La ‘Caravana 43 Sudamérica’, compuesta por familiares de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos de Ayotzinapa y un sobreviviente, llega este sábado a Buenos Aires para pedir justicia al grito de «vivos los llevaron, vivos los queremos».
En este recorrido internacional, la caravana llega a la capital argentina para «generar una contralínea a la versión oficial mexicana», según afirmó Paloma Robles, joven mexicana encargada de la organización de la caravana en Buenos Aires.
Tres padres de víctimas -Mario César González Contreras, Hilda Hernández Rivera e Hilda Legideño Vargas- y el sobreviviente Francisco Sánchez Nava encabezan este grupo que pide justicia por los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.
Si bien el principal fin de la gira suramericana, que comenzó a mediados de este mes en las ciudades argentinas de Córdoba y Rosario, es la «contrainformación», otro objetivo «fundamental» es que los Estados «pongan el tema en la mesa de urgencias internacionales».
En su recorrido por Buenos Aires, la caravana mantendrá entre este sábado y domingo diversos encuentros con la prensa y colectivos sociales.
Pero su actividad principal está programada para el próximo martes, cuando la caravana se hará presente, junto con diferentes organizaciones que la apoyan, en la embajada mexicana y también en la Cancillería argentina, hasta donde marcharán desde el obelisco porteño.
Ante el Ministerio de Exteriores argentino, el grupo renovará el pedido de justicia que ya realizaron unas 60 organizaciones en octubre.
«En vista del trabajo que se hizo en materia de derechos humanos en Argentina, volvemos a hacer presente la necesidad de su solidaridad como pueblo en un tema que afecta a la región», afirmó la representante de la caravana en el país suramericano.
La lucha de los familiares de los desaparecidos por el esclarecimiento de la causa es, según Robles, «la punta de un iceberg muy grande, que es la violencia que se está viviendo en México a partir de la declaración de guerra al narcotráfico».
«En Guerrero -estado mexicano al que pertenece la comunidad de Ayotzinapa- el narcotráfico arrebató el poder a las instituciones públicas», sostuvo la joven mexicana, quien transmitió la denuncia de los padres de las víctimas al Estado mexicano, por «no querer responsabilizarse del caso».
Los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecieron la noche del 26 de septiembre del año pasado a manos de policías corruptos por órdenes de Jose Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala, en el estado sureño de Guerrero.
Fuente: EFE