Publicado el sábado 5 de setiembre del 2015 a las 18:18 hsLos abogados de la familia del fiscal Alberto Nisman, quien falleció días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a terroristas, pidieron que esta sea llamada a declarar como testigo en la causa que investiga la muerte del jurista, reportan medios locales.
«A Cristina (Fernández) deberían llamarla a declarar. Próximamente va a dejar los fueros y el primer juzgado que tiene que pisar es este. O cuanto menos, declarar como testigo por escrito ahora que es presidenta», apuntó el abogado Manuel Romero Victorica, acompañado por su socio Federico Casal, en declaraciones al diario Perfil publicadas hoy.
Ambos son dos de los letrados que ejercen como representantes de la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien actúa como querellante en la causa en nombre de las hijas del fallecido procurador, menores de edad.
Nisman, fiscal especial del caso sobre el atentado contra la mutual judía AMIA que dejó 84 muertos en 1994, fue hallado muerto en su domicilio de Buenos Aires el pasado 18 de enero, en circunstancias aún no aclaradas, con un disparo en la sien.
El deceso se produjo pocos días después de que el fiscal presentara una polémica demanda contra Fernández por el presunto encubrimiento a terroristas iraníes relacionados con el atentado, negociado, según la denuncia, entre el Gobierno argentino y el del país persa a cambio de intensificar relaciones comerciales.
Aunque la demanda fue desestimada definitivamente por la Justicia en mayo pasado, supuso un tremendo golpe para el Ejecutivo de Fernández a comienzos de 2015.
La propia mandataria argentina apuntó entonces a la posibilidad de una conspiración contra el Gobierno en la que estaban vinculados los Servicios de Inteligencia y aseguró que a Nisman lo «usaron vivo y después lo necesitaban muerto», entre otras expresiones.
En ese contexto, los abogados de la familia reclaman que Fernández sea testigo en la causa, al igual que ya habían pedido públicamente la defensa de Diego Lagomarsino, el colaborador informático que prestó a Nisman el arma que acabó con su vida y, hasta el momento, el único imputado en la causa.
Las pericias impulsadas por los querellantes han mostrado fuertes divergencias con la investigación oficial, encabezada por la fiscal Viviana Fein, que transcurridos más de siete meses de la muerte de Nisman aún no ha presentado conclusiones sobre si se trató de un suicidio, un asesinato o un suicidio inducido. EFE