El paso del huracán Ian por Florida ha dejado un sendero de destrucción, en especial en el suroeste y centro de este estado de EEUU, donde hay más de 2,5 millones de personas sin energía, miles continúan atrapados en sus domicilios inundados de agua, algunas carreteras están intransitables y las autoridades hablan de dos posibles muertos.
«Nos aplastó», confesó a la cadena ABC el alguacil del condado Lee, Carmine Marceno, quien adelantó que las muertes se contarán por «centenares», una aseveración que luego fue matizada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que se refirió a dos posibles decesos.
EFE