logo azul

Amarillismo

Categorías

Opiniones

Amarillismo

 

 

La tragedia ocurrida en un centro migratorio en Ciudad Juárez -fronteriza con Estados Unidos- en la que murieron 39 migrantes, 8 de ellos venezolanos, ha dejado en evidencia al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, AMLO.

 

 

Como se dijo en el editorial de ayer, brilla por su ausencia, por supuesto, la actuación de alguna autoridad nacional preocupada de las familias venezolanas afectadas por estos hechos dolorosos. El «show» del que se ocupa el régimen por estos días le impide distraer el mínimo esfuerzo en la atención humanitaria de compatriotas.

 

 

Total, son venezolanos que no quieren saber nada de quienes (des)gobiernan su país, y se les trata, por tanto, de manera recíproca, como si el Estado pudiera suspender sus obligaciones constitucionales de preservar la vida de los ciudadanos.

 

 

López Obrador dio una muestra más de cómo se comportan buena parte de los mandatarios al frente de las naciones de América Latina. Un guión para enfrentar crisis que tiene como punto de partida una convicción inalterable: la mejor defensa es el ataque.

 

 

El presidente de México, electo de manera democrática y en principio sujeto a las normas formales de la democracia, abordó el penoso asunto de la muerte de esas decenas de migrantes de la siguiente forma:

 

 

primero, los migrantes temerosos de su probable deportación decidieron protestar y para ello prendieron fuego en unas colchonetas y «no se imaginaron -dijo AMLO- que  iba a causar esta terrible desgracia.

 

 

segundo, transmitió su pésame para las familias de los migrantes fallecidos en Venezuela, Guatemala, El Salvador, Ecuador y Colombia.

 

 

tercero, hay una investigación en marcha para fijar responsabilidades, aclarar quiénes fueron los responsables y castigar de conformidad con la ley. «No hay ningún propósito de ocultar los hechos, ningún propósito de proteger a nadie, no se permite en nuestro gobierno la violación de los derechos humanos, ni la impunidad»

 

.

cuarto, «yo sé que ustedes están muy interesados en esto (la prensa, a la que AMLO reúne todos los días en sus «célebres mañaneras»)  más que por el dolor que les puede causar, por el amarillismo»  (exagerar para llamar la atención).

 

 

quinto, «no somos iguales a aquellos que fabricaban delitos, ocultaban las cosas, torturaban, ya no es el tiempo de aquellos gobiernos autoritarios ante los que la mayoría de los medios que ustedes representan -con todo respeto-  guardaban silencio».

 

 

Cuando AMLO habló ante esos medios ya había visto los videos del centro migratorio durante el incendio y tuvo constancia de cómo los guardias tanto públicos como privados -éstos contratados por una empresa perteneciente al cónsul que representa a la dictadura de Daniel Ortega, según versiones de prensa- se desentienden del asunto y no hacen nada para sofocar las llamas o abrir las puertas para permitir la salida de los migrantes.

 

 

AMLO señala la causa de la tragedia, olvida la omisión de los funcionarios presentes, y ante lo que el video muestra,  afirma que no ocurre: que es falso que se violen los derechos humanos en el gobierno mexicano. Pero, si aún se persistiera en una tesis crítica frente  a su gobierno,  los medios lo que buscan es el escándalo, porque solo él tiene la propiedad de “sentir dolor”.

 

 

Si de este lado hubiera un gobierno de verdad, que pensara en los suyos, el señor López Obrador y su gobierno tendrían que rendir cuentas. Pero aquí hay un gobierno más que autoritario. Así que puede dormir tranquilo.

 

Editorial de el Nacional

Comparte esta noticia:

Contáctanos

Envíe sus comentarios, informaciones, preguntas, dudas y síguenos en nuestras redes sociales

Publicidad

Si desea obtener información acerca de
cómo publicar con nosotros puedes Escríbirnos

Nuestro Boletín de noticias

Suscríbase a nuestro boletín y le enviaremos por correo electrónico las últimas publicaciones.