Las mujeres pueden alcanzar el clímax de diferentes maneras, pero existe una forma que las enloquece: el orgasmo cervical. El cérvix o cuello uterino es la parte inferior del útero que está conectado con ambas partes del aparato reproductor de la mujer.
Una investigación realizada por el International Society for Sexual Medicine ha indicado que este tipo de orgasmos es fisiológicamente diferente al clímax provocado por el clítoris. Esto sucede a que la información sensorial de la vagina y del cuello uterino se comunica con el nervio vago, el hipogástrico y el pélvico.
Según los sexólogos este tipo de orgasmos puede durar hasta varios días, debido a que es el más profundo y trascendente de todos, que provoca que todo el cuerpo se estremezca y permite una intensa relajación emocional, capaz de conciliar el punto G.
Pero, ¿cómo se puede experimentar? Para poder alcanzar el orgasmo cervical es importante estimular, acariciar y masajear correctamente el cérvix. Sin embargo, para llegar a encontrarlo es importante conocer muy bien el cuerpo y comenzar a tener encuentra lo que se siente en cada parte del cuerpo.
Para llegar a alcanzar el cuello uterino se requiere de una penetración profunda, es normal que al principio se experimente algo de dolor.
Los sexólogos indican que la mejor posición para llegar al orgasmo cervical es la del “perrito”. Para realizarla de la mejor manera la mujer debe estar de rodillas mientras el hombre la penetra.
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