mejor forma de atender las necesidades físicas y emocionales de su ser querido.

 

Nota de Prensa

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