Estados Unidos impuso este lunes sus sanciones más potentes hasta ahora a la economía de Bielorrusia y sentó las bases para endurecer todavía más sus restricciones, en un intento de estrechar el cerco al presidente Alexandr Lukashenko.
Con motivo del aniversario de las protestas antigubernamentales contra el fraude electoral en Bielorrusia, Washington sancionó a Belaruskali -una de las mayores compañías de fertilizantes del mundo- y al Comité Nacional Olímpico bielorruso, además de a figuras y empresas clave en los sectores de la energía, la construcción y el tabaco.
«Los actos del régimen de Lukashenko constituyen un intento ilegítimo de retener el poder a cualquier precio», denunció en un comunicado el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
En coordinación con Canadá y el Reino Unido, que también anunciaron este lunes nuevas medidas, el Departamento del Tesoro estadounidense impuso su ronda más amplia de sanciones a Bielorrusia hasta ahora, que castiga a un total de 44 empresas y ciudadanos bielorrusos.
Además, Biden firmó un decreto que autoriza la imposición de futuras restricciones a quienes operen en sectores estratégicos de la economía bielorrusa, incluidos los de defensa, seguridad, energía, potasa, tabaco, construcción o transporte, explicó la Casa Blanca.
Las sanciones de este lunes se impusieron por el presunto papel de esas figuras y compañías «en los ataques a la democracia y los derechos humanos, la represión» más allá de las fronteras de Bielorrusia y la «corrupción», aseguró Biden.
La medida afecta al consorcio estatal Belaruskali, uno de los mayores productores del mundo de potasa, un componente que se utiliza para producir abono y que es un importante rubro exportador para Bielorrusia, además de su principal fuente de ingresos en dólares estadounidenses.
También resultó impactada la empresa estatal de tabaco de Grodno, conocida como GTF Neman y que según el Tesoro supone una «fuente importante de cigarrillos ilegales» en la Unión Europea.
Ninguna de esas dos compañías, ni el resto de sancionados, podrán negociar a partir de ahora con personas o empresas bajo la jurisdicción de EEUU.
Las restricciones golpean además al Comité Olímpico Nacional del país, que Lukashenko lideraba hasta el pasado febrero, que ahora dirige su hijo mayor y que Estados Unidos sospecha que el Gobierno usa como canal para «lavar fondos y esquivar sanciones».
El Tesoro también sancionó a varios empresarios que apoyan al Gobierno de Lukashenko y que funcionan como sus «carteras» de fondos, entre ellos el oligarca del petróleo Mikalai Varabei y el del tabaco Aliaksey Aleksin, además de un banco privado controlado por el primero, Absolutbank.
Asimismo, incluyó a un «emporio de la construcción» beneficiado por varios decretos de Lukashenko, conocido como Karic, y al gubernamental Comité de Investigación de la República de Bielorrusia, al que Washington responsabiliza de la represión de las protestas de hace un año.
Parte de las sanciones son una reacción al desvío en mayo hacia Minsk de un avión civil de Ryanair para detener a dos de sus pasajeros, el periodista independiente opositor Román Protasévich y su pareja.
Por ese incidente, el Tesoro bloqueó los activos bajo jurisdicción estadounidense del ministro bielorruso de transporte, Alexei Avramenko, y del encargado de aviación en dicho ministerio, Artsiom Sikorski, entre otros.
Las sanciones seguirán en pie hasta que haya una «investigación internacional legítima del desvío del vuelo de Ryanair», se libere a «todos los presos políticos», se deje de «perseguir a activistas y disidentes» y se inicie un «diálogo político exhaustivo» que resulte en elecciones «libres y justas», señaló la Casa Blanca.
El anuncio llega dos semanas después de que Biden se reuniera con la líder de la oposición de Bielorrusia en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, quien le dio una lista de objetivos a los que quería que EEUU sancionara.