El exdictador Desi Bouterse, que se convirtió en presidente de Surinam en 2010, buscará un segundo mandato de cinco años en las elecciones generales que tendrán lugar el lunes en el país más pequeño de Sudamérica.
Bouterse, que dirigió Surinam de forma intermitente desde 1980 tras liderar un golpe de Estado, intentará prescindir de la alianza que formó en los últimos comicios de 2010 con su otrora enemigo Ronnie Brunswijk y formar por primera vez en la historia del país un gobierno democrático sin necesidad de una coalición, resaltó AFP.
Para ello necesita 26 de los 51 escaños del Parlamento de Surinam, y 34 para ser reelecto presidente, es decir dos tercios de la Cámara.
Su principal rival es V7, una coalición de seis partidos que lo acusa de corrupción masiva y cuenta con una amplia base étnica en este país racialmente diverso cuyos 539.000 habitantes tienen raíces en Asia, África, Europa y América.
El tercer grupo mayoritario es la alianza Combinación Alternativa encabezada por Brunswijk, un exlíder guerrillero que combatió con las armas al gobierno militar de Bouterse antes de unirse a su antiguo enemigo en 2010.
Dictador, presidente, convicto
Figura controvertida, el comandante Desi Bouterse, de 69 años, tomó el poder de esta excolonia primero británica y luego holandesa, cinco años después de que obtuviera su independencia en 1975.
Instauró una dictadura militar, dirigió el país hasta 1987, antes de conducir un segundo golpe de Estado en 1990 para un breve regreso al poder, hasta 1991.
En 1982 sofocó dos intentos de sacarlo del poder y ejecutó a 15 opositores, un hecho que pasó a la historia como «Los asesinatos de diciembre».
Su historia personal tuvo entonces un giro radical, con su condena en junio de 2000 en Holanda a 11 años de prisión, en ausencia, por tráfico de cocaína.
Buscado por la Interpol, fue electo en 2010 presidente de Surinam, lo que le dio inmunidad.
En 2012 reforzó su protección cuando el Parlamento votó una ley de amnistía, que anuló las acusaciones en su contra por los «asesinatos de diciembre».
Aunque sus problemas judiciales desaparecieron, los de su hijo, condenado en marzo de este año a más de 16 años de prisión por la justicia federal estadounidense, por tráfico de armas y de cocaína, entre otros delitos, alimentan la reputación de un país considerado paraíso del tráfico de drogas, lavado de dinero y corrupción.
Pero todo esto no impide a Bouterse gozar de una importante popularidad, fruto de sus programas de bienestar social, educación universitaria gratuita y construcción de escuelas y viviendas.
En total, siete partidos y cuatro coaliciones competirán por los votos de los 350.000 electores registrados, que también elegirán representantes locales.
Los locales de votación se abrirán a las 07 de la mañana hora local y cerrarán 12 horas después.