Se conoce como V.P.H. -Virus del Papiloma Humano- a la manifestación de alguno de los más de 100 tipos de virus que da nombre a dicha enfermedad, y que se manifiesta a modo de verrugas en los órganos sexuales femeninos. Es una de las enfermedades más comunes en la actualidad, afecta principalmente a las mujeres y el método más eficaz contra su contagio es la prevención mediante el uso de anticonceptivos.
El principal problema que genera la enfermedad, es que algunos de los virus que se manifiestan como verrugas tanto en el exterior de la vagina como en su interior, pueden desarrollar cáncer. Esto, sumado a que en numerosos casos, la persona que padece la enfermedad no tiene síntomas de la misma -porque no se vea las verrugas, porque no haya comezón, dolencias u otras molestias…-, hace que se requieran métodos de observación para diagnosticarla y así prevenir que evolucione.
El método que se sigue para observar y diagnosticar la posibilidad de que la enfermedad evolucione en cáncer, son el test del V.P.H. y el Papanicolaou, ambos son test enfocados a detectar el cáncer cervical. En cuanto a las verrugas, el profesional médico puede tomar diferentes tipos de medidas: tratarlas para evitar la propagación, o eliminarlas definitivamente.
Hoy en día existen vacunas que actúan con éxito contra numerosos tipos de virus de la amplia gama perteneciente al Papiloma, sin embargo, la variedad de virus dificulta la eficacia total de la mencionada vacuna. Teniendo en cuenta que el V.P.H se contagia mediante transmisión sexual, la prevención es necesaria, por ello, es imprescindible el uso de anticonceptivos (preservativos en este caso) que, aunque no eliminen totalmente el riesgo de contraer o contagiar la enfermedad, si que reducen considerablemente las posibilidades de que esto ocurra.
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