La «dieta occidental» no es en absoluto saludable. Los datos de un estudio realizado en adultos sugieren que la «dieta occidental», basada esencialmente en el consumo de alimentos fritos y dulces, carnes rojas y procesadas, granos refinados y productos lácteos ricos en grasa, reduce la probabilidad de que una persona vive muchos años con una buen salud y con mayor funcionalidad.
«El impacto de la dieta sobre determinadas enfermedades relacionadas con la edad se ha estudiado extensamente, pero han sido pocas las investigaciones que han adoptado un enfoque más holístico para determinar la posible relación entre la dieta y la salud en general a edades más avanzadas», señala Tasnime Akbaraly, del Inserm (Francia), y coordinador del trabajo que se publica en American Journal of Medicine. «Hemos examinado si la dieta, evaluada en adultos de mediana edad, se asocia con fenotipos de envejecimiento, identificados tras una media de 16 años de seguimiento».
La valoración de los hábitos alimentarios se ha llevado a cabo con el Alternative Healthy Eating Index (AHEI), un índice de calidad de la dieta validado, originalmente diseñado para proporcionar guías alimentarias con la intención específica de luchar contra las principales enfermedades crónicas, como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Muerte prematura
Así, los investigadores analizaron los resultados del estudio de cohortes Whitehall II británico, y comprobaron que el seguimiento del AHEI se duplicaban las probabilidades de revertir el denominado síndrome metabólico, un fuerte factor predictivo de enfermedad coronaria y la mortalidad. Además, trataron de identificar los factores dietéticos que no sólo puede prevenir la muerte prematura, sino también promover el envejecimiento ideal.
El trabajo ha seguido a 3.775 hombres y 1.575 mujeres desde 1985 a 2009, con una edad media de 51 años. Los investigadores revisaban los datos clínicos de los voluntarios cada 5 años; así, identificaron la tasa de mortalidad y de enfermedades crónicas entre los participantes.
Los resultados mostraron que:
* El envejecimiento ideal, definido como la ausencia de enfermedades crónicas y un alto rendimiento en las pruebas de funcionamiento físico, mental y cognitivo apenas lo lograba un 4% de las personas analizadas.
* El riesgo evento cardiovascular no fatal era del 12,7%.
* El de muerte cardiovascular muerte de un 2,8%.
* El de muerte por causas no cardiovasculares de un 7,3%.
* Y un 73,2% de los participantes tenía un envejecimiento normal.
Sin embargo, los participantes con una menor adherencia al AHEI vieron incrementado su riesgo de muerte, tanto por causas cardiovasculares y no cardiovasculares. Aquellos que siguieron una «dieta occidental» redujeron sus posibilidades de envejecimiento ideal.
Según los investigadores, el trabajo demuestra que, las recomendaciones dietéticas específicas, como la proporcionada por el AHEI, pueden ser útil para reducir el riesgo de envejecimiento no saludable, mientras que el hecho de evitar este tipo de dieta podría mejorar la posibilidad de vivir más y libre de enfermedades crónicas. Para Akbaraly, «una mayor y mejor comprensión de la distinción entre las conductas específicas de salud que ofrecen protección contra las enfermedades que promueven un envejecimiento ideal puede facilitar la prevención de este tipo de patologías».
Fuente: http://www.abc.es/salud/noticias/dieta-occidental-mata-14675.html