Las tribunas del José Bernardo Pérez corearon: “Yo te daré, te daré una cosa, una cosa que empieza por P: ¡Paliza!”.
Ese estruendo aturdió y noqueó a Leones del Caracas, que cayó ante su eterno rival, Navegantes del Magallanes, en una sonora vapuleada de 12-6.
El juego asomaba ser de bastantes carreras. El mexicano Arturo López no conocía la artillería que enfrentaría y Tiago Da Silva no lanzaba desde el 11 de diciembre. Pero nada hacía pensar que terminaría en la masacre propinada por los carabobeños.
Los capitalinos emplearon a ocho escopeteros, pero pocos estuvieron atinados. Apenas cuatro innings del Magallanes se fueron en blanco. En los otros cinco, Navegantes anotó por lo menos dos carreras.
Fue un espectáculo de batazos, aunque hubo un solo protagonista: el campocorto del Magallanes Ronny Cedeño.
Es cierto que Navegantes tiene un lineup tan temible, que el grandeliga tiene que ser noveno bate. Pero no fue solo con el madero que sobresalió el nativo de Puerto Cabello.
Curiosamente, el héroe de la noche se lució con zapatos prestados. En sus lances, tanto defensivos como ofensivos, un número 28 despuntaba en su calzado. Toda una rareza, porque el shortstop tomado de Tigres de Aragua en el draft de sustituciones se ha adueñado de la dorsal 5 durante su carrera en la LVBP.
“Tengo el numero 28 en mis zapatos, porque me los prestó Robinson Chirinos”, contó sonreído el torpedero. “Él decía que no puede haber zapatos de Tigres de Aragua en el dugout. Es parte de unirme al equipo, sentirme bien y darme confianza. Creo que eso ha influido en mi actuación”.
Si de verdad esos zapatos tienen ese poder, el catcher Chirinos tendrá que ir buscándole más zapatos a Cedeño. Su brillante actuación despuntó en una noche de batazos.
El campocorto se fue de 3-2, con 4 carreras impulsadas, incluido un squeeze play en el cuarto inning que inició el rally que decidió el juego. Además, destacó con el guante en un lance en quinto round que frenó una intentona del Caracas por regresar al juego.
“He tratado de llevar una buena energía y actitud en estas semifinales”, aseguró Cedeño. “Estos son juegos con mucha presion y más en este tipo de clásicos Caracas-Magallanes. La idea es colaborar en la parte ofensiva y a la defensa”.
Y así fue. Magallanes tenía una tarea pendiente con sus guantes durante la ronda regular, pero la única mácula del juego de ayer fue una interferencia del receptor Ramón Hernández. Así que las 4 impulsadas de Cedeño fueron tan importantes como sus 6 asistencias. Sobre todo en un juego como el de ayer, en el que el pitcheo carabobeño sacó 13 outs por el piso.
“La defensa mejoró y esa es la idea”, dijo el manager del Magallanes, Carlos García, que alabó tanto los guantes como los bates de su equipo. “Los muchachos tuvieron buenos turnos al bate. Los vi con bastante paciencia y eso es importante”.
La conjunción de esos elementos compensó el pitcheo endeble mostrado ayer. El abridor Arturo López, que estaba en su debut en Venezuela, salió temprano del juego, después de sucumbir ante la artillería caraquista, que anotó 6 carreras y disparó 11 hits. Solo el relevista Dustin Richardson pudo lanzar más de tres innings.
Con una ofensiva productiva y defensa solvente, Magallanes volvió a humillar al Caracas, como lo hizo durante la ronda regular. De paso, se afianzó en el segundo lugar y dejó a Leones, Tiburones y Águilas empatados con récord de 1-3. Ahora el trío de sotaneros debe ganar 8 de sus últimos 12 juegos para terminar con 9 triunfos y ligar que eso les sea suficiente para desplazar a Magallanes y Caribes.
Fuente: Meridiano