Los tipos de alopecia femenina más frecuentes son, en general, los mismos que afectan al hombre, aunque con diferencias significativas que ayudan al diagnóstico. La alopecia areata afecta a ambos sexos por igual, pero la androgenética es mucho más frecuente en varones. Cuando se produce en mujeres, explica José Domínguez Auñón, dermatólogo del Hospital del Henares, en Madrid, suelen influir factores hormonales, como una excesiva actividad de los andrógenos.
El efluvio telógeno es poco común en ellos y casi siempre afecta a las mujeres. “En este tipo el pelo comienza a caerse bruscamente entre dos y cuatro meses después de sufrir algún episodio físico o psíquico de relevancia, como una enfermedad que causa fiebre, cirugía, parto, estrés psicológico importante, etc”.
El dermatólogo añade que existen formas de alopecia exclusivas de mujeres postmenopáusicas, como la alopecia frontal fibrosante. Se trata de una alopecia cicatricial por la que se pierde pelo en la zona de la diadema.
Incluso habla de una alopecia por tracción, que se produce por el estiramiento excesivo prolongado por determinadas modas en el peinado (colas de caballo o trenzas muy estiradas). “Si se mantiene puede llegar a ser permanente”.
Alopecia infantil
Comparado con los niños también hay diferencias. “Existen formas de alopecia infantil, como la tricotilomanía, en la que se arranca pelos de determinadas zonas. También el síndrome del anágeno suelto, típico de niñas rubias entre tres y seis años que presentan pérdida difusa del pelo”.
Quién puede padecer alopecia areata y androgenética
“La alopecia areata suele aparecer en niños o jóvenes, aunque puede salir también más tarde. La androgenética y el efluvio telógeno crónico suelen producirse en mujeres entre 30 y 60 años, aunque la primera puede aparecer antes, a veces desde la pubertad, y el efluvio telógeno agudo a cualquier edad”.
En general es posible que se produzcan en mujeres normales, sanas. Aunque Domínguez señala que hay otras causas que pueden causar pérdida de cabello:
• Deficiencias nutricionales
• Déficit de hierro (con o sin anemia)
• Alteraciones tiroideas y metabólicas
• Pérdida de cabello inducida por fármacos
• Sífilis
• Trastornos hepáticos o renales.
• Enfermedades cutáneas localizadas a nivel del cuero cabelludo.
Evitar la caída del cabello
La prevención es difícil en la mayoría de los casos, salvo si se ha detectado que la causa es alguna de las razones anteriores.
“Debemos mantener una dieta correcta, ya que sabemos que los déficits nutricionales (malnutrición proteico-calórica o anorexia nerviosa) son causa de pérdida de cabello. También es importante tratar posibles enfermedades que cursan con descamación del cuero cabelludo (dermatitis seborreica y psoriasis), así como mantener una higiene capilar correcta”.
Los champús contienen ingredientes que les otorgan otras propiedades físicas y estéticas como espumantes, acondicionadores, equilibradores de pH, fragancias y aditivos especializados, etc.
“No existe ningún champú que trate específicamente la alopecia. Algunos tendrían sustancias vasodilatadoras (por ejemplo, el tocoferol) que facilitarían la absorción de productos terapéuticos como el minoxidil”, explica Domínguez.
Si la alopecia se asocia a otra patología como la dermatitis seborreica o la psoriasis se utilizan champús con ingredientes específicos.
cuidateplus
Por Confirmado: MariGonz