El Orinoco llegó a las puertas de la Escuela Radiofónica Paulo Freire en Puerto Ayacucho

El Orinoco llegó a las puertas de la Escuela Radiofónica Paulo Freire en Puerto Ayacucho

Richard Ortega, director de la Escuela Radiofónica Paulo Freire de Puerto Ayacucho, Amazonas, confirmó este sábado 5 de julio que las aguas del río Orinoco llegaron a las puertas de la institución, amenazando con revivir la inundación registrada en 2018.

 

 

Las aguas del gran río padre también anegaron la capilla Nuestra Señora de Coromoto. Rememora Ortega, a través de Radio Fe y Alegría Noticias, que hace siete años algunas viviendas de los barrios Humboldt, Bermúdez, Miranda y Táchira sufrieron con el agua a la mitad de la pared debido a la creciente, con lo que la situación se tornó muy crítica en estas comunidades de Amazonas.

 

 

Cuenta el también director de la emisora Raudal Estéreo, que al recordar lo que sucedió con la emergencia de 2018, en esta ocasión «se nos ponen los nervios de punta. En aquel entonces fueron momentos muy duros, de lágrimas, de necesidades, de desgaste emocional para las familias vecinas, para todos. Los voluntarios, rescatistas de las instituciones trabajaron duro. En nuestra escuela el personal estaba asombrado y con los nervios alterados, jamás se esperaba algo como lo que estaban viendo nuestros ojos y con el agua nos llegaba a la cintura. Recuerdo que nos tocó meternos en el agua a salvar lo que se podía y mudar todo de emergencia a la sede del Vicariato y al CCL Don Bosco, algunas cosas se dañaron, no dio tiempo de salvarlas». Hoy, en este 2025, la historia parece repetirse.

 

 

La escuela radiofónica alberga a 7 familias

 

 

El comunicador popular también informó que en la sede de la escuela radiofónica tienen actualmente albergadas a 7 familias «desde la semana pasada, también ellos están pensando a dónde ir, las autoridades, los cuerpos de seguridad con la alcaldía y la gobernación evalúan la situación. No es fácil», exclama.

 

 

Relató que en la visita que ha hecho con su equipo a las zonas afectadas, como Miranda, Táchira y Bermúdez, «vi los rostros de la gente, preocupados tratando de salvar lo que se pueda. Las mujeres y los niños nos contaron que los hombres se quedan a cuidar las casas donde el río ya entró , porque en el 2018 vivieron la mala experiencia de que les robaron el cableado, las láminas de techo, las puertas, las ventanas, entre otras pertenencias que no les dio tiempo de mudar cuando subió el río».

 

 

Fuente: Radio Fe y Alegria

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