Tenía 12 años cuando la mañana de un sábado de faenas hogareñas le dijo a su mamá: «Quiero que empieces a prepararte y hacerte a la idea de que yo no viviré aquí contigo». Y es que sin haber pisado jamás una pasarela, Dayana Mendoza intuía que en su futuro estaría viajando o viviendo fuera de Venezuela. Hoy en día reside en Nueva York. «Siempre sentí dentro de mí que había muchas cosas para aprender y conocer, y que esas cosas estaban también fuera de mi país». Ah, y la respuesta de su madre fue: «No sé de qué me hablas».
Hace 10 años, Mendoza fue electa Miss Venezuela. Unos meses después recibió la corona de Miss Universo. En retrospectiva, de aquellas experiencias abriga el agradecimiento esas circunstancias que hicieron posible su transformación espiritual.
-Casi todos los venezolanos, incluidos artistas y celebridades, que deciden cruzar las fronteras tienen que comenzar de cero. ¿Qué tan difícil o no es hacerse carrera en el mundo?
-Todos trabajamos en base a nuestras posibilidades. En general, la persona que decide emigrar para buscar un mejor futuro o simplemente por curiosidad de conocer el mundo, no llega a su nuevo espacio con comodidades ni oportunidades en la mesa, y por esta razón, somos muchos los que optamos por trabajar en distintas cosas para poder continuar en la lucha de la supervivencia, así como quizás lo haríamos también en nuestro país de origen. Pero lo más interesante de tu pregunta es la definición de identidad según la labor profesional. No porque los artistas se «definan» como tales, son entonces seres humanos diferentes a los demás.
-¿No fue para usted una prioridad abrir, por ejemplo, una academia de modelaje, como han hecho muchas exmisses?
-Es muy interesante para mí conocer las expectativas de los demás sobre la vida de cada quien. Me hace pensar que hay personas que viven sus vidas en base a las expectativas de vida de otras personas. Todos gravitamos hacia donde nos sentimos bien, a gusto, felices.
«Se nos van las horas viendo en las redes sociales quién se puso qué diseño en la alfombra roja, o quién se casó o se divorció de fulano. No quiero decir que está mal querer vestirse lindo o vivir en un hermoso lugar, pero de nada te sirve morir y haber tenido todo eso si nunca viviste, si no usaste tu tiempo de vida con responsabilidad», prosigue Mendoza.
-Bueno, pero usted es producto de la industria del entretenimiento.
-El entretenimiento es sólo eso: entretenimiento. Podemos entretenernos de muchas maneras. Vivo como me sienta mejor, sin dañar a nadie a mi alrededor.
-¿Cómo transcurre la rutina de una ex reina de belleza, trabajadora y ahora madre también?
-No varía mucho de las rutinas de cualquier persona que tiene deseos o metas en la vida. Me despierto temprano, cumplo conmigo misma y con otras labores antes de que mi hija despierte; luego que despierta, la atiendo, me la como a besos (si está de humor), agradecemos a Dios y continúo con mis actividades según las horas del reloj las hayan destinado en el calendario. Una vez mi hija se ha dormido, si tengo tiempo, continúo trabajando, si no, leo algunos de mis libros que añoro durante el día, o simplemente caigo rendida.
-Animadora, mamá, modelo, exreina de belleza… ¿Qué otra faceta le gustaría explorar?
-También soy Sanergista.
-…
-La sanergia es: sabiduría, salud y energía. He decidido vivir mis días en esta tierra con responsabilidad, en equilibrio y conectada con mi diseño original, con el que Dios y el Universo me asigno cuando llegué a esta tierra el primero de junio del 1986. Deseo ayudar a los demás a sanar y canalizar su información así como mi hermosa maestra Alejandra García Calvo me ha ayudado a mí.
EU
@eduardoandresmuria