Un estudio realizado por la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, reveló que solamente el 25% de la población mundial femenina ha logrado un orgasmo con solo estimular la vagina.
Esta investigación detalló también que sí existe el orgasmo vaginal y dejó atrás el mito de que la vagina es insensible; pues esta idea surgió por un estudio que realizó el sexólogo Alfred Kinsley en el que la mayoría de las mujeres participantes no sintieron cuando un hisopo era restregado contra las paredes de sus vaginas, es completamente falsa.
Hoy se sabe que la pared frontal de la vagina está conectada con las partes internas del clítoris, por lo que al estimular la vagina se estimula el clítoris también. La teoría de Buisson, publicada en el Diario de Medicina Sexual, dice entonces que los orgasmos vaginales y los del clítoris son exactamente lo mismo.
Sin embargo, las áreas del cerebro que se activan durante la estimulación vaginal y la estimulación del clítoris son muy distintas, según un estudio que consistió en monitorear los cerebros de un grupo de mujeres que se masturbaban, conducido por el doctor Komisaruk, de la Universidad de Rutgers. Las sensaciones del cuello del útero, la vagina y el clítoris se registran en distintas zonas del cerebro.
Las características de los orgasmos vaginales:
-Se sienten diferente: los orgasmos vaginales y los provocados por el clítoris son diferentes formas de placer, según las mujeres que participaron en el estudio del Dr. Komisaruk.
-El papel que cumple la mente: las mujeres que experimentan orgasmos vía vaginal tienen menos probabilidad de utilizar mecanismos psicológicos negativos, como enfermarse a causas de disgustos o tristeza, según el psicólogo estadounidense Stuart Brody.
-El papel del corazón: las mujeres que tienen orgasmos vaginales presentan frecuencias cardíacas más bajas que el resto de las mujeres.
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