En vigilia permanente vecinos de El Cafetal

En vigilia permanente vecinos de El Cafetal

Hacia un punto de no retorno parecen avanzar las protestas en la urbanización El Cafetal, en el municipio Baruta de Caracas, donde los habitantes están decididos a no abandonar las calles del bulevar, que exhibe las huellas de la cruda represión de la Policía Nacional Bolivariana, de la cual fueron objeto el pasado domingo.

 

Tras el altercado del pasado domingo, los vecinos de la zona aseguran que se mantienen en vigilia permanente, para evitar ser víctimas del supuesto ataque de motorizados armados, tal como ocurrió la madrugada del lunes, cuando ingresaron sujetos en motos en la urbanización Santa Paula a la medianoche, mientras las calles estaban despejadas de manifestantes locales.

 

En la residencia Canaima, a la altura de Santa Paula, la septuagenaria Lérida Coll dijo que se mantuvieron despiertos para estar prevenidos ante cualquier irregularidad. «El domingo sufrimos una arremetida de la Policía Nacional mientras dormíamos y no queremos que se repita», dijo Coll, al relatar que las bombas lacrimógenas fueron lanzadas contra el edificio donde residen manifestantes. Frente a las acciones y amenazas de represión, habitantes del edificio Marbella relataron que se mantuvieron resguardados en sus hogares con las luces apagadas, para no ser blanco de ataques. «Un Gobierno democrático no procede de esa forma: lanzando gases tóxicos contra las residencias. La paz no se construye con un solo sector. Por el contrario, se consigue oyendo a todos los venezolanos, sin distinción política alguna», sostuvo Edgar Boloña, residente del Marbella.

 

Miguel Reyes, habitante de Los Pinos, aseguró que se mantuvieron en vilo hasta las tres de la madrugada, pues la regla entre quienes se atreven a desafiar la represión de los cuerpos de seguridad es permanecer atentos durante las 24 horas del día.

 

Ayer, una confusa calma parecía sorprender a quienes tomaban las calles, debido a la ausencia de efectivos de la PNB, quienes han hecho de la vejación una tarea cotidiana contra quienes se atreven a bloquear el tránsito de vehículos.

 

A juicio de los lugareños, se trata de una tregua engañosa, para hacer creer a la comisión de cancilleres de Unasur que no hay violencia contra los disidentes del Gobierno. «No retrocederemos ni un solo paso, tampoco bajaremos la guardia. No creemos en la mediación, afincada en el interés petrolero que plantean los títeres de Unasur», aseveró Marcos Moncada. Sin embargo, algunos vecinos esperan que el encuentro entre los funcionarios de al menos siete países suramericanos genere algún efecto favorable, para evitar la satanización de las protestas.

 

Y es que para muchos las barricadas se han convertido en una alternativa de defensa, a fin de protegerse de la Guardia Nacional, los efectivos policiales y hasta de los robos comunes a mano armada. Así lo relata Sofía Salvatore, al pie de una barricada instalada ayer frente al edificio Guayamurí. «Los delincuentes ya ni se atreven a pasar por la zona».

 

Para la docente Luisa González, el cese de la delincuencia, la exigencia de abastecimiento y el clamor por una vida segura se trata de una lucha ciudadana contra un «gobierno castro-comunista».

 

Tal es su convicción de cambio, que asegura que no le importa dejar de trabajar para lograr una solución a la crisis. «Mi temor es la inseguridad. El sueldo no me alcanza y el Gobierno nos está robando la libertad», declaró. En ello coincidió Magali Malpique, quien negó que el descontento se trate de una lucha política.

 

Ayer fueron desplegados siete nuevos puntos de control en El Cafetal tras los hechos violentos del domingo, según informó el alcalde de Baruta Gerardo Blyde, al advertir que desde hace unos días se vienen produciendo protestas poco usuales en el municipio, lo que atribuyó a la presencia de «grupos colocados» que incentivan la violencia. «Siempre he dicho que la protesta es válida, que en Venezuela hay mil razones para protestar, pero tiene que ser pacífica y no puede entorpecer los derechos de otros», afirmó.

 

El mandatario local cuestionó los excesos de las fuerzas públicas contra manifestantes y reiteró que la Policía de Baruta no está facultada para intervenir cuando actúa un órgano de seguridad nacional en la jurisdicción. «Nuestra policía municipal está, como ha estado siempre, para proteger la vida y bienes de todos los baruteños, sin distingo alguno», precisó Blyde, al destacar que el organismo trabaja en la mediación con los vecinos junto a Protección Civil y Salud Baruta.

 

Por Julio Materano

El Universal

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