Santa Rosa de Lima nació en 1586 y fue canonizada por Clemente IX el 12 de Marzo de 1668 y el 1970 fue declarada por Clemente X » Patrona de América, Indias y Filipinas».
Santa Rosa de Lima, fue bautizada con el nombre Isabel Herrera, nació en Lima el 30 de Abril de 1586.
Se le empieza a llamar Rosa por un hecho singular que su madre cuenta: Al estar en la cuna el rostro de la niña estaba cubierto, la india que la cuidaba llamo a unas niñas que lloraban para que evidencien y se admiren de como la niña era tan hermosa, que todo su rostro estaba hecha una rosa linda y radiante, en medio de ella veía las facciones de su boca, ojos, nariz y orejas. Luego desapareció aquella rosa, quedando así el rostro más lindo que en ocasiones anteriores.
La madre quedó admirada de ver aquel prodigioso suceso; la tomó en las manos y empezó a hacer con ella mil alegrías y mostró sumo gozo diciéndole: «Yo te prometo, hija y alma mía, que mientras viviré, de mi boca no has de oír otro nombre sino Rosa».
Sin embargo el nombre de Rosa no era usual en esa época por ello es que la Santa se entristecía de que la llamaran así, por considerar a ese nombre digno de belleza y hermosura.
Cuando Rosa tenía 25 años y ya contaba con el hábito de la orden dominico, le dijo a su madre: “Madre mía, de aquí en adelante llámame Rosa de Santa María”
Para esto Fray Alonso Velásquez le había señalado “que no se desconsolase (entristeciese) de eso, sino que entendiese que su alma era una Rosa de Nuestra Señora, que la había depositado y puesto en su cuerpo como en un vaso o maceta, para que la guardase, y que así la procurase guardar y conservar con la frescura y hermosura de la gracia”.
Rosa determino consagrarse a Nuestra Señora del Rosario en la Basílica de Santo Domingo con ese nombre. En 1969 fue proclamada patrona del Perú.
En aquellos años se vivía la denominada “época dorada de la santidad”. Santos como Santa Rosa de Lima, quien conoció a San Martín de Porres, San Juan Masías tuvieron como escenario de vida la Ciudad de Lima.
Fue confirmada en 1597 en Quives, Canta por Santo Toribio de Mogrovejo.
La solidez doctrinal y la madurez espiritual de Santa Rosa dejaban absortos a las autoridades eclesiásticas de ese entonces, fue así que se evidencio en Rosa las virtudes de la perfección cristina.
Parte de su tiempo lo dedicaba al tejido y bordado además de cultivar flores en su jardín, ayudaba a los más necesitados por ello acondicionó una habitación en su casa como lugar de enfermería.
Rosa se consideró “Toda de Dios” y su fama de Santa se dio de viva, intensa y piadosa fue su vida espiritual. Fallece en la ciudad de Lima el 24 de Agosto de 1617.
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