Hace ya un año de la sorprendente demostración de valentía que hicieron los cubanos cuando salieron a la calle a protestar por la libertad. Todavía se viven las consecuencias de aquel arrebato de dignidad que hizo que la gente de todas las provincias de la isla saliera a manifestar en contra del régimen; las cárceles están llenas de presos políticos y siguen entrando, porque desde aquellas manifestaciones ha habido aproximadamente 3.000 más.
Pero ahora los cubanos, hartos como están de 63 años de dictadura, están perdiendo el miedo progresivamente, sobre todo porque están más que cansados de tantas penurias, sin alimentos, sin electricidad, sobre todo sin libertad. Hace unos días diferentes organizaciones que luchan por la libertad de la isla enviaron una convocatoria al pueblo para que se preparen para un paro nacional. El camino que planean es la protesta cívica en cualquier momento y en cualquier lugar.
“La situación extrema que estamos viviendo, de represión, de falta de electricidad, de abastecimiento de todo tipo, es el resultado acumulado de las políticas que una dictadura que ya lleva 63 años en el poder le ha impuesto al pueblo. Ante esta realidad, y especialmente desde el 11 de julio de 2021, el pueblo se resiste abiertamente, perdiendo el miedo a pasos agigantados en un desafío nacional a la tiranía. Ni las sentencias impuestas ni el zafarrancho de fuerza militar han logrado apaciguar a los cubanos. Queremos ser libres. Tenemos el derecho sagrado a ser libres”, dice la convocatoria.
Este llamado es apoyado desde todos los rincones del país y además desde el exilio por organizaciones que abogan por el cambio de sistema en la isla. Han recibido el respaldo de la Asamblea de Resistencia Cubana integrada por 35 agrupaciones que funcionan tanto en Cuba como en Estados Unidos.
Los cubanos quieren libertad y perdieron el miedo, a pesar de lo que dice Miguel Díaz-Canel y lo que hacen sus fuerzas represivas. El presidente y Raúl Castro participaron en la conmemoración de la toma del Cuartel Moncada y agitaron banderas revolucionarias. “El socialismo no puede seguir siendo difamado en nombre de la libertad, mientras se les cierran todas las puertas para el comercio, las finanzas, los negocios a los países que lo intentamos”, dijo el mandatario porque tuvo que reconocer las dificultades que viven los cubanos. Claro, pero siempre la culpa es del imperialismo yanqui y del bloqueo.
Díaz-Canel y su padrino no pueden ignorar el disgusto de la gente por más tiempo. Tampoco van a poder con la determinación de un pueblo cansado de tantas tropelías, ni siquiera encarcelándolo o desapareciendo a sus líderes, porque son muchos. “Esta resistencia nacional ha surgido y sigue surgiendo espontáneamente del pueblo. Cada cual busca la forma y el lugar donde luchar. Es Cuba misma la que quiere expulsar al comunismo”, dice la convocatoria que prepara el camino para el paro general.
Y así como va creciendo el descontento va aumentando la valentía. Los cubanos se preparan para liberar a su país de 63 años de dictadura desde la calle.
Editorial de El Nacional