Tomar aviones, quedarse en hoteles, trabajar en gimnasios desconocidos y utilizar clubhouses poco tradicionales. No importa que todo tenga el matiz de lujo y comodidad que rodea a las Grandes Ligas. La mayoría de los peloteros prefieren jugar una semana en casa que tener que pasar por el trajín de una gira en la carretera. Pero, así como con su talla, José Altuve es alguien muy diferente a la generalidad.
Los viajes parecen no afectarle. Incluso, y por encima de toda lógica, se fortalece con ellos. En lo que va de temporada batea para un promedio de .420 cada vez que juega afuera de la casa de los Astros de Houston. No existe un pelotero en las mayores con mejor guarismo que ese cuando utiliza el gris de visitante. La cifra es tremendamente alta si se compara con el .303 que exhibe en el Minute Maid Park.
El patrón no solo se haya en su capacidad de contacto, pues también está en todos los ámbitos de su bateo. En la ruta posee 10 cuadrangulares, 34 carreras remolcadas, 25 boletos y 1.183 de OPS. Mientras que en la comodidad de su feudo acumula 5 jonrones, 22 fletadas, 14 bases por bolas y .812 de OPS. Ni siquiera el propio Altuve sabe cómo contestar ante tal comparación.
“Me gustaría tener una respuesta para eso”, le dijo a MLB.com. “Tan pronto me paro en el plato trato de mantener mi juego y no hacer algo diferente, pero los números dicen que soy diferente en la carretera. Realmente no tengo una respuesta porque he trabajado duro en mi concentración, tanto en el Minute Maid Park como cuando soy visitante”.
Ser el amo y señor de la carretera significa, por lo menos para Altuve, estar en camino a un nuevo título de bateo. Su promedio se ha disparado este mes por una cadena de 14 juegos dando de hits. En la racha se contabilizan ocho encuentros como visitante, en los que su average es de .524. En total, liga para .479 en julio, sin tomar en cuenta el compromiso de anoche.
Esa inspiración de mitad de año lo ha dejado con un average de .358, muy por encima de su más cercano perseguidos, Jean Segura, de los Marineros de Seattle, quien luce .328. Y si bien todavía quedan más de dos meses para terminar la campaña, el dominio de la carretera parecer ser el camino expreso para la cima de la Liga Americana.
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Por Confirmado: Gabriella Garcés
