Se escucha muy fácil, pero no lo es. Cuando estamos enamoradas sólo pensamos en pasar el resto de nuestros días con el amor de nuestra vida; sin embargo, para que esto funcione y perdure “para siempre” es necesario que existan ciertos componentes. He aquí los que consideramos esenciales…, aunque existen miles de factores más.
Comunicación. No malentiendas, comunicarse no significar hablar, hablar y hablar, sino dar a conocer lo que te gusta y te molesta. Manifestarle a nuestra pareja nuestras ambiciones, sentimientos e incluso preocupaciones, así como escuchar las de ella y expresar lo que pensamos de las mismas.
Vida Social. Lo comprendemos perfectamente, ahorita no quieres despegarte de él, pero esto no será eternamente. Es necesario que tengan una vida social. Además de que cada uno tenga su propio grupo de amigos, también te aconsejamos salir con amistades que los conozcan a ambos, o bien con la familia de uno o del otro, esto los unirá más.
Confianza. ¿Por qué desconfiar sin motivos? Aunque hayas sufrido alguna vez en el amor no significa que vaya a pasar continuamente. Nuestras inseguridades y miedos pasados deben quedar en el olvido. Tenemos que iniciar una relación con el 100% de confianza, obvio aquella que sea racional, no ciega. Es claro que la falta de confianza puede hacer difícil la convivencia, lo cual puede llevar a quebrar las relaciones amorosas.
Amor. No es lo mismo estar enamorado que amar incondicionalmente. El amor se cultiva día a día. Valora a tu pareja, revélale tu admiración, demuestra que te importa, y regálale varias muestras de cariño cada vez que puedas. Recuerda que amar igualmente es aceptar, reconocer errores y perdonar.
Respeto. Esto es imprescindible en cualquier relación. Todos los seres humanos somos diferentes, cada uno tiene sus gustos, sus creencias y formas de entender la vida. Cuando decides estar con alguien por amor, lo primero que debes de hacer es aceptar a la persona tal y como es, con sus virtudes y defectos. Asimismo, jamás debemos de caer en los insultos o descalificaciones, ni tampoco ridiculizarla o menospreciarla, menos aún en público.
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