Agua turbia en Caracas muestra fallas críticas en plantas de tratamiento 

Agua turbia en Caracas muestra fallas críticas en plantas de tratamiento 

 

El expresidente de Hidrocapital José María de Viana advierte que las averías y  la insuficiencia de reactivos están ocasionando agua de dudosa calidad, pero sugiere soluciones prácticas para afrontar el problema

El Área Metropolitana de Caracas, afectada por la baja cantidad de agua que le llega desde hace más de una década  -apenas 12.000 litros por segundo, es decir, 5.000 litros por segundo menos que en 1999-  está recibiendo agua turbia o con mal color y sabor en varios de sus sectores, según el reclamo de vecinos.

En las últimas semanas, casas y locales ubicados en Prados del Este y Alto Prado, en el este de Caracas, por ejemplo, “el agua al abrir el chorro sale marrón por un largo rato, y eso hace que se desperdicie”, afirma una residente de la zona.
Otras quejas son que el agua no sirve para lavar la ropa porque la mancha y no es buena para bañarse.

Aunque el agua no tiene signos de contaminación humana ni industrial, la calidad del líquido que llega a hogares, centros de salud, y establecimientos preocupa e indica que el tratamiento que debe recibir en las plantas de la estatal Hidrocapital para que sea potable y apta para el consumo humano, no es el adecuado, según el expresidente de Hidrocapital, ingeniero José María de Viana.

“Lo que estamos viendo es consecuencia de que las plantas de tratamiento no están funcionando bien”, dice. “Si la planta de tratamiento funciona correctamente la gente no se enteraría de eso, porque el agua no puede cambiar de calidad a lo largo del año”.

De Viana menciona razones técnicas como las causas principales del agua turbia que causa malestar en las comunidades, sometidas además a ciclos de racionamiento que restringen el disfrute del servicio básico.
Sin embargo, hay noticias buenas frente a la turbidez. “El día que nos propongamos a resolver esos problemas, se resuelven”.

Agua turbia en épocas del año

De Viana, ingeniero de larga trayectoria en planificación de recursos hidráulicos y profesor de la UCAB, explica en principio que la coloración del agua puede depender de las épocas de lluvia o sequía que inciden en la actividad biológica de los embalses.

“Una ocasión tiene que ver con la entrada de las lluvias que en Venezuela ocurren de mayo a junio, y en esa época  hay un tipo de problema de calidad que está asociado con el aumento del caudal de los ríos que llevan sedimentos en suspensión. Esto quiere decir que cuando los ríos  crecen arrastran también sedimentos que más bien son minerales e inciden en la calidad”, explica.

La otra es la época de sequía o verano. “Tiene que ver más con que no llueve, pero hay intensa actividad solar y esto ocasiona un proceso asociado a la existencia de algas, a organismos microscópicos que cuando hay mucha luz solar tienen explosiones o floraciones y se produce la proliferación.

“Pero si el agua no está totalmente clara quiere decir que algo no es eficiente”, precisa.

Tratamiento de agua indispensable

Según de Viana, son dos las razones técnicas del agua turbia.

El deterioro físico, mecánico y eléctrico de las plantas de tratamiento, que exige reparación. “Esas plantas no funcionan porque están deterioradas y tienen distintos niveles de averías”, señala.

En la Gran Caracas, las plantas de tratamiento grandes son La Mariposa, La Guairita y Caujarito, mientras que otras seis de menor tamaño están ubicadas en La Guaria, Guarenas y el Tuy medio.

Pero también hay insuficiencia de reactivos como el sulfato de aluminio y gas cloro que se emplean en las plantas de tratamiento de todo el mundo para potabilizar el agua.

Ambos productos se elaboran con subproductos  de las refinerías venezolanas. El sulfato de aluminio requiere de ácido sulfúrico, que se produce en refinería que arrastra operaciones limitadas. Mientras, el gas cloro se hace en el complejo petroquímico de El Tablazo, en la planta de Cloro Soda,  pero “tampoco hay suficiente producción y en muchos sitios se está clorando con otras cosas”,  puntualiza.

¿Qué se puede hacer?

En medio de las dificultades, de Viana afirma que las comunidades pueden encontrar soluciones y proteger a las familias.

“No es el mismo problema de los embalses de la cuenca del Pao, Pao-  Cachinche y Pao en La Balsa, que a pesar de que su condición original era bastante  buena, han sufrido trasvases de agua de mala calidad de la cuenca del Lago de Valencia hacia su zona”, enfatiza.

El profesor detalla las posibles soluciones:

*Ante la carencia de condiciones de potabilidad del agua que viene de la red pública, se sugiere colocar un sistema de filtros en la cocina, principalmente,   para lograr el consumo directo de agua de buena calidad. “Dos  o tres filtros en serie ayudan mucho.
*El agua también debe ser desinfectada. “Necesitamos oxono que se produce con electricidad; o ultra violeta con  lámparas especiales, pero hay también unos compactos que se colocan en la cocina y son mucho  mejor que otras opciones como comprar agua en una cisterna que no se sabe de dónde viene.

*Otra opción es carbón activado que quita olores y sabores, y eso permite que después de filtrada se desinfecte.

*En los tanques de las casas de condominios e inclusive de centros de salud , que son de gran capacidad de almacenamiento, se recomienda especialmente un tratamiento de pulimento final  que mejore el agua que se recibe por las tuberías de Hidrocapital.

*Como el  agua de los quirófanos no puede estar contaminada ni sucia, se sugiere que dentro de los centros de salud se realice un tratamiento adicional  para garantizar que la calidad  de agua, de la cual sí son responsables, llegue a ellos, advierte de Viana.
*En el tanque se puede hacer una locificación de sulfato de aluminio en la entrada y al final del tanque para desinfectarla, una vez que se consigue su transparencia.  “Como el gas cloro es muy costoso, hay gente que lo hace con hipoclorito”,  añade.

“Todo depende de la gravedad del problema y de la necesidad, pero debemos asegurarnos de que las cosas no nos hagan daño, sin que eso signifique resignarnos a no tener agua limpia y potable las 24 horas”

 

Confirmado.com.ve

Por Olgalinda Pimentel

 

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