El Banco Central Europeo (BCE) ha cumplido con las expectativas y ha mantenido las tasas de interés en el 4,5 % por tercera vez consecutiva, al tiempo que ha avisado de que todavía es prematuro discutir posibles bajadas.
El Consejo de Gobierno del organismo, que se ha reunido este jueves en Fráncfort por primera vez en 2024, ha decidido también dejar sin cambios la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- en el 4,75 % y la facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día- en el 4 %.
Las tasas de interés, por lo tanto, comenzarán el año tal y como lo terminaron, en su nivel más alto desde 2001, en un contexto de contracción de la economía y de contención de la inflación subyacente.
Pese a cumplir con sus previsiones, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha asegurado en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo que existe consenso en que es prematuro abordar posibles bajadas de las tasas.
«Hubo un consenso de que sería prematuro discutir bajadas de tasas», ha declarado Lagarde, que ha rehusado dar un calendario al respecto y ha recordado que las próximas decisiones se tomarán «en base a los datos».
No obstante, Lagarde se ha reafirmado en sus palabras de hace una semana, cuando aseguró que era probable que esto se discutiera en verano: «Yo mantengo lo que he dicho, no lo que otros han dicho que he dicho».
Una tendencia a la baja
El BCE ha destacado que, pese al repunte temporal de la inflación por los precios de la energía, la subyacente -aquella que no tiene en cuenta la energía y los alimentos frescos por ser más volátiles- ha continuado su tendencia a la baja.
La inflación subió en diciembre cinco décimas respecto a noviembre y cerró el 2023 en el 2,9 %, aunque la subyacente cayó dos décimas, hasta el 3,4 %, según los datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Según el BCE, las anteriores subidas de tasas continúan transmitiéndose con fuerza a las condiciones de financiación, lo que está frenando la demanda y contribuyendo a reducir la inflación.
Con respecto a su efecto en la economía, Lagarde ha asegurado que sus datos indican «una debilidad a corto plazo», pero que ésta volverá a la senda del crecimiento en el futuro.
La eurozona atraviesa en la actualidad un momento de debilidad económica y el BCE ya ha avisado en otras ocasiones de la posibilidad de que se produzca una recesión técnica en el segundo semestre de 2023, después de que el PIB retrocediera un 0,1 % en el tercer trimestre.
En el caso de los riesgos, Lagarde ha destacado los peligros asociados a las tensiones geopolíticas, en particular «la guerra injustificada contra Ucrania y el trágico conflicto en Oriente Medio».
Además, ha asegurado que están siendo cautelosos y mirando con atención los ataques de los rebeldes hutíes contra la navegación civil en el mar Rojo, que están incrementando los costes del transporte, pero con un impacto moderado por el momento.
Próximas predicciones del BCE
En su máxima de guiarse por los datos, Lagarde ha señalado que en los próximos meses el BCE tendrá «un montón de información nueva» y ha puesto el foco en las nuevas proyecciones que el organismo publicará en marzo, además de los datos de inflación de enero y febrero y los salarios.
En este sentido, Lagarde ha asegurado que el consejo vigilará el alcance que puede tener en la inflación las revisiones salariales de comienzos de año y ha recordado que alrededor de un 40 % de las negociaciones colectivas tienen lugar en estas fechas.
«Estamos en enero y el primer trimestre termina en marzo. Es muy prematuro anticipar cómo van a ser nuestras predicciones», ha afirmado, antes de recordar que las tasas estarán «en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario» y que no pararán hasta que no estén seguros de que la inflación alcanza el 2 %.
Las tasas de interés de la eurozona se encuentran en su nivel más alto desde 2001 después de que el BCE los subiera de forma ininterrumpida en diez ocasiones desde julio de 2022 hasta septiembre de 2023, con aumentos que han oscilado entre los 25 y los 75 puntos básicos.
Un ciclo de subida del precio del dinero al que el organismo puso freno el pasado 26 de octubre, cuando los mantuvo en el 4,5 %, nivel que ha prolongado por tercera vez consecutiva este jueves.
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