La elección del nuevo CNE supone un avance en el plan del régimen de celebrar elecciones para renovar la Asamblea Nacional, última institución estatal en la que la oposición conserva la mayoría
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela anunció este viernes la designación de los cinco miembros del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) pese a las protestas de la oposición, lo que agrava el conflicto político que desde hace años vive el país.
La designación del CNE por parte del TSJ, tarea que la Constitución encomienda a la Asamblea Nacional, se interpreta como un intento del oficialismo de avanzar hacia las elecciones parlamentarias y es vista por la oposición como un atentado a la Constitución.
Pese a que la oposición y los países que reconocen a Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela le reclaman a Nicolás Maduro elecciones presidenciales justas, el régimen insiste en que las elecciones que se celebrarán este año serán las parlamentarias, como corresponde en el calendario.
Poco antes de conocerse la decisión del TSJ, Guaidó le dijo a TVV Noticias: “Nadie les va a validar ni a ratificar la locura que pretenden hacer”.
Y respecto a una posible convocatoria electoral comentó: “Para ninguna farsa nos vamos a prestar”.
Eso abre un nuevo debate sobre si la oposición debe o no participar en unos comicios para los que aún no hay fecha.
La Constitución venezolana establece que los integrantes del CNE deben ser designados por la Asamblea Nacional, institución presidida por Guaidó y en la que la oposición conserva la mayoría.
Las últimas elecciones a la Asamblea Nacional, en las que la oposición se hizo con la victoria, se celebraron en diciembre de 2015, por lo que este año corresponde celebrar unas nuevas elecciones parlamentarias.
El CNE es una institución clave, encargada de organizar y supervisar los procesos electorales. Chavismo y oposición llevan años enfrentados por su composición y funcionamiento.
Desde noviembre de 2019 negociaban su nueva composición en el Comité de Postulaciones Electorales de la Asamblea Nacional, pero no habían alcanzado un acuerdo.
«Omisión legislativa»
El pasado 4 de junio se produjo un giro inesperado, cuando partidos minoritarios de oposición solicitaron al TSJ que declarara la llamada “omisión legislativa” ante la falta de acuerdo en el Parlamento y designara él mismo a los nuevos miembros del CNE.
Este jueves el TSJ dio a la Asamblea Nacional un plazo de 72 horas para que le entregara su lista de candidatos a formar parte del Consejo.
Casi desde su elección, el TSJ declaró el desacato a la Asamblea e invalidó todos sus acuerdos y leyes.
Antes de cumplirse ese plazo, el TSJ, conformado por jueces elegidos por el oficialismo y siempre cercano a las tesis de Maduro, ha designado a los nuevos miembros del CNE. No explicó los criterios que siguió para la elección de los nuevos consejeros, cuya juramentación se celebró este viernes en la sede del tribunal en Caracas.
Los nuevos integrantes son Tania D’amelio, Simón Jiménez, José Luis Gutiérrez, Indira Alfonzoy Gladys Gutiérrez. Los analistas coinciden en que en el nuevo Consejo predominan los cercanos al régimen.
Destacados dirigentes opositores se manifestaron en contra de la inesperada designación al poco de conocerse.
El gran dilema la oposición
La designación de un nuevo CNE allana el camino hacia unas elecciones parlamentarias llenas de peligros para la oposición mayoritaria a Nicolás Maduro.
Maduro se mantiene firme en su propósito de convocar las elecciones, como ordena el calendario electoral, y desalojar a sus rivales del Parlamento, la institución en la que fundamentaron la legitimidad de su causa a ojos del mundo.
¿Qué hacer ante unas elecciones organizadas por un CNE nombrado sin acuerdo por el Tribunal Supremo, siempre cercano al oficialismo?
¿Serán unos comicios justos? ¿Participará la oposición mayoritaria a pesar de todo o hará como en las presidenciales de 2018? Y si no lo hacen, ¿cederán sin pelear el espacio que le dio relevancia a Juan Guaidó?
Esas son las preguntas que se hacen ahora Guaidó y el resto de opositores.
La cuestión hace aflorar las discrepancias.
En el partido de Guaidó creen que la falta de garantías impide participar en unos comicios cuyos resultados ven amañados de antemano.
Pero otras voces afirman que no participar supone ceder todo el poder al chavismo y condena a la oposición a la irrelevancia.
No se sabe aún qué hará la oposición, así que estamos ante un partido en el que uno de los equipos podría no comparecer.
Lo que parece que ya ha quedado claro son las inclinaciones del árbitro.
BBC